Entre bambalinas rusas

La música envuelve al visitante al entrar en la nueva exposición de CaixaForum Madrid. Parece que estuviera tras el telón de un gran teatro mientras un grupo de bailarines ficticios conquista el escenario. Este ambiente ha sido creado especialmente para la muestra Los Ballets Rusos de Diaghilev, 1909-1929. Cuando el arte baila con la música, inaugurada el pasado viernes y que se podrá ver hasta el 3 de junio en las instalaciones del museo de la Obra Social La Caixa.

Isabel Fuentes, directora de CaixaForum, ha descrito esta exposición, organizada por el Victoria and Albert Museum de Londres, como “inusual” porque el protagonista, Sergei Diaghilev, era un gestor cultural, “un emprendedor que transformó el ballet y lo hizo crecer hasta sacarlo de su función accesoria para convertirlo en lo que es hoy en día: un espectáculo con vida propia”. Los que están entre bastidores no suelen aparecer en primer plano. Diaghilev es una de esas excepciones.

En la sala, se respira la delicada elegancia de esta danza. Cada vestido, cada diseño cuenta la historia de una obra, de un bailarín incluso, alguno de ellos, esconde tras las telas a grandes artista vanguardistas de principios de principios del siglo XX. Coco Chanel, Picasso o Matisse fueron colaboradores de este productor que supo ver el talento artístico y explotarlo. Además de que músicos de la talla de Manuel de Falla o Stravinsky le pusieron voz a sus creaciones.

Los Ballets Ruso en España

Más de doscientos carteles, programas, fotografías, elementos para las coreografías y hasta algún testimonio filmado envuelven el espacio.

El público se para a admirar carteles dibujados por Juan Gris o por Pablo Picasso quien creó una especie de arlequín para la obra El sombrero de tres picos, creados por Falla y Diaghilev durante la etapa de la Primera Guerra Mundial. En este periodo (1916-1918), la compañía refugió su arte en España, al margen del conflicto. “Europa no estaba para bailes”, sentencia Fuentes. Esta fue una época en la que Diaghilev bebió de la tradición española, de su folclore y sus costumbres.

En Madrid, Barcelona y San Sebastián sus representaciones tuvieron una extraordinaria acogida. España se había convertido, sin saberlo, en un factor importante para la supervivencia y desarrollo de los Ballets Rusos, que continuaron actuando en el país después de que se firmara la paz.

Llama la atención un pequeño documento filmado, en blanco y negro y mudo. Es el único de la compañía. Fue rodado en Suiza clandestinamente ya que Diaghilev impidió expresamente que se filmara a sus bailarines porque creía que las películas no podrían captar la magia colorista de sus producciones. Pensaba que esas grabaciones le robaban el misterio a la obra.

La sala de exposiciones está concurrida. “Hay mucha gente para ser lunes”, confirma una de las vigilantes del museo. Begoña y Amparo, dos señoras mayores que se han acercado a ver la muestra, dicen que les ha parecido muy completa y “bonita”. “Yo ya he venido dos veces”, asegura Begoña. Otra de las visitantes apunta que la idea de unir artistas plásticos y artes escénicas es “fantástica”.

Amparo concluye antes de coger el ascensor que la llevará a la puerta de salida: “en la exposición de verdad te sientes entre bambalinas”.

Los Ballets Rusos y Diaghilev

• Serge Diaghilev es una figura clave para entender la evolución de la danza en el siglo XX. Apostó por la renovación del lenguaje visual tanto en la coreografía como en la ecenografía, la música y el vestuario. Las representaciones dramáticas de Diaghilev transformaron el baile y generaron un nuevo interés por el ballet en Europa y en América.
• Los Ballets Rusos fue una compañía de ballet creada en 1907 por el empresario ruso Serge Diágilev, que eligió a los mejores integrantes del Ballet Imperial del Teatro Mariinsky de San Petersburgo para crearlo. Desde 1909, la compañía comienza sus giras internacionales, empezando en París. Es en 1911 cuando se independiza por completo de los Ballets Imperiales y se convierte en una compañía independiente. Los Ballets Rusos han sido definidos como la compañía de ballet más influyente del siglo XX, y su influencia perdura hasta hoy.