Lébed asegura que Borís Yeltsin está muy enfermo y debe dimitir
El general Alexandr Lébed, ex secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, manifestó ayer que el presidente Borís Yeltsin está "muy enfermo" y merece "compasión cristiana", pero debe presentar la dimisión y retirarse a descansar para no transformar el "drama" de su salud en una "tragedia para todo el país". Lébed hizo estas declaraciones a la emisora El Eco de Moscú en vísperas de la reincoporación oficial del presidente a su trabajo en el Kremlin tras la operación que sufrió el 5 de noviembre.
En la práctica, Yeltsin, ganador de los comicios presidenciales el pasado 3 de julio, comienza su mandato hoy con casi seis meses de retraso. La valoración de Lébed sobre la salud de Yeltsin coincide con informaciones de medios próximos al presidente según los cuales Yeltsin "no está capacitado para dirigir el país" debido a su mala salud, y concretamente a los progresos de la esclerosis que padece.En el Kremlin, el optimismo que siguió a la intervención quirúrgica está dejando paso a la inquietud a medida que se advierte un supuesto avance de síntomas que algunos interpretan como senilidad: lentitud de reflejos, pérdida de memoria, reiteración de los mismos conceptos, simplificación infantil de algunos problemas.
Este estado de cosas parece haber reavivado las esperanzas de los que aspiran a suceder a Yeltsin, entre ellos el general Lébed, que esta semana aborda la fundación de su propio partido, y el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov. Ambos son declarados adversarios de Anatoli Chubáis, el jefe del Gabinete presidencial.
Lébed, que está seguro de vencer si hay comicios presidenciales anticipados, aludió ayer a Chubáis, al que calificó de "regente" que se aprovecha de la mala salud de Yeltsin. Chubáis dijo ayer que el presidente vuelve dispuesto a trabajar enérgicamente. Una de las primeras informaciones que Yeltsin puede tener sobre la mesa de su despacho del Kremlin serán los resultados de las elecciones de 15 gobernadores provinciales que se celebraban ayer. Alexéi Lébed, el hermano del general, se presentaba como favorito al puesto de gobernador de la región de Jakasia, en Siberia.
Medios informados aseguran que Tatiana, la hija de Yeltsin, quiere acompañar a su padre al Kremlin para ayudarle y seguir actuando como "filtro" de visitantes. Los deseos de Tatiana de dedicarse a la política son aparentemente apoyados por Chubáis y el equipo de financieros que invirtió en la campaña presidencial de Yeltsin.
Lébed ha afirmado a la televisión alemana ZDF que Yeltsin ha vuelto a beber, pese a la prohibición de los médicos. El secretario de Prensa del máximo mandatario ruso, Serguéi Yastrzhembski, ha declarado al semanario Komersant Weekly que Yeltsin ha sido autorizado a beber cerveza y ha sustituido ya la cerveza sin alcohol por dos marcas rusas. También dijo que el presidente podrá festejar el Año Nuevo con champaña y que se disfrazará de Papa Noel. Yeltsin debía regresar ayer a uno de sus domicilios en las afueras de Moscú.
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