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Los estudiantes vuelven a criticar al Gobierno de Petro por el manejo de los créditos educativos del Icetex

La decisión de acabar con los subsidios a las tasas de interés causa malestar y preocupación entre los jóvenes universitarios que recurren a préstamos estatales para financiar sus carreras profesionales

Un estudiante acude a una jornada del Instituto colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior
Un estudiante acude a una jornada del Instituto colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior.Icetex
Santiago Triana Sánchez

Dos años y medio después del inicio del Gobierno de Gustavo Petro, el objetivo de garantizar mayor acceso de los jóvenes a la educación universitaria sigue siendo esquivo. El más reciente obstáculo es un anuncio, hecho este jueves por el Instituto colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex). La institución anunció que va a eliminar sus subsidios a las tasas de interés de los créditos que ofrece a los estudiantes de poblaciones más vulnerables. El motivo, añade la entidad, es la precaria situación fiscal del Gobierno. Los directos afectados, los jóvenes que esperan cursar estudios superiores con el respaldo del Icetex, han alzado la voz contra la decisión, que evidencia un “deterioro” de la entidad y aleja las posibilidades educativas de miles de personas.

El asunto, que abre una nueva polémica para el presidente Petro, quien los dos años anteriores había garantizado el dinero para los subsidios. Según contó el Icetex, el Ejecutivo invirtió en 2023 y 2024 cerca de 438.000 millones de pesos, lo que significó un “alivio económico” para alrededor de 180.000 estudiantes. Pero la nueva decisión implica que los créditos “regresarán a las condiciones originalmente pactadas al momento de su aprobación”.

Los estudiantes y algunas de sus asociaciones han plantado cara. Óscar Domínguez, director de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), dijo este viernes en W Radio que la decisión del Icetex “lesiona los intereses de los estudiantes”, que hoy por hoy no tienen voz en las grandes decisiones que afectan a su futuro profesional. Afirmó también que cerca de 40.000 jóvenes que habrían podido empezar sus estudios con el sistema de crédito educativo ya no lo van a poder hacer, y que varias personas de los estratos 1 y 2 (los más bajos de la clasificación socioeconómica del país) en el sistema universitario se van a quedar sin la posibilidad de estudiar. Para muchos de esos estudiantes, calcula Ascun, su cuota aumentará abruptamente entre 12.2 % y 17.2 % efectivo anual. En total, calculan que 300.000 estudiantes y egresados se verán afectados por la medida.

La Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (Acrees) también criticó la decisión del Gobierno, al que responsabiliza también de las dificultades fiscales que motivaron el anuncio del Icetex, diciendo que Petro descarga la crisis “sobre los hombros de las familias colombianas”. La medida, dice la agremiación, pone en riesgo “el acceso y la permanencia en la educación superior de cientos de miles de jóvenes”. También recuerda que, pese a que fue una de las promesas de campaña del presidente, hoy por hoy no existe ni la condonación total de deudas ni la prometida reforma al Icetex. “Nos urge propiciar la más amplia unidad […] para impedir mayores retrocesos en el conjunto de la educación superior”, culmina la asociación.

Ante el nuevo problema, el presidente Petro ha descargado la responsabilidad de la crisis en otra rama del poder público. Este viernes escribió en sus redes sociales que había sido la Corte Constitucional la que decidió en octubre de 2023 declarar inconstitucional, por vicios de trámite, la tasa de interés cero para los créditos, que el Gobierno había logrado aprobar en el Congreso. Esa medida de la tasa cero había sido incluida por el Ejecutivo en su reforma tributaria. El fallo de la Corte, dice el presidente, llevó a que su Gobierno se volcara “de lleno a lograr la gratuidad en la universidad pública”. También culpó a “la derecha” de haber desfinanciado al Estado para evitar que el Gobierno pudiera cumplir con su programa.

El ministro de Educación, Daniel Rojas, por su parte, descargó la culpa en el Icetex, de cuya junta directiva él forma parte. Según dijo en W Radio, la deuda de la entidad es “abusiva”, y opinó que someter a los estudiantes a ella no es garantía del derecho a la educación. “Estamos trabajando en el fortalecimiento de la educación superior gratuita y de calidad”, añadió, en consonancia con el discurso de Petro. Añadió también que en el Gobierno no están de acuerdo con esos “vejámenes”, que convierten a los estudiantes en “clientes de un banco”. “Mi reacción es de indignación”, dijo.

Tanto el presidente Petro como el ministro Rojas han cuestionado en el pasado que dinero público, como el que recibe el Icetex, se dirija a pagar las matrículas de las universidades privadas en lugar de usarse para pagar las necesidades de las universidades públicas. Pero, como han explicado también varios expertos en educación, las universidades públicas no tienen en la actualidad la capacidad para absorber a todos los estudiantes que van a las instituciones privadas con créditos educativos. Si muchos estudiantes desertan de sus carreras por la falta de subsidios a sus créditos, no hay actualmente cupos disponibles en las públicas para terminar sus metas profesionales.

El nuevo escollo en el ámbito de las universidades para el Gobierno llega en un momento en que el propio presidente Petro ha reconocido las deudas que tiene su Administración con la educación superior. En aquel Consejo de Ministros televisado en directo el 4 de febrero, el jefe del Estado culpó a los tres ministros de Educación que ha tenido (Alejandro Gaviria, Aurora Vergara y Daniel Rojas, el actual titular) de los incumplimientos. Los más notables de ellos son, entre otros, las falta de construcción de universidades en zonas apartadas que prometió, y el fracaso en el Congreso de la ley estatutaria para consagrar la educación como un derecho fundamental. Todo ello sin contar el aumento en la repetición y la deserción escolares.

Ante el Icetex específicamente, a finales del año pasado Petro propuso otra estrategia para que siga financiando las carreras de los estudiantes sin afectar a las arcas del Estado. Propuso convertir el instituto en un banco de primer piso, llamado “Banca del Saber”, que podría captar ahorros de los ciudadanos, inversiones de empresa privadas, ocuparse de gestionar nóminas y prestar otros servicios bancarios. La propuesta no ha avanzado.

No obstante, la viabilidad de la idea no es clara. Gloria Bernal, directora del laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, explicaba a este diario en noviembre pasado que el Icetex no tiene infraestructura para ser un banco de primer piso. Decía, además, que la propuesta no tiene sentido porque la entidad tendría que competir contra bancos comerciales, que pueden ofrecer ganancias de un 9% contra un eventual 5% del nuevo banco. Por ahora, sin Banco del Saber, y con el Icetex sin subsidios para las tasas de interés, las deudas y la incertidumbre pesan en los hombros de los estudiantes.

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Sobre la firma

Santiago Triana Sánchez
Periodista de EL PAÍS en la edición América Colombia. Ha pasado por la sección de Cultura y por la redacción del Diario AS, en Madrid. Es egresado de Periodismo de la Universidad Javeriana y Máster en la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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