La fatídica puñalada en la discoteca

La elección de las nueve personas componentes del jurado popular abrirá mañana, en la Audiencia Provincial de Navarra,la vista para juzgar los hechos que provocaron la muerte del joven donostiarra Asier Lavandera, de 21 años, la madrugada del 16 de enero de 2010 en el parking de una discoteca en Lekunberri (Navarra).

En el auto, se considera acreditado que el autor material y confeso de las puñaladas, Sergio Fernando R.S. así como otros tres jóvenes más (Diego V.M., Kepa M.G. y Fernando R.M.) se encontraban sobre las cuatro menos cuarto de esa madrugada en una discoteca de Pamplona pero minutos después deciden acercarse en coche hasta la sala de fiestas Mao Mao, en Lekunberri. Al cerrar esta, sobre las seis, tanto Sergio como otro amigo se quedaron en la entrada del local mientras que los otros dos se dirigieron al coche en el que habían llegado. Allí, en el acceso a la discoteca se encontrarían con Asier Lavandera, que estaba acompañado de unos amigos y se inició una discusión de “escasa entidad” en la que la víctima propinó un golpe a Diego V.M., pamplonés de 22 años, por lo que Sergio Fernando R.S. se le acercó y con una navaja de su propiedad en la mano derecha, le asestó tres puñaladas.

Una discusión de “esca entidad” dio origen a la pelea que resultó mortal

Según el relato de la juez que instruyó el caso, cuando Asier intentó huir del lugar sufría ya una gran hemorragia interna que le hizo caer al suelo donde fue alcanzado por el procesado que le apuñaló otras dos veces por la espalda antes de llegar al vehículo de sus amigos y abandonar el lugar. Horas más tarde, una ambulancia trasladaría al joven hasta el Hospital de Navarra en Pamplona donde a las 08.50, según se recoge en el auto, murió. Los autores se dieron a la fuga pero su vehículo con sus ocupantes en el interior fue interceptado por la Guardia Civil en el término de Berrioplano, “portando el instrumento utilizado para cometer el hecho”!.

El jurado popular deberá determinar, si tal y como sostiene la Fiscalía, el autor confeso de los hechos, para el que solicita una pena de 14 años y medio de cárcel y una indemnización de 200.000 euros, cometió un delito de homicidio o si por el contrario, tal y como defiende la acusación particular, estamos ante un asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento. Tanto el Ministerio Público —que inicialmente calificaba los hechos de asesinato— como la familia de Asier, dirigen la acusación sólo contra Sergio Fernando R.S., de 21 años, de nacionalidad portuguesa y con antecedentes penales, como autor material del crimen. Eso sí, la acusación particular reclama 25 años de prisión y una indemnización de 300.000 euros. El acusado ya se ha declarado insolvente. La defensa insiste en que su cliente cometió un “homicidio atenuado” y por ello pide 2 años y 6 meses de prisión y el internamiento del acusado en un centro educativo especial.

El jurado deberá decidir también si el procesado padece algún trastorno y si había ingerido bebidas alcohólicas, dos posibles atenuantes. En este sentido, según ha podido saber EL PAÍS, la defensa centrará su estrategia en el informe médico encargado sobre su cliente. En él, se argumenta cómo el autor confeso de los hechos habría tenido una infancia “complicada” y después de muchos años sufriría un “trastorno psicopático de la personalidad”.

La defensa alega trastorno de personalidad del acusado

Asier era hijo único y sus padres eran muy conocidos en el barrio donostiarra de Altza, donde regentan desde hace una década el Bar El Quijote. "Recibir aquella mañana esa llamada de un amigo contándote la historia fue muy duro", recuerda Manuel. "Pero más duro fue aún ver cómo horas después volvían a abrir la discoteca como si no hubiera pasado nada", añade. "Nadie nos llamó en ningún momento y dos años más tarde sabemos que el juicio será doloroso". Mañana algunos de sus compañeros, los mismos que ayer pidieron justicia concentrándose en Alderdi Eder, estarán presentes ante la Audiencia.

Desde que se aprobara la Ley del Jurado en 1995, en Euskadi se han registrado en total 127 juicios con esta modalidad. Alrededor de 7 al año. La mitad de ellos, en Bizkaia. El próximo se celebrará el día 29 cuando un jurado juzgue el crimen de Cristina Estébanez en Barakaldo a manos de su expareja en 2010. Para el vicepresidente de la Asociación Pro Jurado y catedrático de Derecho Procesal de la UPV, Antonio María Lorca, estas cifras reflejan "el escaso ámbito competencial atribuido al jurado". Y es que, pese a que el debate sobre esta figura ha estado encima de la mesa desde su creación, Lorca considera que "la sociedad tiene asumida ya la figura del Jurado". "Además, para ser integrante no se precisa ninguna preparación, sólo tener raciocinio y saber apreciar cuestiones puramente fácticas", añade.