Juan José Nieto (NK5): “Pérez-Reverte me parece un autor muy ameno”
El que fuera presidente de Telefónica Media se define como una persona “metódica y de rutinas”. Ahora dirige una firma especializada en reestructuraciones de empresas. En su opinión, lo más parecido a la felicidad plena es tomarse un ‘gin tonic’ junto a su familia tras un día en la playa
Juan José Nieto (Alicante, 1967) acumula una dilatada experiencia profesional. Empezó en 1990 en Goldman Sachs, fue consejero delegado de Antena 3 y presidente de Telefónica Media, Service Point y Grupo Baux, entre otras compañías. En 2015 fundó la firma NK5, especializada en reestructuraciones de empresas. Junto a sus proyectos profesionales, vuelca su energía en su fundación, que apoya a jóvenes en riesgo de exclusión.
Pregunta. ¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
Gira mucho en torno a estar con mi familia. Tenemos cinco hijos y siempre buscamos la manera de vernos y compartir tiempo juntos. Una tarde de verano después de un día tranquilo de playa, habiéndonos divertido, un gin tonic en mano es, quizás, lo más próximo que conozco a la felicidad perfecta.
Respuesta. ¿Cuáles son sus aficiones cuando está fuera de la oficina?
Me encanta pasar tiempo con nuestro amplio grupo de amigos y disfrutar de su compañía siempre que podemos. Además, trato de hacer ejercicio casi todos los días. También disfruto viendo galerías de arte y exposiciones allí donde estemos y especialmente aprovechando la gran oferta cultural de Madrid. En invierno intento esquiar tanto como puedo desde que abren la estación a la que solemos ir.
P. ¿Cuántas horas necesita dormir?
R. Soy bastante metódico y de rutinas establecidas. Entre semana diría que intento dormir seis horas. Tener hábitos fijos me ayuda a arrancar el día. El fin de semana trato de pescar alguna más y recuperar horas de descanso.
P. ¿Qué aplicaciones son las que más usa en su teléfono móvil?
R. Cada vez hago menos llamadas y uso más WhatsApp, ya que me permite comunicarme de forma directa, ir al grano más fácilmente y atender temas varios al mismo tiempo.
P. ¿Qué grupos o tipo de música no pueden faltar en su playlist?
R. Soy de música de fondo sobre todo haciendo deporte o conduciendo. Me gustan mucho artistas americanos y británicos de los años 70 y 80. Como artistas fuera de ese grupo disfruto mucho con Bebel Gilberto y especialmente con Jorge Drexler.
P. ¿Recomienda algún libro que haya leído recientemente?
R. Estoy acabando de leer Oligarquía de Jeffrey Winters, un libro interesante y ameno, aunque también denso, sobre la construcción y evolución de los diferentes tipos de oligarquías y cómo se han transformado o adaptado con el tiempo. En cuanto lo acabe, la última novela de Arturo Pérez-Reverte -La Isla de la mujer dormida- será mi próxima lectura. He leído muchas de sus obras y me parece un escritor muy ameno y documentado, que siempre logra situarte de lleno en las escenas y entornos que describe.
P. ¿Es aficionado a las series de televisión? ¿Cuáles son sus favoritas?
R. No de forma compulsiva. Quizás paso más tiempo buceando en qué ver y a veces no llego a encontrar nada que me enganche. He llegado a la conclusión de que es preferible seguir las recomendaciones que puedes leer en las secciones correspondientes de un periódico para decidir. La última serie que he visto y que recomiendo es Un Caballero en Moscú. Anteriormente seguí con interés las dos temporadas de la serie Teherán que tocan temáticas trepidantes y muy de actualidad entre Israel e Irán.
P. ¿Qué viaje guarda con más cariño? ¿Qué destinos tiene pendientes?
R. Durante varios años, mi mujer y yo y en alguna ocasión con algún hijo solíamos pasar el puente del Pilar en Nueva York. Tengo grandes recuerdos de aquellos viajes que hicimos durante al menos 15 años. Hacemos muchas escapadas de fin de semana por Europa y normalmente un viaje al año con todos mis hijos, que mi mujer prepara con mucho detalle y lista de actividades. El último, que tuvo como destino Egipto, dejó el listón muy alto. Nos quedan por descubrir algunas partes de Asia. En el tintero dejamos también hace algunos años un viaje a Rusia que nos apetecía mucho y que se congeló por la covid.
P. ¿Le gusta la gastronomía? ¿Qué restaurantes suele elegir para comidas de negocios? ¿Y para comidas de amigos o familiares?
