Amparo Pamplona: “Se me ofreció hacer cine con la condición de desnudarme y dije que no”
La actriz, una de las caras más conocidas de la escena teatral española, se sienta en la silla de ‘Un íntimo consejo’ para dialogar con su juventud y llevar a cabo reflexiones que sirvan de guía a las nuevas generaciones
La voz grave y las ideas claras. Amparo Pamplona (Madrid, 1949) es una de esas actrices que lo fue desde siempre. “Con unos siete años, siendo, todavía, muy pequeña”, recuerda, “ya tenía algunos papeles en películas que dirigía mi padre”. En la presente entrega de ‘Un íntimo consejo’, Pamplona se somete a un complicado ejercicio: introducirse en las pieles de la niña y de la adolescente que fue, aconsejarse teniendo en cuenta todo lo que ya ha vivido y comprobar si, tras el paso de los años, se reconoce en aquella incipiente María Amparo.
En la entrevista sobre estas líneas, Amparo Pamplona reflexiona acerca de varios lances de su vida, aunque sus palabras son aplicables a cualquiera. “No permitas que nadie, con la excusa de un amor mentiroso y falso, intente modificar tu futuro artístico”, asevera. También habla de cuando, siendo todavía muy joven, le ofrecieron hacer cine. “Eso sí”, apunta: “Condición sine qua non tenía que desnudarme”. Declinó y ahora, al cabo de los años, no se arrepiente.
La madrileña también repasa la lucha tradicional de los actores y actrices de teatro —el “hermano pobre” del cine— por unas condiciones laborales justas, que se consiguieron “a base de ponernos flamencos, de muchas detenciones y de mucho sacrificio”.
Así las cosas, Pamplona se une a otras figuras conocidas como José Luis Rodríguez Zapatero, Loles León o Miguel Rellán, que también sometieron a su “yo” más primigenio al juicio, siempre cariñoso, de su presente.