El viento, clave en la descarbonización de la electricidad


El desarrollo de la energía eólica se verá dinamizado cuando se agilicen permisos para ampliar la capacidad y se avance en una ampliación de las redes de transmisión

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El viento, clave en la descarbonización de la electricidad

Desde hace milenios el viento ha sido aliado de los humanos. Los egipcios surcaron el Nilo en las primeras embarcaciones de vela hace 5.500 años, entre los siglos VI y VIII D.C., los persas molían el grano ayudados por molinos impulsados por viento y a mediados del siglo XV se empezaron a conectar mar los confines de la Tierra con barcos de múltiples velas. En el XXI este fenómeno meteorológico sigue siendo crucial para la sociedad. Si bien la implementación de esta fuente de energía en los Estados Unidos está en marcha, la industria se enfrenta a desafíos.

El viento es una de las fuentes más eficientes de energías renovables, clave para el futuro de una sociedad que necesita cada vez más electricidad y a la vez detener el deterioro del clima acelerado por las emisiones de combustibles fósiles.

Digital generated image of abstract sustainable energy circular doughnut chart made out of multiple types of green energy cross sections
Imagen generada digitalmente de un gráfico circular abstracto de energía sostenible en forma de rosquilla compuesto por múltiples secciones transversales de energía verde: hidroeléctrica, geotérmica, hidrógeno, eólica y solar.Getty Images

El líder mundial en energía limpia, Iberdrola, ha estado impulsando la revolución de la energía renovable durante más de dos décadas. Su cartera actual de energías renovables asciende a 90 GW en todo el mundo, incluyendo una capacidad eólica marina instalada de 1.6 GW. En Estados Unidos, su subsidiaria Avangrid está liderando la industria eólica marina con su proyecto Vineyard Wind 1, que se convertirá en el primer parque eólico marino a gran escala del país. Con 62 turbinas eólicas, generará 806 MW de energía limpia, suficiente para abastecer de electricidad a más de 400,000 hogares y negocios en Massachusetts. El parque eólico comenzará a generar electricidad para Massachusetts este año.

“Vineyard Wind 1 es un proyecto emblemático, es el único gran proyecto que se está construyendo actualmente en Estados Unidos y será un logro masivo que fortalecerá la industria eólica marina del país”, dijo Pedro Azagra, CEO de Avangrid.

Juan Antonio Miranda
“El proyecto generará energía limpia, renovable y asequible, al tiempo que reducirá las emisiones de carbono en más de 1,6 millones de toneladas al año. Estoy muy orgulloso del trabajo realizado por nuestro equipo para ayudar a Estados Unidos a alcanzar sus objetivos de energía limpia. Como proyecto pionero en la nación, hemos superado muchos desafíos apoyándonos en la experiencia del Grupo Iberdrola, y estas lecciones aprendidas serán invaluables a medida que continuemos desarrollando proyectos de energía eólica marina en los Estados Unidos”.
Pedro Azagra

La energía eólica marina será una parte crucial de un futuro energético sostenible y es una pieza clave de la transición hacia energías limpias.

“Necesitamos hacer dos cosas importantes en los próximos diez a treinta años”, dijo Ken Kimmell, Director de Desarrollo de Avangrid Renewables. “Primero, debemos descarbonizar rápidamente el sistema de generación de electricidad eliminando casi todas las emisiones de combustibles fósiles. Segundo, debemos expandir la red para permitir que otros usuarios finales de energía prescinda de los combustibles fósiles con tecnologías como los automóviles eléctricos y las bombas de calor”. Kimmell cree que la energía eólica terrestre y marina “es nuestra mejor herramienta para enfrentar este doble desafío”, debido a la gran capacidad de estas instalaciones, especialmente los proyectos basados en el océano que pueden alcanzar una capacidad de producción máxima del 50% del tiempo y están ubicados cerca de las densamente pobladas costas este y oeste.

Kimmell, que presidió la Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados) explica que los campos eólicos en el mar tienen la ventaja de que hay más espacio que en muchos lugares densamente habitados y el viento es más fuerte. Además, se pueden construir turbinas mucho más altas lo que permite una mayor eficiencia y que la demanda de energía se alinee con la oferta que llega con el viento.

