Las fracturas de la Colombia Humana llegan hasta Antioquia

La Colombia Humana, uno de los partidos que conforman la coalición política del Pacto Histórico y el que fundó el presidente Gustavo Petro, es el epicentro de fracturas en la izquierda colombiana. Además del aval retirado a Máximo Noriega, amigo cercano de Nicolás Petro, para que aspirara a la Gobernación del Atlántico, ahora en Antioquia varios militantes acusan a la senadora Isabel Cristina Zuleta de entorpecer sus intenciones electorales.

Augusto Osorno (69 años, Don Matías) es médico veterinario, desmovilizado del M-19, como Petro, y exdiputado departamental. Desde el inicio del año, con el acompañamiento de otros militantes de la Colombia Humana, expresó su deseo de ser candidato a la Gobernación de Antioquia y, en aras de materializarlo, participó en múltiples reuniones con los demás partidos y movimientos que conforman el Pacto Histórico. En conversación telefónica con EL PAÍS, insiste en que se ganó el derecho a representar a la coalición de izquierda en las elecciones regionales del 29 de octubre. “Sin plata y sin recursos de la dirección nacional, organizamos asambleas, juntas coordinadoras municipales e hicimos una consulta para elegir candidatos”, narra. Efectivamente, se realizó una consulta en abril y Osorno ganó, pero la participación fue ínfima: recibió 771 votos, superando a Alexander Agudelo y David Vélez, que consiguieron 72 y 79, respectivamente.

Llegado el día para formalizar su candidatura, el 29 de julio, esperó hasta el último minuto para que desde Bogotá le enviaran el aval y así inscribirse ante la Registraduría. El documento no llegó. Él no fue el único afectado. “Para que entienda la magnitud del problema: nosotros, en la Colombia Humana, planeábamos inscribir 48 candidatos a las alcaldías de Antioquia, pero sólo logramos inscribir 16; queríamos inscribir 560 aspirantes a concejos municipales, nos dejaron inscribir sólo 150; nuestra intención era inscribir 126 personas para las juntas administradoras locales y no se pudo inscribir a ninguno. ¿Por qué? Porque estos burócratas de la Colombia Humana no hicieron absolutamente nada. Hicieron acuerdos por su cuenta y nos engañaron”.

En su criterio, la responsabilidad recae sobre dos figuras importantes del partido: la senadora Zuleta, que como congresista antioqueña de ese partido tiene representatividad, y el abogado Eduardo Noriega, directivo del partido que es cercano a Petro y quien revocó el aval de Máximo Noriega en el Atlántico. Osorno asegura que en Antioquia reconocían a Edith Navarro como la vocera de la militancia para las elecciones, pero que Zuleta y Noriega la apartaron de las decisiones respecto de los avales. “Fueron ellos dos los que, a nombre de la Colombia Humana, negociaron en el Pacto Histórico todo este ultraje y maltrato. Yo debía ser el candidato porque gané la consulta”. Se refiere a que los diferentes partidos y movimientos que conforman el Pacto Histórico, la coalición que avaló a Gustavo Petro a la presidencia, acordaron llevar candidatos y listas conjuntas en las elecciones regionales, y por eso, además de ser elegido por la Colombia Humana para alguna candidatura, los aspirantes debían ser los seleccionados entre las diferentes fuerzas del Pacto.

De igual manera, asevera que Noriega sostuvo reuniones con Daniel Quintero, alcalde de Medellín, para que unieran fuerzas de cara a las elecciones. Desde que asumió su cargo, Quintero se ha caracterizado por sus críticas a la derecha y sus coqueteos con Petro. Esa disimulada cercanía le costó, en mayo del año pasado, una suspensión provisional que le impuso la Procuraduría después de que publicara un video en redes sociales, en el que indirectamente invitaba a votar por el hoy presidente. Bajo este panorama, que el Pacto Histórico y Quintero apoyen a diferentes personas puede entorpecer los planes de ambos de ganar las elecciones. “El señor Eduardo Noriega, presidente encargado de la Colombia Humana, vino a Medellín a hablar con el señor Quintero para avalar los candidatos a la Gobernación y a la Alcaldía que él apoya, que son Esteban Restrepo y Juan Carlos Upegui”, explica Osorno.

La senadora Zuleta, por su parte, señala que la determinación de no conceder el aval a Osorno se tomó respetando unas reglas que previamente se habían estipulado y difundido entre los partidos de la coalición. En ellas, según cuenta, quedaba claro que ganar una consulta no garantizaría el aval porque luego se debía surtir un trámite interno, en el que se verificarían hojas de vida. Añade que, en su rol de congresista, pertenece a la comisión política del Pacto Histórico, que se encarga únicamente de emitir un concepto respecto a las posibles candidaturas. “Él está molesto porque yo participé en la comisión y compartí mi postura. Precisamente para eso me llamaron, para que diera mi opinión como líder del departamento de Antioquia. No me puedo quedar en silencio cuando considero que el señor Osorno no tiene ninguna posibilidad de llegar a la Gobernación”, explica la senadora.

Sobre los supuestos acercamientos con Daniel Quintero, dijo que no hay pruebas de ello e invitó a Osorno a hacerlas públicas, en caso de tenerlas. “Si él puede demostrarlo, que lo haga. Por supuesto que en el Pacto hemos realizado acercamientos con otras candidaturas, pero nunca con alguien que ostenta un cargo público”, explicó.

La puerta para la postulación de Osorno ya se cerró, pero la militancia de la Colombia Humana en Antioquia no se quedó callada y profirió el 15 de agosto un comunicado rechazando lo sucedido. “En Antioquia, en medio de una compleja campaña electoral, nos declaramos en resistencia a la vieja táctica fallida de seguir sumándonos silenciosos a aparentes candidatos o movimientos demócratas, alternativos o independientes”, se lee en el documento, que lleva la firma de 10 voceros políticos y delegados territoriales. El propio Osorno reconoce que se le acabaron las alternativas, pero también enfatiza en que la Colombia Humana se opondrá a cualquier alianza que se realice con el quinterismo y al excongresista liberal Julián Bedoya, quien quiere ser gobernador y es avalado por el Partido Demócrata. Eso puede aumentar las diferencias en el partido porque, de momento, Esteban Restrepo, el ungido de Daniel Quintero, es el más opcionado para recibir el espaldarazo del Pacto Histórico, que no avaló a nadie para la Gobernación.

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