María Isabel Urrutia: “En 2023 habrá liga femenina de fútbol con salarios dignos para las jugadoras”
La ministra del Deporte de Colombia revela que el torneo será de 11 meses, se compromete con un sueldo de entre 400 y 500 dólares y arremete contra Ramón Jesurún: “El deporte sigue siendo machista”
La ministra del Deporte de Colombia, María Isabel Urrutia, recuerda que cuando ganó la medalla de oro por levantamiento de pesas en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 sufrió la misma falta de apoyo que ahora padecen las jugadoras del equipo de fútbol sub 17 de Colombia, quienes este domingo quedaron subcampeonas del Mundial de la India, tras perder 1-0 frente a España. Las jugadoras dirigidas por Carlos Paniagua y lideradas por la goleadora Linda Caicedo al...
La ministra del Deporte de Colombia, María Isabel Urrutia, recuerda que cuando ganó la medalla de oro por levantamiento de pesas en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 sufrió la misma falta de apoyo que ahora padecen las jugadoras del equipo de fútbol sub 17 de Colombia, quienes este domingo quedaron subcampeonas del Mundial de la India, tras perder 1-0 frente a España. Las jugadoras dirigidas por Carlos Paniagua y lideradas por la goleadora Linda Caicedo alcanzaron la cumbre más alta a la que ha llegado cualquier selección masculina o femenina en todas las categorías, pese a que no tienen liga profesional ni salarios dignos y a que el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, les dijo que no merecían premios porque eran “amateurs”.
Urrutia (Candelaria, Valle, 57 años) recibe a EL PAÍS dos días antes de la final de futbol. Insiste en que no es fácil para las mujeres entrar a un deporte que la sociedad cree que es de hombres. “Yo entiendo lo que han tenido que pasar las jugadoras de la selección porque lo viví en carne propia”, cuenta, “fueron muchos los obstáculos y los problemas que enfrenté para sobresalir por ser la primera mujer en levantar pesas en Colombia”. Urrutia confiesa que muchas veces no había plata para ella a pesar de que ganaba diplomas y medallas, pero sí había para los hombres que no ganaban nada, “tal cual lo que les pasa a las muchachas ahora”.
Desde su oficina en Bogotá, llena de fotografías de los mejores momentos de los deportistas colombianos, incluida la medalla de oro de Mariana Pajón y los récords mundiales de Caterine Ibargüen, Urrutia reconoce que el deporte sigue siendo machista. “A las mujeres nos toca mucho más duro porque tenemos que mostrar resultados para que nos crean”. Por eso, la primera mujer ministra del deporte del país se compromete a hacer todo lo necesario para mejorar las condiciones de vida de las jugadoras de fútbol y de las demás deportistas. “En 2023 habrá liga profesional de fútbol femenino de 11 meses con salarios dignos”, revela, “conseguimos que los patrocinadores las paguen entre 400 y 500 dólares mensuales a las jugadoras”.
Pregunta. ¿Cómo se convirtió en ministra del Deporte la primera persona en ganar una medalla de oro olímpico para Colombia?
Respuesta. Nací en Candelaria, Valle del Cauca, en 1965. Empecé mi carrera como deportista a los 13 años. Practicaba atletismo, pero después comencé a alzar pesas. Hacía los dos deportes al tiempo y en alto rendimiento. En 1988 fui a representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de Seúl y después seguí compitiendo y ganado en campeonatos nacionales e internacionales. Terminé mi vida deportiva con la medalla de oro en levantamiento de pesas en Sídney en 2000. Me retiré y me lancé a la política. Llegué al Congreso en 2002 y estuve hasta 2010. Después aspiré a la alcaldía de Cali, pero perdí. Trabajé con Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá dirigiendo un programa que se llamaba 40X40 y consistía en ampliar la jornada escolar en colegios del distrito para ofrecer entrenamientos deportivos. Al terminar la alcaldía me quedé en Bogotá como entrenadora de levantamiento de pesas. Formé campeones panamericanos, suramericanos, mundiales, juveniles... Y bueno, desde hace tres meses soy la ministra del Deporte.
P. ¿Cómo han cambiado las condiciones para los deportistas desde que usted competía hasta hoy?
R. Muchísimo. Hay un antes y un después. A los que estuvimos en las décadas de los ochenta y noventa nadie nos ayudaba. Al deporte no le paraban muchas bolas. Menos a las mujeres. Nos tocaba pedir ayuda para ir a competir al extranjero. Yo, por ejemplo, tuve que conseguir un patrocinio de Bavaria para poder entrenar. Ahora, hay mucho más respaldo del Estado. Cuando fui congresista hicimos una tabla de incentivos para premiar con dinero los buenos resultados de los deportistas, hicimos también la ley de Educación física y el plan de desarrollo para las comunidades negras en el deporte.
P. Ahora, desde el Ministerio, ¿qué será lo más importante de su gestión?
R. Nuestro objetivo central es poder llevar el deporte a las regiones más apartadas de Colombia y a los barrios más peligrosos. Queremos que los niños y niñas pobres del país tengan acceso a escenarios y a entrenadores deportivos. Nos vamos a enfocar en eso, como lo ha pedido el presidente Petro. La mayoría de los deportistas de alto rendimiento ya tienen financiación, queremos enfocarnos en el deporte escolar de quienes no tienen oportunidades. Vamos a construir pistas, canchas y coliseos donde no haya. Estamos seguros de que el Ministerio es estructural para la política de paz total del gobierno.
