El huracán ‘Francine’ toca tierra en Luisiana como ciclón de categoría 2
La tormenta se fortaleció a lo largo de la noche y mañana sobre las aguas del Golfo de México y amenaza con causar inundaciones, vientos destructivos y apagones generalizados
Francine ha tocado tierra en Luisiana en la tarde de este miércoles como huracán de categoría 2. La tormenta, que se fortaleció a lo largo de la noche y de la mañana sobre las inusualmente cálidas aguas del Golfo de México, trae fuertes rachas de viento, marejadas peligrosas y posibles inundaciones repentinas. Francine azotó Terrebonne Parish, a unas 70 millas (110 km) al sureste de Nueva Orleans, anunció el Centro Nacional de Huracanes a las 16.00 horas hora central. Con vientos máximos sostenidos cercanos a las 100 mph (155 kph), el séptimo huracán de la temporada se estrelló en una región costera frágil que no se ha recuperado completamente de una serie de huracanes devastadores en 2020 y 2021. Con las condiciones que trae el huracán, la formación de tornados también es posible.
La zona estuvo bajo alerta toda la mañana, durante la cual el centro meteorológico emitió avisos por marejada ciclónica para prácticamente toda la costa del llamado Estado del Pelícano y la frontera entre Misisipi y Alabama, aunque las inundaciones causadas por estas marejadas podrían extenderse hasta la frontera de Alabama con Florida. El centro advierte de que en algunas localidades las marejadas podrían alcanzar los 10 pies.
Desde el martes en la mañana, la que todavía era una tormenta tropical estaba empapando partes del extremo sur de Texas con lluvia y fuertes rachas de viento, antes de cambiar rumbo hacia el noreste a través del golfo de México. Allí, con más agua para fortalecerse a lo largo de la tarde y noche, se convirtió oficialmente en huracán. Aunque al tocar tierra se espera que se limite la fuerza de la tormenta, las lluvias torrenciales, vientos y marejadas potencialmente mortales amenazan con inundar carreteras y causar daños profundos en edificios, así como causar cortes de electricidad generalizados. Estos riesgos están aumentados porque muchas de estas zonas recibieron bastante lluvia a causa de un sistema no tropical la semana pasada, lo que significa que será necesaria menos agua ahora para que se causen inundaciones repentinas.
Según las previsiones meteorológicas, se espera que Francine deje precipitaciones de entre 4 y 8 pulgadas (10 a 20 cm), alcanzando las 12 pulgadas localizadas (30 cm) en zonas del sureste de Luisiana, Misisipi, el sur de Alabama y el Panhandle de Florida a lo largo de este miércoles hasta el jueves por la noche. Estas cantidades de lluvia podrían desatar inundaciones repentinas y urbanas. Hasta esta mañana, Lafayette, Baton Rouge y Nuevo Orleans son algunas de las ciudades en Luisiana donde hay mayor riesgo de inundaciones repentinas. También se espera que lo que quede de Francine tras su paso por Luisiana afecte a partes del sudeste del país hasta el norte de los valles bajos de Ohio y Tennessee durante el fin de semana.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, declaró el estado de emergencia en el Estado desde la noche del lunes y el presidente Joe Biden aprobó la noche de este martes una declaración a nivel federal con el fin de desbloquear más ayuda gubernamental para responder y reaccionar a los estragos que deje el huracán. Durante la jornada del martes, los residentes de la costa de Luisiana se estuvieron preparando para la llegada del sistema, rellenando sacos de arena, comprando gasolina de reserva y abasteciéndose de insumos básicos para enfrentar la tormenta. Landry indicó a sus residentes, especialmente en el sur de Luisiana, que tenían una ventana de 24 horas para “cerrar las compuertas”, y que una vez la tormenta tocara tierra, se quedaran en sus hogares o sitios seguros, en lugar de salir y ponerse en mayor riesgo. A algunos residentes en la zona costera se les ordenó evacuar.
Según la base de datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, 57 huracanes han tocado tierra o han pasado por Luisiana como huracanes desde mediados del siglo XIX hasta 2023. Esto supone una media de un huracán cada tres años. Entre ellos, hace 19 años Katrina devastó Nueva Orleans y la zona aledaña, dejando casi 1.400 muertos y decenas de miles de damnificados. Fue la tormenta más costosa de la historia del país, y Luisiana nunca se ha recuperado del todo del éxodo y dolor que causó.