El potencial de América Latina requiere una mayor inversión en educación e infraestructura
En la primera charla del Simposio del Consejo de las Américas 2024, jefes para la región de empresas como PepsiCo o Latam, entre otros, han abordado cómo los avances tecnológicos pueden abrir nuevas vías de desarrollo
Los recursos naturales de América Latina y el potencial de los recursos humanos dibujan un escenario prometedor para los inversores en la región, pero la falta de infraestructuras y un déficit en la educación son barreras que han frustrado el desarrollo económico. Así lo han puesto de manifiesto los líderes empresariales que han participado en el 2024 Simposio del Consejo de las Américas (COA), que se ha celebrado hoy en Miami, Florida.
En esa línea, Roberto Alvo, el presidente de LATAM, la mayor aerolínea de la región, calificó de “frustrante” el estado actual en la región porque no se aprovechan esos recursos y planteó que es el momento de ponerse manos a la obra para sacar partido de ello. “El potencial de América Latina es increíble, con 650 millones de personas, el doble de la población de Estados Unidos, y los recursos humanos son infinitos”, subrayó el empresario. Pero esas oportunidades siguen sin aprovecharse.
Alvo recordó, por ejemplo, cómo en su país natal de Chile en los años 90 las discusiones giraban en torno a si el crecimiento de la economía nacional sería del 6% o 7%, dependiendo de si el Banco Central mantendría los tipos de interés por encima del 1%, “mientras que hoy batallamos por un crecimiento del 2%” en solo este país.
Los avances tecnológicos, sin embargo, y su aprovechamiento abren vías para impulsar el desarrollo de América Latina. En ello coincidieron los participantes de un panel sobre el potencial de la región en el escenario global, que destacaron la necesidad de formar a la población para ocupar trabajos más profesionales. “Entrenamiento y desarrollo es una agenda enorme”, afirmó Paula Santilli, presidenta para América Latina de PepsiCo, al referirse a los retos que deben enfrentar las empresas. “Recibimos millones de curriculums y publicamos millones de puestos al año, pero la gente no trae la preparación que necesitamos”, señaló.
La falta de preparación es consecuencia de las desigualdades sociales de América Latina, más acentuadas que en otras partes del mundo y detonante de un desarrollo económico y humano por debajo de sus posibilidades. Santilli mantuvo que es tarea de las grandes empresas que invierten en la región mejorar la situación de la base de la población. “Merecen tener transporte adecuado, educación adecuada y, ciertamente, aquí es donde entramos todos nosotros”, afirmó. Santilli aseguró que los 80.000 puestos de trabajo directos que PepsiCo ha creado en América Latina contribuyen a ello. “Cuando llegamos a cualquier comunidad, creamos educación, capacitación, desarrollo y oportunidades profesionales como ninguna otra fuente”.
A la educación se suma la necesidad de mejorar las infraestructuras para sacar mejor provecho del avance tecnológico, un desencadenante de “potencial económico”, sostuvo Santilli, que puso como ejemplo el hecho de que, gracias al wifi, se pueden recibir pedidos desde el centro de la selva de Amazonas. Las asociaciones público-privadas son, en su opinión, necesarias para abordar el avance “que protegerá a nuestros ciudadanos en los próximos 25 años”.
La infraestructura y tecnología son dos factores sin los que el desarrollo de la región no es posible, según reiteró Cristina Palmaka, presidenta de la empresa tecnológica SAP en América Latina y el Caribe, quien aseguró que hay muchos avances en este terreno en los países latinoamericanos. “Es sorprendente cuánta innovación hay en el día a día y cuánta sostenibilidad vemos en todos los ámbitos. Tengo clientes en toda la región, y lo que hacen y cómo lo usan, la sostenibilidad, la tecnología, la innovación y la conectividad ya están disponibles”, dijo.
La amenaza de Trump
Uno de los factores que pueden afectar las inversiones en América Latina es el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y las consecuencias económicas y sociales que pueda derivarse de ello.
Ariane Ortiz-Bollín, vicepresidenta y senior credit officer para Estrategia de Crédito e Investigación en América Latina de Moody’s, advirtió de las consecuencias negativas que puede tener una victoria de Donald Trump frente a Kamala Harris. “El gran contraste con Harris es que con Trump, hemos visto amenazas de aranceles generales, y si se implementan, serían perjudiciales para los flujos comerciales, para los flujos globales, el crecimiento global, y eso, a su vez, afectará negativamente a los países latinoamericanos”, sostuvo.
Además, la masiva deportación que promete el candidato republicano si vuelve a ocupar la Casa Blanca es también motivo de preocupación para las economías latinoamericanas porque cortaría uno de los grifos de ingreso, como son las remesas que los migrantes envían a sus familias en sus países de origen. La deportación que anuncia de unos 11 millones de personas plantea problemas logísticos y diplomáticos, pero aun así, Ortiz-Bollin cree que es posible que se lleve a cabo.
No obstante, sus cálculos son que cualquiera de los dos contendientes va a actuar contra la inmigración, lo que afectará a los países latinoamericanos. El hecho de que Estados Unidos exija a los Gobiernos de México y otros países contener el flujo de personas que quieren llegar al norte puede crear tensión con Washington.
Por ello, el desenlace de las elecciones en Estados Unidos es motivo de preocupación. Ortiz-Bollin afirmó que debido al panorama actual de crispación política cuentan con que pueda haber “protestas y retrasos en el resultado. Y esto podría poner a prueba a las instituciones”. El hecho de que, a pesar de todos los fallos judiciales que lo contradicen, Trump continúe manteniendo que hubo fraude en las elecciones de 2020, en las que Joe Biden le ganó, predice un escenario similar en caso de que vuelva a perder.
Otra fuente de fricción es la relación que América Latina tiene con China y la creciente inversión del gigante asiático en la región, donde, de momento, Estados Unidos sigue siendo el mayor inversor. Maria Lurdes Terán, vicepresidenta de AS/COA en Miami, reconoció que debido a las crisis desencadenadas en Ucrania y Oriente Medio, la distancia de América Latina y la neutralidad política, la región ha experimentado un aumento de la inversión extranjera. Terán defendió el papel global que puede desempeñar porque “con el 40% de los minerales críticos y los recursos necesarios para crear energía no es posible un planeta verde sin América Latina”.