R. Me gusta mucho salir a restaurantes y disfrutar de todo tipo de cocinas. Soy bastante abierto a probar nuevos sabores y platos. Suelo descubrir lugares nuevos, ya sea con amigos o en comidas de negocios. En estas últimas, uno de mis sitios preferidos es O’Pazo, donde Antonio, el jefe de sala, y su equipo siempre me atienden de maravilla y conocen bien mis preferencias. Con mi familia, que también es apasionada de la buena comida, disfrutamos de los restaurantes de carnes, que en Madrid ofrecen cada vez una selección mejor.
P. ¿Qué consejo le han dado que tiene siempre presente? ¿Qué consejos le gusta dar?
R. Tengo presentes muchos consejos dados, escuchados o leídos que tienen que ver con cómo conducirte y en muchos casos, los apunto para releerlos o reflexionar. Quizás el más presente es uno muy simple: “pasito a pasito camino mi camino”. De los consejos recibidos -y agradecido por ello- “se aprende y avanza desde la adversidad” y siempre todo aquello que me lleve a cultivar más mi disciplina y tesón o practicar el ser agradecido. En realidad, no soy de dar consejos, me parece engreído, pero puedo ofrecer puntos de vista si me los piden, siempre tratando de razonarlos.
P. Desde la atalaya de NK5, ¿cómo ha evolucionado el tipo de empresas españolas en dificultades que acuden a su firma en busca de ayuda? ¿Los problemas que enfrentan las compañías son ahora diferentes?
R. Diría que la labor que realiza NK5, tanto reestructurando compañías en dificultades financieras como adquiriéndolas, ha ido madurando y especializándose con el tiempo. No ha sido una evolución diferente a lo que han experimentado otros campos del mundo de las finanzas a lo largo de los últimos 25 ó 30 años. La crisis del 2008-2015 trajo circunstancias inéditas y de supervivencia para muchas compañías, y, más recientemente, la covid también ha vuelto a ser un momento de gran inflexión. Hoy las compañías y de forma destacada las que tienen más tamaño han ido anticipando sus problemáticas tratando de buscar soluciones pronto. No es menor que el muchas veces injustamente criticado sector bancario haya avanzado también en la búsqueda de soluciones para buenas empresas que atraviesan momentos difíciles con equipos cada vez más especializados y profesionales.
P. ¿Qué características considera esenciales en un buen líder? ¿Cómo mantiene la motivación en momentos de adversidad?
R. La primera característica que debe tener una gran compañía o un proyecto empresarial que aspire a serlo es elegir un presidente que diseñe la composición del Consejo y contar con un buen consejero delegado que lleve las riendas. El consejero delegado debe trabajar con un consejo cuya misión principal sea supervisar y apoyar la gestión para poder cumplir con la estrategia que se decida. Con demasiada frecuencia, los proyectos fallan por disputas dentro y desde el consejo, a menudo derivados de problemas entre accionistas y sus consejeros propuestos que no saben que su única misión es defender el interés de esa compañía. Las empresas no solo se hunden por la mala gestión del equipo directivo, también por circunstancias externas, así como por falta de anticipación o adaptación. Un consejo con un presidente que marque la agenda y se mantenga implicado y centrado en la compañía, con un consejero delegado competente al mando, puede superar casi cualquier desafío. Por lo tanto, elegir bien un consejo con experiencia y trayectorias complementarias en torno a ese proyecto común que es la compañía y que debe ejecutar un consejero delegado, responsable de traer los resultados, resulta clave.
P. También es fundador de Fundación AYO (Accelerating Youth Opportunities) ¿Por qué decidió lanzar este proyecto? ¿Ha sido uno de sus grandes logros?
R. Puse en marcha una iniciativa social que ha acabado siendo la Fundación AYO, a partir de sentir que quería y debía hacer algo por los demás. No solo con apoyo económico sino también implicándome. Decidí centrarme en gente joven en riesgo de exclusión y tratar de establecer dinámicas que ayuden a ofrecerles oportunidades, seguridad y, en definitiva, mostrar el potencial y la fuerza que todos tenemos. Basta con que a veces tengamos un poco de apoyo, herramientas y la compañía de los demás. Creo firmemente en dar y en ser agradecido y, en este sentido, Fundación AYO me llena de satisfacción. Fue una idea que arrancó en 2014 desde inquietudes personales por el entorno difícil en el que vivimos durante esos años y que, poco a poco, fue tomando forma y sentido. Actualmente, cuenta ya con más de 200 colaboradores. Tener la sensibilidad y la responsabilidad de ayudar a los demás es algo que todos y cualquier profesional debería practicar con frecuencia. Pocas cosas hay más reconfortantes y lo digo hoy desde el conocimiento. Fundación AYO es, sin duda, un proyecto social en plena fase de crecimiento. Representa el proyecto más importante que he puesto en marcha y espero que perdure durante largos años como muestra de que, cuando realmente quieres algo, puedes lograrlo.
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