El Gobierno de Milei niega un pacto con el kirchnerismo en el Congreso

El Gobierno de Javier Milei está a la defensiva. Sus principales dirigentes han tenido que explicar este viernes por qué ocho de sus diputados bloquearon con su ausencia en el Congreso la sesión que ayer debía tratar un proyecto de ley de “ficha limpia”. La iniciativa, impulsada por Pro, el partido del expresidente Mauricio Macri (2015-2019) que hoy es aliado de la ultraderecha, establece que no podrán ser candidatos a cargos electivos nacionales aquellos que estén condenados por corrupción por un tribunal de segunda instancia. Como quien está dentro de ese universo es Cristina Kirchner, se dispararon las especulaciones sobre un posible acuerdo entre la Casa Rosada y la expresidenta.

El jefe de ministros, Guillermo Francos, negó cualquier tipo de pacto y justificó el faltazo de los diputados de La Libertad Avanza por el temor de que se tomase la ley como dirigida “exclusivamente” contra Kirchner. Reveló además que el presidente, Javier Milei, se comunicó por chat con la diputada Silvia Lospennato, redactora del proyecto, para decirle que enviará una propuesta alternativa porque no coincidía con la actual. “Le dijo que está de acuerdo con ficha limpia, con un proyecto que se acuerde y sirva para todos los casos, y que no se tome exclusivamente como algo contra la expresidenta, como una proscripción de alguien en particular. No está hecho ficha limpia contra Cristina Kirchner, es una norma para todos”, dijo Francos en declaraciones radiales.

Kirchner y el kirchnerismo son para Milei todo lo que está mal, los representantes de lo que llama “la casta”, una horda de “zurdos de mierda” a la que se ha comprometido a exterminar. El 13 de noviembre pasado, la Cámara de Casación penal, un tribunal de apelaciones de segunda instancia, ratificó una condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción contra la expresidenta. Un acuerdo silencioso, sin embargo, no suena tan descabellado como podría suponerse. Milei está en minoría en ambas cámaras del Congreso y necesita de los votos del kirchnerismo para aprobar el pliego como juez de la Corte Suprema del juez Ariel Lijo, quien enfrenta una catarata de cuestionamientos a su idoneidad para el cargo. El Gobierno depende además de la expresidenta para conseguir la reelección del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, un incondicional de la Casa Rosada.

Es por ello que los argumentos de Milei no convencieron a la diputada Lospennato. “El proyecto es de un artículo, muy simple. Si hay alguna duda, hubiera deseado que se planteara antes. Este proyecto lo hicimos con el oficialismo. Dice que las personas que tienen condenas confirmadas por delitos de corrupción no pueden ser candidatas y se le aplica a todo el mundo”, dijo la diputada. El expresidente Macri, aliado de Milei, también se mostró molesto. “En la sesión en la Cámara de Diputados quedaron flotando preguntas inquietantes y profundas para el futuro de la Argentina: ¿Queremos o no queremos un país sin corrupción?”, escribió en sus redes sociales.

Macri lleva desde diciembre pasado jugando al equilibrista con Milei. Sus diputados fueron claves para la aprobación de leyes que reclamaba la Casa Rosada, pero el gesto no se vio correspondido con cargos en el Ejecutivo, como esperaba el expresidente. El Pro deambula ahora entre fusionarse con la Libertad Avanza, como pretende Milei, o resignarse a la irrelevancia. Los sondeos de cara a las legislativas de 2025 dan a Pro menos de 10% de los votos.

En cualquier caso, el bloqueo a la ley de ficha limpia dejó mal parado a Milei. El presidente dijo durante la apertura de sesiones del Congreso en marzo pasado que una de sus prioridades sería la aprobación de una ley similar a la que en Brasil sirvió para sacar de la carrera política a Luiz Inácio Lula da Silva, preso en una causa por corrupción que más tarde fue anulada.

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