P. ¿Cómo será el aporte de su ministerio a la paz total?
R. El deporte es una oportunidad de vida. El deporte hace paz. El deporte une a los pueblos. Cuando juega la selección Colombia a nadie le importa quién es liberal o conservador. Por un momento se olvidan las diferencias políticas. Queremos aprovechar esas características del deporte para arrebatarles nuestros jóvenes a los actores armados. Hace pocos días firmamos el memorando de paz y derechos humanos en el Sistema Nacional del Deporte con la Defensoría del Pueblo. Esto nos ayudará a llegar a muchas regiones donde aún hay conflicto armado para capacitar a los jóvenes deportistas, también será clave para aumentar las garantías de las mujeres deportistas en casos de acoso sexual.
P. En el tablero de su despacho está anotado que un objetivo es alcanzar dos billones de pesos del presupuesto, ¿es viable?
R. Sí, en esa lucha andamos. Pero, además de exigir recursos del Plan Nacional de Desarrollo, estamos buscando dinero de cooperación internacional. Eso nos ayudará a que el presupuesto aumente. En estos tres meses ya hemos hecho acuerdos de voluntad con la China, con España, y tenemos una cita con Estados Unidos, que a través de Usaid puede destinar recursos para invertir en infraestructura deportiva en zonas marginales.
P. ¿Qué mensaje les envía a las jugadoras de futbol sub 17 si pierden la final?
R. Agradecimiento, solo tenemos agradecimiento y admiración por su trabajo. Queremos decirles que tienen todo el respaldo del Ministerio del Deporte y del gobierno nacional.
P. El presidente Petro escribió en su cuenta de Twitter que las jugadoras merecen “salarios dignos, una liga femenina y patrocinios” ¿Eso en qué va?
R. Vamos muy bien. Estamos socializando las propuestas para definir los detalles de la liga con los equipos de futbol y con los patrocinadores. No lo empezamos a hacer ahora, sino desde que tome posesión. Ese es uno de nuestros propósitos más importantes. El presidente me encomendó hacer la liga femenina y la vamos a hacer. Hay dificultades con los clubes, pero vamos avanzando. El jueves de esta semana es la mesa decisoria, pero le puedo asegurar que en 2023 habrá liga de futbol femenina de 11 meses y con salarios dignos para las jugadoras, para eso estamos actuando con el Ministerio del Trabajo.
P. ¿Han tenido problemas con la Dimayor en ese proceso?
R. Sí, hay dificultades con la Dimayor, pero eso es normal porque es difícil que las mujeres entren a un deporte que la sociedad aún cree que es para hombres. Yo lo entiendo porque lo viví en carne propia. Fui la primera mujer que levantó pesas en Colombia y tuve que enfrentar muchos problemas para ser exitosa. A veces no había plata para mí, que ganaba todas las competencias, pero si para los hombres, que no ganaban nada, tal cual lo que les pasa a las muchachas ahora. El deporte y el fútbol en Colombia son machistas. A las mujeres nos toca más duro porque tenemos que mostrar resultados para que nos crean. Me siento identificada con las muchachas del sub 17.
P. ¿Qué falta para la liga de 2023?
R. Con el patrocinador conseguimos que a las jugadoras se les pague entre 400 y 500 dólares al mes, durante 11 meses, con todas las prestaciones laborales que rigen en Colombia. Estamos ultimando los detalles en las mesas de trabajo. Hay que ponerle orden a la liga femenina. Muchas mujeres profesionales tienen que entrenar, jugar y trabajar en otra cosa para sobrevivir. Eso no puede seguir siendo así. A medida que ellas van siendo fuertes las van a tener que contratar solo para que jueguen futbol, como pasa con los hombres.
P. Hace un momento dijo que el deporte en Colombia es machista, ¿por qué?
R. A mí me gustaba el fútbol cuando era niña, pero no lo podía jugar, no era un deporte para mujeres. Mi papá me regañaba cuando me veía con el balón. Estoy segura de que yo sería futbolista si a los 13 años hubiera habido un movimiento de jugadoras de torneos como el de hoy. Hay cosas que han cambiado, pero sigue habiendo machismo estructural en el deporte y en el fútbol. En la cabeza de muchas personas está que las mujeres deben quedarse en la casa y los hombres pueden jugar fútbol o hacer lo que quieran.
P. ¿Qué opina de las declaraciones del presidente de la Federación colombiana de Futbol, Ramón Jesurún diciendo que las jugadoras eran amateurs?
R. No hay derecho. Aunque ya se retractó, lo dijo por la estructura machista existente en la sociedad. No solo es en el fútbol, es en casi todos los deportes. Si tú analizas, la estructura del deporte en Colombia es muy masculina. Hay poca representación femenina en las federaciones, en el comité olímpico, hay pocas entrenadoras.
P. ¿Cómo cambiar eso?
R. Tiene que haber paridad. Estamos trabajando en reformas en el Congreso de la República para cambiar la forma en que deben quedar las juntas directivas de los clubes y de las ligas para que haya muchas más mujeres de las que hay ahora en cargos de representación. La liga de 11 meses es lo mínimo que podemos hacer por las mujeres jugadoras, no solo por las que están compitiendo hoy en día, sino por todas las que están en las canchas del país intentando jugar futbol, pero no tienen apoyo ni oportunidades.
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