Jennifer Lopez se vende cara
Los jugosos cachés de las actrices y cantantes por participar en programas de talentos musicales en EEUU se disparan hasta los 15 millones de euros
La obsesión por los famosos no tiene límites y su última conquista parece del todo inesperada, sobre todo teniendo en cuenta que no se trata de un nicho particularmente glamuroso: los concursos musicales. Pero hoy el glamour y la fama son dos cosas que se acercan y se alejan a la velocidad de un millón que entra y sale del banco.
Al fin y al cabo las celebridades también tienen sus gastos, aunque al resto del planeta nos puedan parecer superfluos (¿yates? ¿mansiones? ¿coches deportivos?) así que nadie debería sorprenderse si en lugar de aspirar a triunfar en Broadway por módicos sueldos y buenas críticas algunos prefieran entregarse al escalofriante universo de los programas de talentos.
La primera en caer fue Jennifer López hace exactamente un año, cuando aceptó convertirse en juez de American idol por 12 millones de dólares (9 millones de euros). Ahora, cuando está a punto de arrancar su segunda temporada como sustituta del hasta entonces temido Simon Cowell, J.Lo parece que ha exigido un aumento de sueldo, que los productores del canal Fox han aceptado gustosos, hasta elevarlo a 20 millones de dólares (15 millones de euros), según adelantaba la revista The Hollywood Reporter.
Tampoco tenían muchas opciones: el panorama del reality está alcanzando el punto de saturación máxima en EE UU y la competencia desde que aparecieron las curvas de López para animar el paisaje se ha vuelto feroz, con todos los canales peleando por colocar un rostro (o cuerpo) famoso en su programa.
Los reality musicales son el nuevo paraíso en el que buscar a las celebridades. Además de la cantante y bailarina Jennifer López, hay otras voces conocidas que juzgan cómo cantan los aspirantes a estrella. Christina Aguilera es el fichaje de NBC para The voice, por el que cobra 10 millones de dólares (7,5 millones de euros). Y su presencia en el show desde abril pasado también ha repercutido en la venta de sus discos, que han subido hasta un 8%.
Aunque sin duda quién más se ha beneficiado del efecto televisión en lo que respecta a las ventas es el rockero Steven Tyler, del grupo Aerosmith, quien en 2011 vendió 650.000 álbumes, una cifra un 260% superior que la de 2010, cuando solo llegó a los 310.000 y nadie le veía cada semana ejerciendo de juez en televisión.
Por eso Cowell, que está preparando la nueva temporada de Factor X, el enésimo reality sobre aspirantes a cantante, ha optado por embarcarse en la búsqueda de estrellas que atraigan a esas suculentas audiencias que el año pasado permitieron que el canal NBC ganara 732 millones de dólares (544 millones de euros) en publicidad emitida durante el programa American idol.
Entre las que podrían estar a punto de firmar jugosos contratos hay cuatro nombres: Fergie, Pink, Britney Spears y Janet Jackson. La cadena incluso mantuvo negociaciones con dos de las grandes del R & B estadounidense, Mariah Carey y la recientemente fallecida Whitney Houston pero no llegó a cerrar tratos con ninguna y al menos en el caso de Houston, hoy sería demasiado tarde.
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