Argentina lidia con la escasez de combustible en plena campaña electoral
Massa acusa a las empresas petroleras de especular mientras Milei afirma que el desabastecimiento es “una postal del futuro” si gana el candidato peronista
Conseguir gasolina se ha convertido en una odisea en Argentina. Este lunes había filas en todas las estaciones de servicio, en especial en las de la petrolera estatal YPF, la que ofrece los precios más económicos. En algunas tenían sólo gasoil, en otras limitaban la carga a 5.000 pesos (14 dólares al valor oficial) por automóvil, es decir, 20 litros, la mitad del tanque de un coche pequeño. El desabastecimiento comenzó días atrás en algunas provincias del norte argentino, pero el fin de semana ya se había extendido también a la capital y su área metropolitana.
La falta de gasolina es un síntoma de los graves desequilibrios macroeconómicos de Argentina y pone contra las cuerdas al ministro de Economía y candidato a presidente por el peronismo, Sergio Massa, a sólo tres semanas de las elecciones. Para su rival en las urnas, Javier Milei, se trata de “una postal del futuro” de Argentina si el peronismo gana la votación el próximo 19 de noviembre.
Las causas del desabastecimiento son múltiples, pero entre ellas sobresalen un par vinculadas a la crisis del país: el congelamiento de precios de los combustibles para el mercado doméstico y la falta de dólares en el banco central. Argentina necesita importar cerca del 20% del combustible que consume y autoriza con cuentagotas cada compra en el extranjero para limitar todo lo posible el uso de las pocas divisas disponibles. Sin embargo, para las petroleras no es negocio importar ya que el precio en Argentina está muy por debajo del valor internacional y ni siquiera se ha actualizado con la inflación: la gasolina se ha encarecido un 60% en lo que va de año, frente al 103% del IPC.
Esas regulaciones hacen que la responsabilidad de la demanda recaiga principalmente en YPF y que todas las miradas se hayan posado estos días en la compañía ante un problema que se ha colado de lleno en la campaña electoral. La capacidad de producción de combustible de YPF cayó en agosto debido al freno programado de una de sus grandes refinerías desde agosto; al mismo tiempo, la demanda se disparó días atrás por el inicio de la campaña de siembra de soja y maíz y por el temor de los consumidores argentinos a que el precio de la nafta aumentase después de las elecciones.
Diez buques importados
El desabastecimiento obligó al Gobierno a salir de compras a toda prisa. Con la importación de diez buques de combustible esperan normalizar la distribución en cuestión de un par de días. Por si acaso, Massa ha dado como ultimátum hasta el martes a medianoche a las petroleras. El candidato peronista las acusa de especular a la espera de una devaluación del peso que no se ha producido y de abusar de la situación anómala que atraviesa el país. Si se mantiene la falta de combustible, prohibirá la exportación de petróleo.
Massa cuenta con el apoyo del principal sindicato de trabajadores petroleros. Su dirigente, Marcelo Rucci, ha convocado a una huelga para el miércoles si el sector incumple la ley “que propugna el autoabastecimiento” y “las empresas continúan castigando a los argentinos”. Rucci sostiene que no es posible que falte combustible con el aumento de producción experimentado este 2023 gracias a los avances en la explotación de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta. Los 645.000 barriles diarios de petróleo en septiembre fueron el récord de producción mensual en Argentina desde finales de 2008.
“Los beneficios son siempre para los mismos: los que ahora especulan y muestran su peor cara, la de la avaricia. Las cuestiones electorales y la especulación empresaria no pueden tomar de rehenes a todo un país. En la Argentina del futuro no hay espacio para oportunistas y mezquinos”, agregó el líder del sindicato de petroleros este lunes.
Las imágenes de largas filas alrededor de cada gasolinera de Argentina han servido como munición para el rival de Massa en las urnas, Javier Milei. El candidato ultra vaticina que si el peronismo continúa en el poder Argentina va camino de convertirse en Venezuela: “Venezuela se quedó sin petróleo, Cuba sin azúcar. Nosotros tenemos todo el potencial energético pero podemos perderlo”.
El candidato oficialista ha intentado repetir con la gasolina la misma estrategia que usa desde hace semanas con los billetes de tren y autobús: revelar el precio sin subsidios estatales. Señala que el precio del litro de nafta más barato sería de 800 pesos (frente a los 248 de hoy) si su valor lo fijase el mercado y no el Estado. “El mundo que propone Massa tiene precios más bajos, pero sin combustibles ni insumos para la medicina”, responde Milei. El problema seguirá en el centro de la agenda electoral hasta que desaparezcan las filas frente a las gasolineras.
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