La trayectoria ascendente de ‘Bake Off España’: tres ediciones en tres ventanas distintas
Uno de los formatos más poderosos de la televisión británica cierra este miércoles su entrega más reciente en España, esta vez en La 1 tras su paso por Cuatro y Prime Video. Ana Boyer y Blas Cantó, entre sus finalistas
¿Quién tiene un soporte de repostería en su casa? En el Reino Unido, mucha más gente desde que The Great British Bake Off se estrenó en la televisión pública BBC en el año 2010. En los meses siguientes a sus primeras emisiones, las ventas de este producto se dispararon casi un 250% en los grandes almacenes Marks & Spencer. Y algo parecido ocurría en las tiendas John Lewis, registraba el diario The Daily Telegraph en 2012. ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
¿Quién tiene un soporte de repostería en su casa? En el Reino Unido, mucha más gente desde que The Great British Bake Off se estrenó en la televisión pública BBC en el año 2010. En los meses siguientes a sus primeras emisiones, las ventas de este producto se dispararon casi un 250% en los grandes almacenes Marks & Spencer. Y algo parecido ocurría en las tiendas John Lewis, registraba el diario The Daily Telegraph en 2012. En España, el concurso de repostería está a punto de cerrar su tercera temporada. La 1 emite este miércoles la final de esta edición, en la que compiten cuatro famosos: el cantante Blas Cantó, la socialité Ana Boyer, y las presentadoras y colaboradoras de televisión Rocío Carrasco y Alba Carrillo. A pesar de la tensión que puede vivirse en las pruebas, “el espacio tiene que inspirar tranquilidad y descanso. Es como una reunión en el campo, con gente cercana con la que festejar”, contaba a este diario en su día Ana Ansola, directora de una de las ediciones anteriores del programa producido por Boxfish TV.
Es uno de los formatos más exitosos de la televisión en las islas. Y uno de los grandes baluartes de su poder blando. En geopolítica se emplea este término para analizar la habilidad que tiene un Estado de influir en otras naciones evitando el uso de la fuerza, valiéndose en su lugar de medios más sutiles, como su cultura o su cultura popular. Con sus participantes superándose a sí mismos entre pralinés, barillas, coloridas magdalenas y entrañables moldes, el concurso vende ante el resto del mundo una imagen idílica del modo de vida británico y de la relevancia del concepto “ser británico”, como hizo también la serie Downton Abbey.
The Great British Bake Off estrenará este año su temporada número 15. En sus primeras entregas llegó a congregar a 16 millones de espectadores ante la pantalla. Desde entonces, ha saltado a la cadena privada Channel 4 y ha vendido sus derechos de adaptación a 35 países, que han generado en total más de 1.500 programas hasta la fecha. En muchos mercados de habla inglesa puede verse su versión original a través de las plataformas de contenido a la carta. Además, ha dado pie a dos curiosos programas paralelos, en los que los aspirantes compiten igualmente por demostrar su talento manual. Uno de ellos trata sobre costura, que también ha adaptado Televisión Española (Maestros de la costura), y el otro es una versión centrada en la alfarería, que de momento solo ha dado el salto a Canadá.
En La 1, la trayectoria del programa presentado por Paula Vázquez ha sido ascendente en términos de audiencia. Del 9,8% de cuota media de pantalla que obtuvo el día de su estreno, el pasado 11 de enero, ha ido creciendo de forma paulatina hasta alcanzar el 12,1% de su semifinal, emitida el 19 de marzo y varios puntos la media de la cadena. Este miércoles, se enfrentará previsiblemente en el horario nocturno frente al cine de Antena 3 y el último debate de La isla de las tentaciones, que ha liderado hasta ahora en este día de la semana.
Esta edición comenzó con 14 aspirantes famosos sometidos al escrutinio de un jurado más amable de lo habitual, formado por Eva Arguiñano, Paco Roncero y el argentino Damián Betular. Su objetivo era prologar el éxito del otro programa estrella del canal, MasterChef Celebrity. Entre ellos, figuraban nombres del mundo de la música como Azúcar moreno, del deporte, como los hermanos Julio y Patxi Salinas, y humoristas como Yolanda Ramos y Manolo Sarriá. También ha competido en él, además de las finalistas Rocío Carrasco y Alba Carrillo, la presentadora Terelu Campos. Las tres llegaban directamente de la parrilla de Telecinco. Ese ha sido uno de los muchos puntos de fricción entre la que era presidente interina de RTVE, Elena Sánchez, reacia a este tipo de fichajes, y el director de Contenidos Generales de la corporación, José Pablo López. Esa tensión permanente a la hora de entender cómo debía enfocarse el entretenimiento en la cadena pública ha provocado a finales de marzo el cese de ambos.
Aunque en otros países Bake Off ya va por su décima temporada, le ha costado más hacerse un hueco en la programación española. Y no ha sido porque la audiencia no haya respondido. Cuando llegó a Cuatro en marzo de 2019 con Jesus Vázquez al frente y concursantes anónimos lo hizo con cifras superiores al 8% de share, lo que suponía un gran dato para la segunda cadena de Mediaset. La adaptación cumplía con los básicos del formato. Un jubilado de Murcia, una psicóloga veinteañera de Barcelona, un camarero madrileño y una hostelera de Guipúzcoa competían en una gran carpa situada en un idílico enclave rodeado de naturaleza. Pero, a pesar de su buen rendimiento, cambió de día hasta dos veces en su primer mes de emisión, de los miércoles a los martes y de los martes al domingo. Su audiencia se resintió y, a pesar de lograr una media (5,6%) superior a la de la cadena, no renovó.
Prime Video le dio una segunda oportunidad a finales de 2021 y encargó a Boxfish TV una edición con famosos. Quizá animados por el hecho de emitirse en una plataforma en vez de en una cadena en abierto, algunos nombres inesperados aceptaron participar en él, como la exministra del Partido Popular Esperanza Aguirre, que formó una impagable pareja cómica con la youtuber Esty Quesada, y el músico James Rhodes. De nuevo, explotó el buen rollo y la belleza tanto en la mesa como en su entorno, grabado en los Claustros de Ayllón, que alberga las ruinas de un antiguo monasterio franciscano en la provincia de Segovia. Su gran atractivo, además de su tono amable, fue su duración, de menos de 50 minutos por episodio. Es muy inferior a sus versiones en Cuatro y La 1. “Me he reído, me he entretenido, no me ha ofendido ni incomodado ningún comentario impertinente, ninguna estupidez de ningún concursante”, celebraba la crítica televisiva Mariola Cubells en este periódico.
Su llegada a una plataforma de streaming abrió la puerta a una tendencia ahora consolidada, el salto de los contenidos de la televisión lineal a la televisión a la carta, de emisiones en directo como Operación Triunfo también en Prime Video, a otros formatos de telerrealidad como Traitors en HBO Max a series diarias como la próxima Regreso a Las sabinas de Disney Plus+. A pesar de que la filial española de la plataforma deseaba una segunda temporada al sentirse satisfecha con los resultados, no logró la aprobación de la matriz internacional y Bake Off España volvió a quedarse en el limbo hasta que Televisión Española decidió darle una nueva oportunidad que ha dado buenos resultados a la cadena.
Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.