La financiación de España se encarece hasta niveles de la época de la peseta
La subasta de letras a 12 y 18 meses cierra con los precios más altos en 14 años
Los defensores del euro siempre han insistido en que gracias a la existencia de una moneda común fuerte los países socios se han financiado a precios muy bajos, factor que contribuyó a cimentar el crecimiento durante los años dorados, especialmente para países deficitarios de capital como España. Este círculo virtuoso parece haberse roto. El Tesoro pagó ayer los intereses más altos en tres lustros por colocar letras. Hasta unos niveles que nos retrotraen a los últimos años de la peseta. El crédito barato es una, otra más, de las víctimas de esta crisis que amenaza con dejar del revés verdades que hasta ahora parecían inamovibles.
España subastó ayer letras a 12 y 18 meses. La demanda fue positiva, lo que supone un alivio y una diferencia respecto a los países heridos de muerte por la crisis fiscal. El objetivo, que oscilaba entre 2.500 y 3.500 millones de euros, se cubrió con una demanda superior a los 8.800 millones. Pero el problema es el altísimo precio pagado para convencer a los inversores. La colocación de 2.600 millones en letras a un año y la de 558 a 18 meses se hizo a un tipo marginal del 5,2% y del 5,3% respectivamente. En ambos casos hay que retroceder a 1997 para encontrar rendimientos tan altos. Hace solo un mes, operaciones similares se saldaron con un interés del 3,69% en el caso de letras a un año, y del 3,86% en las de 18 meses.
Italia también pagó el lunes precios de la época 'preeuro' para colocar deuda
"El umbral del 5% no se puede considerar insostenible", indica la analista de Funcas María Jesús Fernández a Efe. Pese a estar subiendo, el coste medio de la deuda española es aún reducido. "El Tesoro tiene aún cierto margen para aguantar los costes elevados durante una temporada", añade Fernández. Gestha, el sindicato de Técnicos de Hacienda, calcula que la subasta de ayer supondrá un sobrecoste para las arcas públicas de 44 millones al año.
Pero España no es la única que ve cómo sus costes se están disparando. Italia tuvo que ofrecer el mayor precio en 14 años -es decir, también remontándose a la época preeuro- en la subasta que celebró el lunes. Roma vendió títulos, pero a cambio de un interés del 6,3%. Los expertos llevan tiempo avisando de que la situación de Italia se haría insoportable si se instalara en un rendimiento superior al 7%. "Para hacer frente a esos precios, el país necesitaría un déficit primario [antes del pago de intereses] del 6%. Y para ello necesitaría crecer mucho más de lo que está haciendo", señala el analista financiero Juan Ignacio Crespo.
¿Por qué los que tienen dinero fresco para prestar a los Estados exigen cada vez precios mayores? Porque las famélicas previsiones de crecimiento para casi toda Europa hacen dudar de su capacidad para devolver los préstamos; por la evidencia cada vez más palpable de que la crisis de deuda amenaza con hundir aún más esas previsiones; y porque los cambios de Gobierno en Grecia e Italia no han actuado, como se esperaba, de cortafuegos ante el incendio financiero.
España afronta mañana otra difícil prueba: tratará de captar entre 3.000 y 4.000 millones en obligaciones a 10 años. Esos títulos ofrecían ayer un rendimiento del 6,3% en el mercado secundario, lo que supone muy mal augurio para la subasta de mañana.
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