Vídeo | Corbicyclette: El vehículo que transporta féretros a pedales
La compañía francesa ‘Le Ciel & la Terre‘ da un servicio fúnebre ecológico que ha despertado la curiosidad de los parisinos
Isabelle Plumereau pedalea por París en la Corbicyclette, una bicicleta funeraria para transportar féretros de forma ecológica. La parisina comenzó hace 15 años en el sector funerario ”un poco por azar”: buscaba “dar sentido” a su trabajo y, como broma, una amiga le propuso entrar en ese ámbito. «La idea de unir un coche fúnebre y una bicicleta para mí es algo de sentido común. En Francia hablamos de movilidad sensible cuando usamos la bici y, si hay un día en el que hace falta sensibilidad, es el día en el que acompañamos a alguien a quien queremos en su dolor», explica la propietaria de la funeraria ‘Le Ciel & la Terre’.
La empresaria admite que el concepto de la bici fúnebre no es suya, ya que existía en otros países como Dinamarca. “Quería innovar en los servicios que ofrecemos a las familias así que busqué ideas, cosas que pudieran ser útiles”, explica la parisina. La idea la encontró por internet y comenzó a diseñar su propia bicicleta, con un diseño estable y cuidado que protegiera su preciado cargamento. Corbicyclette es una palabra inventada por ella para unir ‘corbillard’ (coche fúnebre) con el vehículo a pedales. Nombre que ha comenzado a llamar mucho la atención en las calles de París, donde el uso de la bicicleta se ha disparado en los últimos años.
Cómo podemos ver en el vídeo que acompaña esta noticia, el vehículo funciona «a base de músculo», destaca la parisina, cuenta con asistencia eléctrica y tiene una plataforma delantera sólida sobre la que se coloca el féretro. Con ella, se ofrece una alternativa silenciosa y no contaminante por lo que la Corbicyclette “no tiene vocación de reemplazar un coche fúnebre tradicional” ya que tiene unos límites de distancia y carga de transporte. De hecho, muchos parisinos ya han despertado su curiosidad por este original vehículo y le han contactado “porque es un enfoque de sobriedad que les interesa”, cuenta Plumereau.