These wind turbines were some of the first of shore in Denmark
Turbinas eólicas en el marGetty Images

Las implementaciones exitosas en varios países han demostrado que la confiabilidad de esta fuente de energía puede mejorarse mediante la combinación de diversificación renovable, una red de transmisión inteligente (smart grid) y una mayor capacidad de almacenamiento.

En octubre de 2023, la energía renovable representó el 50.7% de la producción de España, impulsada principalmente por la energía eólica. Se proyecta que Alemania generará más del 50% de su energía a partir de fuentes renovables este año. Durante la primera mitad del año, Dinamarca dependió de turbinas eólicas y paneles solares para el 67% de su consumo de electricidad.

Según datos de la Energy Information Administration, en EE UU las energías renovables (principalmente eólica y solar) fueron responsables en 2022 del 21% de la producción eléctrica, por delante del carbón,. Y hay mucho margen de crecimiento. Es algo en lo que está trabajando el Gobierno tras aprobar el Inflation Reduction Act de 2022 que sienta muchas de las bases y las ayudas para expandir la capacidad y alcance de estas energías como en otros países.

Además de confiable, la energía eólica presenta una importante oportunidad para mitigar crisis energéticas y de seguridad como la causada por la invasión rusa de Ucrania y las sanciones impuestas a los recursos fósiles provenientes de ese país. En un reciente comunicado sobre la seguridad energética, la OTAN afirmó: “Rusia ha exacerbado intencionalmente la crisis energética y su guerra de agresión contra Ucrania impacta el panorama energético global”.

Un informe de la Agencia Internacional de la Energía Renovable (IRENA, por sus siglas en inglés) revela que cerca del 80% de la población mundial vive en países que importan combustibles fósiles, lo que deja una buena parte de la población a la merced de los productores aunque disfruten de abundantes recursos naturales para renovables.

Wind turbines against fuel coal power plant
Aerogeneradores frente a una planta de energía a base de carbón. Concepto de desarrollo sostenible y energía renovable. (Se utilizó una máscara de recorte).Getty Images

Francesco La Camera, director general de IRENA, enfatiza la necesidad de hacer importantes inversiones en energía renovable porque “no solo es la forma más económica de producir electricidad sino también la mejor manera de asegurar resiliencia y seguridad energética”.

La crítica a este tipo de energía por su intermitencia tiene respuesta en una cartera diversa de generación y según se apunta desde IRENA el sistema “se organiza de una forma eficiente con la renovación de las redes” y una mejor interconexión.

En este sentido, en EE UU hay mucho por hacer y es uno de los retos para el desarrollo de estas energías. Kimmell explica que hay muchas redes que no están adecuadamente interconectadas en el país. “Si hay mucho viento en Nueva Inglaterra que no necesitamos en esa zona, queremos la capacidad de transmitir esa energía a lugares donde se necesite”.

Las redes fragmentadas por territorios y las decisiones políticas también fragmentadas a distintos niveles de la administración a la hora de decidir dónde se ubican las grandes líneas de transmisión unido al largo tiempo que toma conseguir permisos “es uno gran reto al que hacemos frente”, explica este directivo. “Para una línea de transmisión interestatal que pueda llevar energía a varios estados puede tomar hasta 10 años obtener esos permisos y algunos proyectos se caen antes”.

La organización sectorial America Clean Power (ACP) cree que si no hay una reforma en los permisos puede perjudicar a 100 GW de proyectos, es decir: “más de 100,000 millones en inversiones perdidas, 150,000 empleos que no se crean y 55 millones de toneladas métricas de emisiones esta década (el equivalente anual a las misiones de 120 millones de autos).” La ACP explica que en la década que puede pasar para obtener un permiso en el pasado fue el tiempo que requirió construir el canal de Panamá, se podrían construir dos veces la presa Hoover o dos veces y media el puente Golden Gate de San Francisco.

La conexión a la red es diferente con las renovables porque se necesitan líneas de transmisión más largas, ya que la generación puede producirse lejos, y precisan cierto tipo de flexibilidad para más generadores de electricidad y almacenamiento de apoyo.

