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Una herencia envenenada

El Banco de España mantenía bajo lupa la gestión de Cajasur desde 2005 por los riesgos en el ladrillo y los desmanes de la etapa del cura Castillejo

Rara era la reunión del consejo de administración de Cajasur de los últimos cuatro años en la que no se abordara el seguimiento de las "recomendaciones" realizadas por el Banco de España a esta entidad, controlada por la Iglesia católica. "Hemos estado bajo la mirada atenta del Banco de España", reconoce uno de los actuales consejeros, quien asegura que la "alta concentración inmobiliaria" era el principal lastre de la entidad cordobesa. La dirección de Cajasur ha intentado solventar esta situación heredada de la etapa del sacerdote Miguel Castillejo, que dejó la presidencia en julio de 2005 después de casi tres décadas. "Pero ahora con la crisis no había forma humana de reconducir la situación", añade este miembro del consejo de administración.

Fusión o intervención eran las dos únicas salidas. Cajasur ha conseguido la menos traumática y se unirá con la malagueña Unicaja. La caja cordobesa ha ocupado los primeros puestos en la lista de entidades de crédito con más problemas del país durante los últimos meses. Líderes en morosidad y en concentración de riesgos en el ladrillo.

La Dirección General de Supervisión del Banco de España realizó en 2004 una exhaustiva inspección de la caja. El informe fue remitido al consejo de administración en abril de 2005. Como resultado de aquella inspección, el presidente Castillejo y todo su consejo de administración fueron sancionados por el "incumplimiento de las normas vigentes sobre contabilización de operaciones y sobre formulación de balances, cuentas de pérdidas y ganancias y estados financieros de obligatoria comunicación al órgano administrativo competente". Éstas son algunas de las deficiencias que detectó en 2005 el Banco de España:

- Riesgos inmobiliarios. El supervisor advertía en su informe de 2005 de que el 22% de la inversión crediticia de Cajasur se concentraba entonces en la promoción y compraventa de suelo. Y añadía que un alto porcentaje de las financiaciones tenía un "marcado sesgo especulativo", según fuentes de la caja. En la mayoría de aquellos casos el consejo de administración no era suficientemente informado de las operaciones. La inspección detectó extrañas compras y ventas de suelo que se llevaban a cabo en un mismo día y que se realizaban a través de empresas participadas por Cajasur. El Banco de España también descubrió que tres grupos promotores cordobeses (Arenal, Prasa y Sánchez Ramade) sobrepasaban el límite de concentración de riesgos crediticios del 25% de los recursos propios. Con Arenal, por ejemplo, se llegaba casi al 40%.

La lucha contra esta herencia ha sido una de las prioridades de la dirección de la caja desde la salida de Castillejo. Con la crisis del ladrillo el problema se agudizó, hasta el punto de que en el primer trimestre de 2009 la morosidad crediticia llegó al 7,91%. La entidad tuvo que realizar fuertes provisiones para hacer frente a los créditos impagados y su beneficio cayó un 90% en los tres primeros meses de este año.

- Sociedades participadas.

Una de las prácticas más recurrentes de la última etapa de Castillejo en Cajasur era la creación de empresas participadas junto a promotoras inmobiliarias. El Banco de España advertía en su informe de 2005 del poco control que existía sobre estas sociedades que disfrutaban de un alto nivel de autonomía frente al consejo de administración. Cajasur compartía entonces sociedades -la mayoría al 50%- con Arenal (Arenal Sur 21), Prasa (Prasur), Sánchez Ramade (Sarasur) o Tremon (Tradelia, Tremsur y Sermansur).

El lastre de las participadas todavía perdura. En la memoria de 2008 de Cajasur la entidad reconoce que en el segundo semestre del año pasado la concentración de riesgos con el grupo de empresas llegó al 25,69% sobre los recursos propios, cuando el límite está en el 20%.

- Obra Social. El Banco de España también advertía en su informe de 2005 del descontrol de la Obra Social de Cajasur. El presupuesto aprobado para 2004 ascendía a los 21 millones, de los que 15,6 no tenían un destino detallado al haberse incluido en partidas genéricas. Tras la salida de Castillejo en 2005 la nueva dirección decidió también sustituir al responsable de la Obra Social y se constituyó una fundación para canalizar esta labor.

- Falta de control. El Banco de España también analizó la estructura de Cajasur en 2005. Y recomendó que se modificara la organización general de la caja para "deslindar claramente las áreas de negocio de las de control". El supervisor abogaba por poner en marcha mecanismos de fomento de las "decisiones colegiadas" para evitar "personalismos". En el informe se señalaba que el consejo de administración no estaba debidamente informado de todas las decisiones durante la etapa de Castillejo. En cuanto salió este polémico sacerdote los nuevos responsables de Cajasur anunciaron una reestructuración del organigrama.

El ex presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, en febrero de 2005.
El ex presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, en febrero de 2005.F. J. VARGAS

Consejeros multados e inhabilitados

Los anteriores responsables de Cajasur también se dedicaron al maquillaje de las cuentas, según se desprendía de la inspección realizada por el Banco de España. Se detectó en los ejercicios de 2003 y 2004 que la caja hacía dos veces al año (a finales de junio y de diciembre) importantes movimientos de dinero (de más de 100 millones de euros) a espaldas de los clientes. El Banco de España expedientó y sancionó al ex presidente Miguel Castillejo y a todo el consejo de administración de Cajasur por las irregularidades cometidas con multas que iban desde los 50.000 a los 5.000 euros. A la entidad también se le sancionó con otros 350.000 euros. Como consecuencia de este expediente todos fueron inhabilitados "para ejercer cargos de administración o dirección en cualquier entidad de crédito" durante un año.

Los abogados de la caja han recurrido las sanciones de cada uno de los consejeros. Pero en 2008 la justicia hizo firme la decisión del Banco de España. Entre los consejeros sancionados figuraba el sacerdote que sustituyó a Castillejo al frente de la caja, Juan Moreno. Y políticos como José Antonio Nieto (presidente del PP en Córdoba) o sus compañeros de partido Luis Martín Luna y Luis Miguel Martín Rubio. IU también tenía su sancionado: Francisco Cárdenas. Además, el director general, Francisco Jesús Jurado, figuraba en el expediente. Ninguno de los implicados pagó la multa, ya que la caja disponía de un seguro para hacer frente a este tipo de responsabilidades.

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