Petro reta a la élite económica de Davos con su propuesta de canjear deuda por servicios ambientales
El presidente de Colombia lanza un mensaje contundente: “¿Puede el capitalismo superar la crisis climática que ayudó a provocar?”
Gustavo Petro ha llevado al foro de Davos, donde se reúne la élite económica mundial, una de sus viejas obsesiones: el canje de deuda por servicios ambientales concretos para atajar la crisis climática. El presidente de Colombia, muy crítico con el capitalismo, al menos tal y como lo conocemos, ha abogado una vez más por acabar con la dependencia del petróleo y el carbón para acometer una acelerada transición energética. “Vamos al punto de no retorno, y el punto de no retorno significa la extinción de la vida”, advirtió con dramatismo.
“¿Puede el capitalismo que hemos conocido en los últimos 30 o 40 años superar la crisis climática que ayudó a provocar?”, se ha preguntado el mandatario luego de ingresar a la sala principal del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) con unos minutos de retraso. Se ha mostrado muy escéptico frente a los escenarios más optimistas. “Si el capitalismo no es capaz, o la humanidad se extingue con el capitalismo o la humanidad supera el capitalismo”, afirmó Petro, que ha abrazado el ecologismo desde sus años de exilio en Bruselas, hace tres décadas. Habló de un capitalismo descarbonizado –aunque reconoció que puede ser “una simple ilusión”–, con un gran papel de la planificación pública y bilateral, lo que requeriría de cambios fundamentales para llevar a cero el consumo de carbón y petróleo.
“¿Por qué no se canjea, se cambia, la deuda que tienen los países y los procesos productivos por acción climática, de tal manera que se liberaran recursos presupuestales para acometer la adaptación y la mitigación? ¿Por qué no se desvaloriza la deuda mundial, lo cual significa también un cambio del sistema del poder?”, se volvió a preguntar al llegar al corazón de su propuesta, al final de su intervención. “Estos temas que abordaría un capitalismo descarbonizado hoy no están en la discusión”, se lamentó.
Petro lanzó su arenga en la sesión “Liderando la carga a través de la nueva normalidad de la tierra”, sobre acción climática, océanos y biodiversidad. Con un mapa de los ríos de la Amazonía de fondo, compartió espacio con el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, quien lleva dos décadas alertando de los impactos del cambio climático, al que ahora se refiere como “crisis climática”. También participaron Marc Benioff, presidente de la compañía Salesforce, y Fawn Sharp, presidenta del Congreso Nacional de Indios Americanos, entre otros. Ya desde la cumbre climática de Egipto, la COP 27, Petro desafió a los líderes mundiales a pasar de las palabras a la acción con medidas contundentes.
El presidente ha invocado esa idea desde su propio discurso de posesión, hace ya un semestre. “Disminuyan la deuda externa y gastaremos el excedente en salvar la vida humana. Si el FMI [Fondo Monetario Internacional] ayuda a cambiar deuda por acción concreta contra la crisis climática, tendremos una nueva economía próspera y una nueva vida para la humanidad”, dijo el 7 de agosto en el arranque de su Gobierno. “Le propongo a la humanidad cambiar deuda externa por gastos internos para salvar y recuperar nuestras selvas, bosques y humedales”, apuntaló entonces.
En septiembre, en su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, su intervención de mayor eco internacional hasta ahora, Petro esbozó esa idea en medio de su arenga para acabar de una vez por todas con la fallida guerra contra las drogas. “Los convoco a salvar la selva amazónica integralmente con los recursos que puedan destinarse mundialmente a la vida. Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales”, dijo desde el estrado en Nueva York. “Lo podemos hacer nosotros si ustedes los del norte no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza”.
Petro, el primer mandatario de izquierdas en la historia reciente de Colombia, ha pisado por primera vez como presidente la nieve de Davos, una estación de esquí alpina convertida en epicentro del capitalismo mundial, para plantear sus propuestas sobre los grandes temas que considera “cruciales para la existencia de la humanidad”: el hambre, la crisis climática y la guerra. Su agenda, de martes a viernes, está llena de reuniones bilaterales con jefes de Gobierno y cabezas de multinacionales que invierten en Colombia. En todas ellas, el mandatario ha puesto el énfasis en la crisis climática, promover la transición energética y alcanzar la paz total.
Como el segundo país más biodiverso del mundo, con cerca del 10% de la selva amazónica, Colombia es clave en la lucha mundial contra el cambio climático. Más temprano, este mismo miércoles, Petro se reunió con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el brasileño Ilan Goldfajn. Tras el encuentro, Colombia anunció que 70 millones de dólares del BID serán dirigidos al fortalecimiento de la política de transición energética, uno de los pilares del Gobierno, y que otros 3,5 millones de dólares serán orientados al diseño y estructuración de mecanismos financieros y de un marco regulatorio para implementar el pago por servicios ambientales en la cuenca amazónica. El monto total (73,5 millones de dólares) hace parte de un plan para contener la deforestación en la Amazonía, que el Gobierno presentó como el primer apoyo de la banca multilateral en el periodo de Petro. Colombia también está poniendo en marcha una cumbre de los países amazónicos, y Goldfajn indicó que el BID podría apoyar la financiación de la logística.
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