Eliseo, un monstruo con tres cabezas para ‘El encargado’
La serie creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat explora en su tercera temporada nuevas capas del maquiavélico portero que interpreta Guillermo Francella
“Te está mirando Eliseo, te está mirando detenidamente”. Guillermo Francella recibe a EL PAÍS con esta inquietante frase en una videollamada. El actor interpreta en la comedia argentina El encargado a un maquiavélico portero bonaerense, de nombre Eliseo, experto en manipular el mundo para que las cosas salgan a su gusto. Eliseo observa no solo a la periodista, también a los residentes en el edificio en el que trabaja. C...
“Te está mirando Eliseo, te está mirando detenidamente”. Guillermo Francella recibe a EL PAÍS con esta inquietante frase en una videollamada. El actor interpreta en la comedia argentina El encargado a un maquiavélico portero bonaerense, de nombre Eliseo, experto en manipular el mundo para que las cosas salgan a su gusto. Eliseo observa no solo a la periodista, también a los residentes en el edificio en el que trabaja. Conoce sus costumbres, sus gustos, sus secretos, y lo aprovecha en su propio beneficio. En la primera temporada, utilizó sus retorcidas habilidades para intentar ganarse, uno a uno, a los propietarios para que votaran en contra de la construcción de una piscina que supondría dejarle sin casa y sin empleo. En la segunda entrega, aunó fuerzas con su anterior rival para hacer frente a un enemigo común, una nueva propietaria que sospechaba que en ese inmueble ocurrían cosas turbias. En la tercera temporada (ya están disponibles los dos primeros episodios en Disney+; los cinco restantes llegarán a razón de uno cada semana), Eliseo decide dar un paso más y montar su propia empresa de porteros. Lo que podría parecer un sindicato, en manos de Eliseo adquiere rápidamente unos sospechosos tintes mafiosos. Además, alguien de su pasado regresa para alterar su vida.
Francella defiende a ultranza un personaje que le permite jugar interpretativamente de mil maneras. “Él no muerde si no le muerden, es empático y por eso lo ama la gente”, explica desde una de las ventanas de la videollamada. “Es un personaje que no había transitado, que me hace ponerme capas a mí mismo para explorar cosas nuevas interpretativamente y que me hace sentir muy pleno. Amerita mucho estudio, hay que estudiar mucho la letra. En algunos lugares, el improvisar ayuda. Acá, conspira. Acá, mejor seguir la letra, porque se trabajó mucho el guion”, añade.
Al frente de ese guion están Mariano Cohn y Gastón Duprat, también creadores y directores de esta comedia negra. “Es una serie de personaje, fascina su protagonista. Es un personaje vivo, y a medida que pasan las temporadas asistimos a su evolución mental, sus desafíos, sus inquietudes y cómo evoluciona su cabeza. Cada vez se convierte más en un megalómano, alguien que no necesita a nadie, que no le tiene miedo a nadie, que le gusta jugar al poder”, dice Gastón Duprat en otra ventana de la videollamada. Y de la misma forma que el actor alaba los guiones de la serie, los creadores elogian la interpretación de Francella. “Hay un estándar actoral tan alto que trae Guillermo que eleva la vara al resto del elenco y pone a todos a un nivel muy alto”, comenta Mariano Cohn.
Intérprete y guionistas han trabajado mano a mano en la elaboración del personaje, piedra angular sobre la que se levanta toda la serie. Cohn y Duprat, autores para la televisión de otros títulos recientes como Nada y Bellas artes, idearon la historia y el protagonista teniendo en mente a Francella, con quien ya habían trabajado en la película Mi obra maestra (2018). La retorcida personalidad y su particular modo de ver la vida y las relaciones humanas surgen tras horas de “debates calurosos” entre los tres incluso antes de comenzar con la producción. Cada uno puso algo de sí mismo en Eliseo y en la serie, como explica Gastón Duprat: “Tiene un poco de nuestras tres idiosincrasias, con nuestras diferencias y matices. Guillermo hace con mucha naturalidad eso de pasar en una escena de ser dulce, tierno y cálido a ser vil y malísimo. Mariano tiene una visión de la dirección que es muy detallista, le da mucho valor, y hace que muchas veces nos digan, y es un placer, que empiezan a ver algo y ya saben que es nuestro. Y yo aporto un punto de vista de la realidad muy crítico, muy analizado. Entre los tres armamos este monstruo”.
Esa habilidad interpretativa de Guillermo Francella que describe Duprat la subraya también Mariano Cohn: “Tiene una picardía a la hora de actuar que es impredecible. Desde el momento en que vamos a filmar, nos apoyamos en eso y damos por seguro que va a suceder. Es algo muy propio de Guillermo, que para mí es el número uno mundial haciendo eso, no solo en Argentina. Cuando salimos a filmar, siempre sabemos que tendremos ese esprint final, esa picardía que hará que la escena se termine llenando de un montón de cosas extra que aporta el actor en el momento”.
Si la primera temporada despertó críticas por parte de algunas asociaciones de porteros por la imagen que ofrecía de ellos, los nuevos capítulos ya habían comenzado a levantar polvareda aún antes de estrenarse. “Uno de los temas de discusión nacional ahora es hasta qué punto los sindicatos [en pie de guerra contra Milei] influyen en la escena argentina. Esta temporada se mete de lleno en este asunto y seguramente vamos a tener que poner un número de atención al cliente para recibir los reclamos”, dice Mariano Cohn con una sonrisa irónica. “Ya hemos recibido llamadas y presiones desde antes de que salga la serie”, añade. Sin embargo, Duprat no cree que, más allá de ese aspecto, la actualidad política y social argentina afecte a su serie. “Nosotros no estamos buscando que implique o simbolice cosas, es una serie de comedia filosa que tiene éxito en muchos países del mundo, no está dedicada al contexto argentino”.
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