Leónidas Iza: “Hay que elegir entre González, que no es izquierda, y la derecha rayana al fascismo de Noboa”
El candidato indígena tiene en su mano sumar sus apoyos al actual presidente o a la candidata progresista. Su decisión puede ser clave para ganar las elecciones en Ecuador

Las dos últimas grandes manifestaciones indígenas en Ecuador de 2019 y 2022, consiguieron que los gobiernos de turno retrocedan en su decisión de eliminar el subsidio a los combustibles, que para ellos significaba un encarecimiento de los costos de producción agrícola, lo que agrava aún más la vulnerabilidad de las poblaciones rurales. Sin embargo, la protesta fue también una respuesta al incumplimiento sistemático de acuerdos y promesas, un recordatorio del abandono estructural que ha marcado la relación del Estado con los pueblos indígenas.
En ese escenario emergió la figura de Leonidas Iza como el rostro de la resistencia. Iza, hijo de José María Iza, uno de los referentes históricos del movimiento indígena en Cotopaxi, ha sido una figura polémica. Conocido por sus posicionamientos de extrema izquierda, se ha ganado la simpatía de quienes lo ven como un firme opositor del capitalismo y el neoliberalismo. Aunque en un Ecuador donde el espectro ideológico parece difuso y ambiguo, sus propuestas a menudo desatan debates sobre su claridad y alcance. No le incomoda que lo califiquen como un radical, pues asegura que su postura se ajusta a lo que dicta la Constitución.
La irrupción de Iza en la escena política ha generado una profunda polarización. Para sus detractores, es visto como un agente del caos, dispuesto a todo, incluso a recurrir a la violencia, para imponer su visión. Sin embargo, para sus seguidores, Iza representa mucho más que un líder radical. Es percibido como un defensor legítimo de los derechos sociales, especialmente de los pueblos indígenas, una población que ha sido históricamente marginada y silenciada en las esferas de poder del país.
En 2023, tras la firma del decreto de muerte cruzada por parte de Guillermo Lasso, el brazo político de los pueblos indígenas, Pachakutik, optó por no participar en la contienda electoral. Daniel Noboa ganó las elecciones, e Iza, aunque mantuvo un perfil opositor, bajó su tono, tras detonar una grave crisis de seguridad en enero de 2024 y después una crisis energética que dejó a oscuras al país por hasta 14 horas diarias. A mediados de ese mismo año, Noboa también decidió eliminar el subsidio de los combustibles, pero en esa ocasión el movimiento indígena no convocó protestas.
En la nueva convocatoria presidencial, Pachakutik eligió por unanimidad a Leonidas Iza como su candidato. A pesar de la controversia que genera su figura, Iza alcanzó un 5,3% de los votos, ubicándose en el tercer lugar de una extensa papeleta en la que participaron 16 candidatos, de los cuales 12 no superaron ni el 1%. Los 536.000 electores que respaldaron su candidatura podrían ser determinantes en el balotaje del 13 de abril, una elección que definirá quién será el próximo presidente del país.

P. En la reciente campaña presidencial, usted fue acusado de ser un “terrorista”, “vándalo” y “violento”. Estas acusaciones recuerdan los señalamientos que Rafael Correa utilizó contra otros líderes indígenas y campesinos durante sus diez años de gobierno, con detenciones, juicios y estigmatización. ¿Cómo analiza que ahora muchos sugieren que el movimiento indígena debe dar el apoyo a la Revolución Ciudadana?
P. El movimiento indígena no ha sido comprendido en los 200 años de vida republicana ni en los 500 años de la colonia. Así que el movimiento indígena no ha sido maltratado solo por el correísmo, sino por todos los gobiernos de turno. Ahora mismo se intenta posicionar que la agresión que hemos recibido ha sido únicamente por parte de Correa, pero desde la primera Constitución de la República de 1830, en el artículo 63, manifestaba que nosotros no éramos considerados ni siquiera personas, sino tutelados de curas y párrocos. Si así nació la República, sabemos lo difícil que es cambiarlo ahora.
P. Rafael Correa, el expresidente de izquierdas, les ha pedido que no equivoquen el apoyo. Eso ha generado debate en redes sociales.
R. Soy un hombre de debate. Les voy a demostrar que ellos no son de izquierda, son socialdemócratas. Nosotros tenemos una identidad más consecuente de izquierda, que defendemos la ecología y los territorios para la vida, para el consumo interno del país. Pero esto no se va a definir en el escenario del correísmo y anticorreísmo, sino entre la socialdemocracia con la señora González y la derecha rayando el fascismo de Daniel Noboa.
P. Entonces ¿está dispuesto a negociar con cualquiera de los dos candidatos?
R. Lo que hay que analizar es por qué nuestra gente votó por Guillermo Lasso o Daniel Noboa. Lo hicieron para cambiar la forma de gobernar de Rafael Correa. Fue un gobierno prepotente, que menospreció a las organizaciones indígenas. ¿Y qué tuvimos con Guillermo Lasso? El doble de lo mal que nos trató Correa. Por intentar salir de ahí ahora votan por Noboa, que en un año en el poder ha demostrado que tiene el doble de carácter dictatorial, con una visión monárquica y que no respeta los derechos territoriales.
P. Entonces, ¿descarta cualquier conversación con el partido de Daniel Noboa?
R. Vamos a hacer una valoración. No voy a adelantar lo que piensan los demás. Pero a mi criterio personal no estoy de acuerdo en darle más poder a un Gobierno fascista. Ganaron por el odio. Ese será mi punto de vista que expondré a todos.

