"Los grandes equipos no pierden ni cuando juegan mal"
Nikola Karabatic (Nish, Serbia, 25 años, con nacionalidad francesa) es considerado el mejor jugador de balonmano del mundo. El central lidera a Francia, la campeona olímpica y mundial, en el Europeo de Austria. Hoy (20.30) se juegan las semifinales contra Polonia. Si España gana a Eslovenia (18.30, Canal + y Teledeporte) y Francia pierde, los españoles entrarán en semifinales. Si Francia gana o empata, España quedará relegada al quinto o sexto puesto.
Pregunta. Francia ha empezado a jugar bien cuando más lo necesitaba.
Respuesta. Es cierto, ante Eslovenia realizamos nuestro mejor partido y ahora necesitamos nuestro mejor nivel para ganar a Polonia y asegurarnos las semifinales. La exigencia es muy alta porque venimos de ganar los Juegos y el Mundial y todos dan por hecho que obtendremos el oro en el Europeo. Pero aquí cada partido es una final, no como en el Mundial donde hay equipos más flojos. No hemos jugando bien hasta ahora, pero lo importante es que no perdemos. Los grandes equipos no pierden ni cuando juegan mal. Hemos tenido suerte, porque pudimos perder contra España, y empatar ante la República Checa.
"Es imposible jugar sin inteligencia. Siempre debes saber qué quieres hacer y cómo"
P. ¿Qué le parece España?
R. El año pasado dije que España estaría en la fase final del Mundial y fueron eliminados en la primera ronda. Y este año me parecía que con Sterbik iban a fortalecerse mucho. Pero se lesionó en el primer minuto. No han tenido suerte. Tuvieron un bajón ante Polonia, les faltó motivación y energía. Pero después se recuperaron e hicieron un gran partido contra Alemania. Para mí sigue siendo una gran selección.
P. En su carácter se notan algunas marcas de su cuna yugoslava.
R. Es cierto. Mi padre es croata y mi madre serbia. Nací en Nish, pero cuando tenía cuatro años nos fuimos a Francia. Soy francés, pero tengo un afán de superación y un espíritu combativo que debo haber heredado.
P. Cuando se marchó del Montpellier en 2004, tuvo una buena oferta del Ciudad Real y, sin embargo, acabó fichando por el Kiel.
R. Tenía sólo 21 años y lo más importante para mí era poder estar en un club donde conociera al entrenador porque me estaba formando. En Kiel estaba Serdarusic, un buen amigo de mi padre. Ambos habían sido jugadores. No tenía ganas de iniciar una aventura en España sin conocer a nadie.
P. Al final de la pasada temporada decidió marcharse del Kiel. [El club fue acusado de haber amañado partidos, se destituyó al gerente y al entrenador].
R. Siempre les había dejado claro que seguía con ellos si Serdarusic continuaba. Les dije que no podían echarle sin hablar con los jugadores. Ellos negaron el compromiso que habían adquirido conmigo y mi respuesta fue fulminante: no puedo seguir en un equipo en el que me engañan.
P. Intentó ficharle el Barça.
R. Estábamos de acuerdo, me llamó Masip [secretario técnico] y me veía ya en el Barcelona. Pero surgió la posibilidad de regresar al Montpellier, de crear un equipo tan fuerte como el que nos permitió ganar la Copa de Europa en 2003, y decidí quedarme en casa, con mi hermano y mi padre.
P. Perderá mucho dinero.
R. Sí. Pero el dinero no es ahora lo más importante. Lo necesitamos, porque nuestras carreras son cortas, pero no es mi prioridad. Prefiero sentirme a gusto.
P. Se le considera el mejor jugador del mundo. ¿Presión?
R. Es más una motivación. Si dicen que soy el mejor, tengo que demostrarlo en la pista y en los entrenamientos, tengo que trabajar más que los demás para jugar al 200%. Soy así.
P. ¿Qué es lo que más le gusta de su juego?
R. Mi capacidad para hacerlo todo: lanzar, pelear en el uno contra uno, defender...
P. ¿No le parece que los árbitros son demasiado permisivos con la dureza defensiva y que esto merma la creatividad en ataque?
R. La fuerza y la agresividad son fundamentales en el balonmano actual, pero la cabeza lo es más. No puedes jugar sin inteligencia, es imposible. Siempre debes saber qué quieres hacer y cómo. Y es verdad que hay permisividad, pero lo más peligroso es el poco criterio arbitral.
España debe ganar y confiar en Polonia
Vencer a Eslovenia... y esperar una derrota de Francia. Ésa es la única combinación que haría posible el pase a semifinales de la selección española tras la derrota ante Polonia el pasado domingo. Pero los jugadores prefieren centrarse en su partido, más allá de resultados ajenos. Juanín García, que hoy podría convertirse en el máximo goleador en la historia del combinado nacional si anota más de un tanto (lleva 700 en 167 encuentros), afirmó ayer: "A ver cómo salen los polacos". Polonia se juega ser primera de grupo.
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