El pensamiento de Blanco White
No todos los españoles de este lado del Atlántico estuvieron en contra de la independencia de las repúblicas latinoamericanas, hace de eso dos siglos. Uno de los que no tardó en comprender que no solo eran inevitables sino también justas y necesarias fue José María Blanco, conocido como Blanco White. De él escribiría un muy escandalizado Menéndez Pelayo en su Historia de los heterodoxos españoles: "Desaforándose cada vez más, estampó en su periódico las siguientes enormidades: 'El pueblo de América ha estado trescientos años en completa esclavitud. La razón, la filosofía claman por la independencia de América". Juan Goytisolo, que lleva más de cuatro décadas rescatando la vida y obra del heterodoxo Blanco White, aborda ahora su relación con las independencias hispanoamericanas en este libro, cuya primera parte consiste en un ensayo suyo y la segunda en una selección de textos de Blanco White. Así recordamos el desgarro de Blanco White, común a los ilustrados españoles, ante la invasión napoleónica: su corazón está con la insurrección popular, su cerebro con las ideas de la Revolución Francesa. Pero opta por el patriotismo, huye del Madrid ocupado y se va a Sevilla y Cádiz. No tardará, sin embargo, en expatriarse en Londres, para no volver nunca. Entre marzo de 1810 y junio de 1814, Blanco White dirige en Londres una revista mensual llamada El Español. En la América hispana comienza la rebelión y El Español no tarda en abordarla. En un primer momento, Blanco White recomienda a las autoridades de la metrópoli que la afronten con espíritu de reconciliación, oído atento a las reivindicaciones ultramarinas, un mejor gobierno y el establecimiento de la igualdad efectiva entre los españoles de uno y otro lado. Y ya advierte el 8 de agosto de 1810: "El territorio inmenso que está en revolución no puede ser reducido por las armas". Nadie le hace el menor caso y Blanco White, proclamando que la espada decidirá, se pone del lado de los insurrectos contra la metrópoli. Con racional escepticismo, eso sí. Muy lúcido, el expatriado en Londres advierte, ya entonces, de los peligros que acechan a las nacientes repúblicas, empezando por el del expansionismo de Estados Unidos, ese vecino "harto poderoso" y de actitud "sospechosa", y terminando por ese espíritu de taifas que impedirá el sueño de unidad de Simón Bolívar, tras pasar por la persistencia del poder opresor de la Iglesia católica frente al cual reclama la plena libertad de religión y pensamiento.
Blanco White. El Español y la independencia de Hispanoamérica
Juan Goytisolo
Taurus. Madrid, 2010. 346 páginas. 19 euros
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