Kimmell dice que le gustaría que en EE UU se vieran cambios que ya existen en Europa como por ejemplo la agilización y menor complicación de los permisos por una mayor centralización. “Visité un proyecto de Iberdrola en el Mar Báltico y pregunté cuántos permisos necesitaron para construirlo. Uno. En EE UU, el proyecto de Vineyard Wind 1 que estamos desarrollando ahora hemos necesitado unos 100 permisos”.

Otra de las cosas que le llamaron la atención de Alemania es que las empresas responsables de construir el campo eólico en el océano, las turbinas, las aspas, las subestaciones no lo son de la transmisión para conectar la red (grid) eso lo hacen las empresas de utilities (eléctricas). Esto simplifica el proceso, lo hace menos arriesgado y acelera esos proyectos.

Kimmell se enorgullece del compromiso de Avangrid e Iberdrola para enfrentar estos desafíos complejos. “Si bien necesitamos reformas en políticas y permisos, siempre necesitaremos empresas como Avangrid e Iberdrola que tengan el capital, el conocimiento y el espíritu emprendedor para llevar a cabo estos proyectos. Por eso vine a Avangrid en primer lugar: ha llegado el momento de dejar de hablar de abordar el cambio climático, necesitamos construir y construir ahora”.

Generador de energía y empleo

La descarbonización de la red también genera revitalización económica en muchas áreas, ya que el desarrollo de infraestructuras crea empleos y riqueza. Según los últimos datos de la ACP, se han invertido más de $270 mil millones en estas infraestructuras durante los últimos 12 meses, superando la inversión total de 2015 a 2022. En el proceso, se crearon aproximadamente 30,000 empleos. La ACP estima que el sector de energía limpia podría crear un millón de empleos para 2030 si se pudieran acelerar los permisos. Los empleos en energías renovables se dispararon a 13.7 millones en todo el mundo en 2022, según informa la Organización Internacional del Trabajo.

Kimmell destaca que estos trabajos son de los que más crecen en el país, con salarios competitivos, no requieren formación universitaria, aunque sí certificaciones y entrenamiento. “En nuestro proyecto de campo marino en la ciudad de New Bedford (Massachusetts) me encuentro a gente que me dice que han vivido ahí toda la vida y nunca la han visto tan llena de actividad como ahora”. Vineyard Wind 1 por sí solo está creando 3,600 empleos en Massachusetts.

Además, los proyectos pagan royalties a los dueños de las tierras donde se instalan. Según la American Wind Energy Association (AWEA) los proyectos eólicos pagan algo más de $1,600 millones en impuestos locales y estatales además de pagos de alquiler a los propietarios y esta cifra crece en la medida que crecen los proyectos.

placas solares
Fotovoltaica, ingenieros verificando y reparando paneles solares en una planta generadora de energía solar. Concepto de fuente de electricidad alternativa.Getty Images

Se trata de unos ingresos que ayudan a comunidades, muchas de ellas en zonas rurales, para ampliar sus presupuestos e invertir en mejora de la educación o servicios sociales. Además, crean puestos de trabajo en la región o ayudan a rejuvenecer áreas evitando que las familias jovenes se vayan a buscar oportunidades en otros lugares. La AWEA explica que los pagos de alquiler de tierras proporcionan a agricultores y rancheros unos ingresos que permite estabilizar sus economías.

De cara al futuro, Kimmel cree que en 2050, EE UU podrá tener una mayoría significativa de energía generada por una combinación de recursos no fósiles sino renovables y nuclear. “Y si realmente alcanzamos las políticas necesarias [en materia de permisos y extensión de la red de transmisión] no hay razón para que podamos tener el 70% u 80% de la energía sin recursos fósiles para ese año”.

Va a requerir un cambio de forma de operar, pero como dice Kimmell, la buena noticia “es que tenemos la tecnología, no tenemos que inventar algo totalmente nuevo, realmente lo que hay que arreglar es la logística”. “Con el liderazgo adecuado, y empresas como Avangrid e Iberdrola, se puede conseguir”.

CRÉDITOS

Ilustraciones Mónica Juárez
Diseño y maquetación Mónica Juárez y Alfredo García

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