P. Pero si en el actual Gobierno se eliminó el subsidio al combustible, se dieron nuevas concesiones mineras, no se ha respetado la voluntad popular de cerrar el campo petrolero de Yasuní, ¿por qué todo esto no ha incentivado la manifestación de los movimientos indígenas como ocurrió en otros gobiernos?
R. Por dos temas centrales. El primero, la inseguridad, que creo que lo han hecho planificadamente por los grupos de poder establecido en Ecuador, encabezado por el Gobierno. El crimen organizado está siendo utilizado por el poder actual. ¿Cómo se entiende que mientras la inseguridad para los ecuatorianos es una realidad, los beneficiarios en en el tráfico de armas y droga siguen saliendo por los puertos y los aeropuerto? Las empresas bananeras por donde sale la droga no han dicho al país: ‘señores, aquí tenemos las cámaras de control, los escáneres antidrogas para demostrar que cada caja que está pasando no tiene ninguna contaminación.’ No lo han hecho porque son los beneficiarios.
P. ¿Los territorios indígenas están siendo también extorsionados por el crimen organizado?
Claro, están permeado todos lados. Y si esas estructuras delictivas no han avanzado es gracias a las comunidades indígenas. Nuestros territorios también han sido “vacunados” (extorsionados), y hemos tenido que ir más allá de la justicia indígena, que tiene un límite, y en algunos territorios la gente ha tenido que enfrentarse con la justicia de la muchedumbre, porque están siendo vacunadas.
P. ¿Qué va a negociar el movimiento indígena para dar a cambio su apoyo en la segunda vuelta?
No vamos a negociar nada. Vamos a dejar claro los puntos que venimos luchando toda la vida. En 1994, en el Gobierno de Sixto Durán Ballén se aperturó el proceso minero y desde ahí hasta ahora se ha convertido en política de Estado. Para nosotros eso es un problema estructural, porque nosotros tenemos una mirada para la defensa de la vida, de los territorios, de los colchones de agua para la producción nacional. Y al respecto, la socialdemocracia ha tomado una postura, en este caso, de arrasar con nuestros territorios. Este es un punto que se vuelve innegociable con cualquier Gobierno.
P. ¿Y qué será prioritario, lo ideológico o las promesas de los acuerdos que se puedan concretar con las fuerzas políticas en competencia?
R. Vamos a elegir a quien apoyar y vamos a elegir contra quién luchar. Veremos cuánto está dispuesta la señora González a retroceder si es que fuera gobierno.
P. ¿No cree que esa postura puede tener un impacto en las bases y en los dirigentes que fueron perseguidos y enjuiciados por sabotaje y terrorismo durante el Gobierno de Correa?
R. Nos persiguieron más en el gobierno de Moreno y Lasso. No voy a adelantar sobre los criterios que cada persona tiene. La gente que debía tomar una postura por Pachakutik votaron por Daniel Noboa. Esa gente no va a ser tomada en cuenta en nuestra discusión. Ya decidieron por el Gobierno de Noboa. Los que vamos a tomar la decisión son los que votamos por las propuestas de nuestro movimiento político. Los 536.000 votantes.
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