Quiénes son y dónde están los indecisos que definirán las elecciones en Colombia
Rodolfo Hernández tiene más que ganar y que perder entre los cientos de miles de votantes no alineados que quedan en Colombia, y Petro depende de que se queden en casa votantes de su rival para imponerse
Encontrar, medir y caracterizar a los votantes indecisos es la tarea más difícil para cualquier casa de encuestas, pero se vuelve además crucial cuando una elección está tan apretada como la segunda vuelta de las presidenciales colombianas. A poco más de una semana de la fecha, todos los sondeos apuntan a un empate técnico, convirtiendo la decisión final de los que aún dudan en determinante. En Colombia, esta cifra podría ir del 7% al 14% sobre el total de votantes probables según la encuesta que tomemos como referencia. En cualquier caso, más que suficiente para inclinar la balanza hacia Rodolfo Hernández o hacia Gustavo Petro.
Esa horquilla es, en sí misma, muy grande: podría representar desde menos de un millón hasta casi tres millones de personas. Pero la primera dificultad es, precisamente, dimensionarlos. Todas las encuestas en Colombia filtran desde la primera parte de su cuestionario a los votantes probables de los improbables. El objetivo es encuestar solamente a quien tiene altas posibilidades de terminar votando. El perfil interesante aquí es, dentro de ese grupo, aquellos que no tienen todavía un candidato. Estos votantes potenciales no alineados pueden declarar explícitamente su indecisión, no responder ante la pregunta, decir que van a votar en blanco, o que no piensan votar por ninguno. La evidencia acumulada por la ciencia política indica que la duda de todos ellos no se produce tanto entre si irse por uno u otro candidato, sino más bien entre ejercer el voto por uno o por ninguno (blanco, nulo, abstención). Esto es aún más cierto en entornos polarizados, como el colombiano. Así que ese ejercicio de filtro de cada encuestadora se vuelve una apuesta analítica: ¿quiénes son los votantes que acabarán por quedarse en casa? ¿Y qué candidato será más o menos exitoso en persuadir a sus votantes potenciales de acudir a las urnas?
Por ahora, lo que podemos observar es qué candidato tiene a más votantes susceptibles de persuasión entre los no alineados. Esto es una señal de potencial de crecimiento, pero también de fracaso hasta ahora. Una manera de hacer esta aproximación es viendo cuántos indecisos hay entre los votantes de primera vuelta según lo que escogieron entonces. Como es natural, los dos candidatos que pasaron a segunda tienen a menos dudosos en sus filas, aunque Rodolfo Hernández pasó por un bache de indecisión inusitadamente alto durante la semana pasada. Son los ex de Fico Gutiérrez y Sergio Fajardo los que están, naturalmente, más indecisos. Lo interesante es que la tendencia para ambos es al alza, no a la baja. Lo normal sería que las personas tuvieran más claro su voto a medida que avanzan los días y aumenta la información sobre los que quedaron en la pelea, pero lo que estaría pasando es justo lo contrario, específicamente en los ámbitos del centro (Fajardo) y la derecha tradicional (Fico).
Si transformamos estas tendencias en una estimación de cómo se distribuyen los votantes indecisos según lo que votaron en primera vuelta, aplicando esos porcentajes a los votos emitidos el 29 de mayo, nos queda que 6 de cada 10 fueron por Gutiérrez. Y 1 de cada 4, por Fajardo. En tanto que ya se produjo presumiblemente una fuga de votantes centristas de 2018 hacia Petro en 2022, y en tanto que Fico no podría estar más alejado ideológicamente de Petro, cabe suponer que la respuesta que estos datos sugieren a la pregunta de quién tiene a más indecisos en juego es Rodolfo Hernández.
Si abordamos a este mismo colectivo desde la óptica sociodemográfica, la imagen que emerge es complementaria. Por ejemplo, la zona del país donde hay mayor porcentaje de indecisos, según la última encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC), es el Eje Cafetero. Justo en esa región, Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo obtuvieron votaciones altas. Al contrario, en el Centro Oriente del país, donde Rodolfo Hernández tuvo en primera vuelta la mayoría de sus votantes, las personas están mucho más seguras de su decisión. Bogotá y el Caribe, fortines de Gustavo Petro, se muestran menos indecisos que el Eje Cafetero, pero un poco más que el Centro Oriente.
En la distribución por sexos que muestra el CNC es evidente que las mujeres están, por ahora, mucho más indecisas que los hombres con un 17% frente a 11%. Esto puede responder a las recientes declaraciones machistas del candidato Rodolfo Hernández, en las que ha dicho que las mujeres deberían estar lejos del gobierno y que lo ideal sería que se dedicaran a la crianza de los hijos. Frente a la distribución de indecisos por estratos, la tendencia es similar a la de muchas elecciones en el mundo: los estratos más altos y los más bajos tienen una tasas de indecisión mucho mayor a la de la clase media.
Finalmente, la edad de las personas que aún no saben por quién votar revela un fenómeno electoral no tan común, que refuerza la hipótesis inicial de que es el candidato Rodolfo Hernández quien tiene más que ganar y que perder entre los cientos de miles de votantes no alineados que quedan en Colombia. Al contrario de lo que ocurre habitualmente justo antes de unas elecciones, esta vez los mayores de 55 son los más indecisos, mientras que los jóvenes parecen más seguros de sus votos.
Hernández sería, pues, quien más tiene que ganar, pero también quien más puede perder en esta recta final por los indecisos. El empate técnico se deshará gracias a ellos, y la labor de los candidatos está clara a la luz de estos datos: no solo persuadir a los propios de acudir a las urnas, sino, quizás también, convencer a los ajenos de que no lo hagan.
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