Rebelión serbia contra la mezquita de Banja Luka
Miles de manifestantes serbios trataron ayer sin éxito de impedir la colocación de la primera piedra para la reconstrucción de la mezquita de Ferhadia, en Banja Luka (Bosnia), que fue destruida por los serbobosnios durante la guerra (1992-1995). Varios centenares de policías antidisturbios impidieron con cañones de agua y gases lacrimógenos que los manifestantes se acercaran a la plaza donde se celebraba la ceremonia lanzando piedras y palos contra los agentes para intentar romper el cordón establecido a unos 400 metros. Algunos agentes resultaron heridos y una decena de manifestantes fueron detenidos. El alcalde de Banja Luka ordenó el cierre de bares y restaurantes próximos a la mezquita.
El primer intento de colocación de la piedra inaugural fue frustrado el pasado 7 de mayo por unos disturbios antiislámicos en los que una persona resultó muerta y otras 30 heridas. Pese a los incidentes de ayer, la ceremonia se llevó a cabo en presencia de altos cargos de la entidad bosnia de serbia y funcionarios bosnios e internacionales.
La primera piedra del simbólico edificio fue colocada por el líder de la comunidad islámica bosnia y jefe de los ulemas, Mustafá Ceric. 'Éste es un acto que llevará al aumento de la tolerancia en Bosnia y a una mayor confianza en la posibilidad de convivencia', declaró Ceric tras depositar la piedra en el mismo lugar donde el 7 de mayo de 1993 los ultranacionalistas serbios volaron con explosivos el antiguo templo. La mezquita fue construida en 1579 por un pachá islámico y era uno de los monumentos más valiosos de la cultura islámica en Bosnia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.