“Internet da miedo, pero hay que utilizarlo”
Carlos Jean se ha propuesto “democratizar” la creación. Primero ideó el Plan B, que hizo famoso el programa televisivo El Hormiguero. Cualquier persona podía contribuir con su talento (voz, unas palmas, un instrumento) a una base musical propuesta por él. Bastaba con entrar en una página web y aportar las ideas. Coca Cola se fijó en él y le ha fichado para que, siguiendo este mismo método, elabore canciones para anuncios, videoclips, diseños, logotipos,... Ambos proyectos se apoyan en Internet, una herramienta “maravillosa” a la que “no hay que tener miedo”. “¡La hemos inventado nosotros!”, enfatiza. Ayer habló de todo ello en Bilbao en una conferencia en el festival de publicidad El Sol.
Pregunta. Cuando se elabora un anuncio, ¿primero es la música y luego lo demás o al revés?
Respuesta. Puden ser las dos cosas. En la mayoría de los casos, la canción se apoya en el spot, pero puede ser al revés. Depende si es una música incidental, si acompaña o eleva el mensaje, si la letra va bien al mensaje... Música y publicidad han funcionado bien hasta ahora juntas, pero ha llegado el momento de que la música nazca dentro de la publicidad.
P. ¿A qué se refiere?
R: En lo que yo hago, la publicidad cambia su concepto. Coca Cola es mi socio, no es mi marca. Cuando un futbolista juega en el Athletic, se pone esa camiseta, que es una marca, y la defiende a muerte, ¿no? Pues esto es lo mismo. Somos socios.
P. ¿Dado lo que hacía con el Plan B, la música de un anuncio de Coca-Cola la va a poder crear cualquier persona?
R. Sí, es una de las opciones. Digamos que estoy metido de lleno en el proceso musical de esta marca. Soy el artista, pero no al uso. De mí van a salir un montón de proyectos. A diferencia del Plan B, aquí las portadas también las podrán hacer diseñadores gráficos, contaré con videocreadores, remezcladores... Se trata de dar una opción a todo el mundo. Es un proyecto vivo.
Perfil
Carlos Jean (A Coruña, 1973) formó a finales de los noventa el dúo Najwajean junto a la cantante y actriz Najwa Nimri. Firmaron tres discos, el último de ellos Till it breaks, en 2008. Ha realizado también trabajos en solitario, singles —algunos muy conocidos, como Mr. Dabada— y jingles publicitarios. Ha colaborado con Alejandro Sanz, Bebe y Bunbury, entre otros artistas. Creó el Plan B el año pasado con el objetivo de recuperar el espíritu de colaboración entre los músicos.
P. La cantera es inmesa.
R. ¡Imagínate! Cada vez que necesito algo, lo pido. Así de sencillo. Lo pido y lo comparto, ojo. Electric Nana [cantautora madrileña] hizo una canción conmigo [Lead the way, número uno en Los 40 Principales] y tiene su porcentaje y cobra su dinero por ello. La idea es trabajar en equipo para crear una cosa maravillosa. Al final eso lo puedes aplicar a todo. Se trata de dar visibilidad. Hay una cultura por esconder las cosas, pero a la gente le gusta ver.
P. Internet como plataforma para el talento.
R. Había tres grandes medios: prensa escrita, televisón y radio. Y ha aparecido uno que hace las tres cosas a la vez. ¿Enemigo o amigo? Para mí, amigo. Da miedo porque es muy grande, pero está ahí y hay que utilizarlo. Para todo lo que vamos a desarrollar en un futuro vamos a usarlo. Su gran ventaja es la interacción. ¡Internet lo hemos inventado nosotros y es maravilloso! Y la publicidad debe abrazarse a esta herramienta porque le va a salvar la vida.
P. ¿Cómo debe ser la música ideal de un anuncio?
R. La música tiene que emocionar si quieres emocionar; tiene que hacer reír si quieres hacer reír; tiene que dar miedo si quieres dar miedo... Tiene que acompañar a la idea principal de spot. Esto es clave.
P. El 90% de los anuncios tiene música. ¿El sector cuida lo suficiente esta faceta?
R. No. Los creativos tienen demasiado poder sobre la idea y se meten en la música sin saber. He cambiado campañas con ideas musicales, aunque suene arrogante. La música tiene más peso del que se le da, aunque creo que esto lo dice todo el mundo de su trabajo.
P. ¿Qué canciones recuerda de anuncios?
R. Miles. “Leche, cacao, avellanas y azucar...” [risas] El ser humano se transporta más al pasado con sonidos que con imágenes. Tú vas a tu colegio, cierras los ojos y escuchas a los niños y el timbre y evocas mucho más que cuando ves. Imagina si es importante lo que escuchamos.
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