Un bocadillo de atún traicionero
13 intoxicados tras comer el emparedado del día en un bar del Poblenou
El bocadillo del día era de atún con pimientos. Y la mayoría de clientes de un popular bar del barrio de Poblenou de Barcelona lo pidieron ayer para desayunar. Al cabo de unos minutos, las 13 personas que habían optado por este apetitoso manjar empezaron a percibir los primeros síntomas. Una mujer, M. T. B., de 48 años, se fue directamente al lavabo y descubrió en el espejo que tenía la cara hinchada y rojiza. Fue la última paciente, de un total de cuatro, que recibió el alta del hospital del Mar de Barcelona anoche. El resto de intoxicados presentaron un cuadro leve, con picores y sarpullidos y pudieron ser atendidos en el ambulatorio del distrito.
Todo este trajín por una intoxicación alimentaria que los servicios de epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona ya están indagando. Esta mañana, según fuentes municipales, inspectores de la agencia se desplazarán hasta el bar para abrir una investigación y, quizá, incoar un expediente.
La culpa la tuvo el susodicho bocadillo de atún con pimientos. Los análisis tendrán que confirmar este extremo, pero M. T. B. fue la única que lo comió sin pimientos y también sufrió la reacción alérgica. De ahí que el pescado aparezca como el más que probable causante de la intoxicación.
Al ocurrir en un corto espacio de tiempo, los afectados, 13 según las mismas fuentes, se desplazaron al ambulatorio más cercano, el CAP Ramon Turró del distrito de Sant Martí. Según varios testigos, llegaron a colapsar los servicios médicos porque los pacientes se presentaron casi al la vez. Incluso, hubo que suspender alguna de las visitas programadas para así poder atender a los intoxicados.
La mayoría de ellos padecieron una reacción alérgica típica después de comer pescado: sensación de hormigueo o quemazón en la boca, erupciones en la cara y parte superior del cuerpo, ronchas y picor en la piel e incluso dolor de cabeza punzante. Son los síntomas claros de una escombroidosis, que se produce al comer pescados con alto contenido de histamina (atún, caballa y sardinas) en mal estado. Debido a una inadecuada refrigeración o conservación del alimento, las bacterias convierten la histidina en histamina, es decir, la intoxicación. De ahí que el tratamiento se base en antihistamínicos, normalmente inyectados.
Los cuatro pacientes que ingresaron en el servicio de urgencias del hospital del Mar lo hicieron por la mañana porque presentaban un cuadro mucho más agudo, pues cada persona reacciona de diferente manera a una intoxicación alimentaria. La última de las afectadas en recibir el alta fue, concretamente, M. T. B., sobre las siete de la tarde, según fuentes del centro sanitario.
A juicio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, cada año en la ciudad se registran una media de 50 intoxicaciones alimentarias colectivas.
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