El flamenco también es cosa de mujeres
La Peña Femenina de Huelva cuenta ya con 85 socias tras rebelarse contra la discriminación
'A las claritas del día un fandango yo escuché. A las claritas del día y llorando terminé, porque el fandango que oía me recordaba a Rengel'. Carmen Walls, casada, de 49 años, autora de este fandango, es una de esas mujeres andaluzas que se resiste a pensar que el flamenco es cosa de hombres y, por eso, preside desde hace casi nueve meses la Peña Cultural Flamenca Femenina de Huelva.
Ocurrió en 1983. Entonces, el templo del cante en la ciudad, la Peña Flamenca de Huelva, cerraba sus puertas a las mujeres porque la junta directiva consideraba que ellas no se tomaban en serio las veladas, que no valían para escuchar, para sentir, que se aburrían. Un grupo de 13 féminas se rebelaron y decidieron crear una peña propia que, durante varios años, fue tomada en broma por los más ortodoxos. Pero ellas demostraron, día a día, noche a noche, que el arte no tiene sexo.
Ahora, la Peña Femenina, situada en el número 10 de la calle Pablo Ruiz Picasso de la capital onubense, cuenta entre sus filas con 85 socias y un cuadro de cante, compuesto por 11 voces, que se ha codeado con los grandes, como Enrique Morente, José Mercé, Carmen Linares o Aurora Vargas. 'El flamenco es de todos los que sientan, hombres y mujeres. Una puerta abierta a todo el mundo', explica Carmen Walls.
Durante los inicios de aquella valiente andadura, las mujeres se reunían en un conocido restaurante de El Conquero, situado en la zona más alta de la ciudad. 'Allí, un día a la semana, se encontraban para organizar y tratar de parir un proyecto que se preveía condenado'. En 1985, la Peña Femenina consigue una sede, la actual, y comienza a captar socias, mujeres que sí sabían sentir.
La presidenta defiende a la institución: 'nosotras hemos demostrado un respeto total, algo que no ocurre en otras peñas. Cuando comienza el flamenco se hace un silencio total en la sala, se crea el ambiente ideal. Nadie hace ruido. Somos un ejemplo a seguir'. Las puertas de la Peña Femenina se abren todos los jueves del invierno y no se cierran hasta altas horas de la madrugada.
Los estatutos permiten la entrada a los hombres, al igual que ocurre desde hace dos años con las mujeres en la Peña Flamenca de Huelva, pero ninguno de ellos se hace socio. 'Es algo normal que nosotras respetamos', asegura Walls sonriendo. Las mujeres flamencas llevan a cabo numerosas actividades a lo largo del año, entre otras, la escuela de cante, que integra a promesas de entre 15 y 40 años.
Herencia y educación
'Es muy importante la educación en el flamenco, sobre todo entre los más jóvenes, porque es un arte que forma parte de nuestras raíces. Esta manera de sentir la música es propia de Andalucía y todos los que hemos nacido en esta tierra lo llevamos dentro, de una u otra forma. Por eso, se debe mantener la herencia y no dejar que se pierda. Los de Huelva, además, amamos el fandango, que es muy difícil de cantar, pero nosotros tenemos un dejillo que no tienen los demás', dice Walls.
Además, la Peña Femenina organiza un mes cultural, el de abril, que dedica a personajes e instituciones cercanas a la sociedad y amantes del flamenco. Los últimos homenajeados fueron Jesús Quintero, el Servicio de Emergencia Sanitaria 061 de Huelva y el Proyecto Hombre, de lucha contra la drogadicción. 'Nosotras tratamos de rendir un homenaje a todos aquellos que hacen algo importante por los demás', explica la presidenta de la peña.
Walls reconoce que el presupuesto es insuficiente, unas 400.000 pesetas al mes. 'Resulta muy caro traer a nuestra casa cantaores de primera fila'. La peña recibe subvenciones de la Junta y la Diputación, 'pero el Ayuntamiento, por ahora, no ha puesto un duro, porque parece que tiene dinero para otras cosas...', se queja con ironía.
Pero la principal fuente de ingresos es el cuadro de cante: 'Nosotras actuamos sobre todo en la provincia, aunque hemos viajado a Madrid y Barcelona. Yo soy muy ambiciosa y me gustaría que nos escucharan más hacia el centro de España'. Las 11 mujeres de la Peña Femenina han grabado ya dos discos y siguen trabajando. 'Todo por el flamenco. Vale la pena', defiende Carmen Walls.
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