Los críticos del PSOE pierden fuerza en los preliminares del congreso

Primera prueba superada. La fuerza de José Antonio Griñán en el PSOE andaluz ha quedado patente tras la celebración en seis provincias de los llamados congresillos, las asambleas para elegir a los 580 delegados que acudirán al congreso regional de los primeros días de julio en Almería, en el que el líder socialista pretende acometer “la reinvención del partido”. En líneas generales, el movimiento crítico se ha aflojado, si bien el 35% obtenido en Sevilla por la lista alternativa de Francisco Toscano (alcalde de Dos Hermanas) a la oficialista de Fernando Rodríguez Villalobos (presidente de la Diputación) lleva a pensar en que hará falta intentar la integración en el cónclave autonómico y, muy especialmente, en el provincial, que será después.

Los fortines críticos al equipo de Griñán —su candidatura a la secretaría general es apoyada por todo el partido— son Jaén y Cádiz. En la primera ha ganado de calle (92,1%) la opción del secretario general, Francisco Reyes, afín a Gaspar Zarrías. La corriente opositora de Mar Moreno, consejera de Educación, con la que se alinea Griñán, ni siquiera consiguió efectivos para medirse y se ha votado una lista única. El congresillo de Cádiz —el más polémico por la indisimulada contestación del secretario general, Francisco González Cabaña, y el exconsejero Luis Pizarro— se celebra el martes. Los griñanistas presentarán una lista alternativa capitaneada por el exalcalde de Chiclana Manuel Jiménez Barrios. Su resultado será, además, el preludio del tenso congreso provincial, de donde debe de salir un nuevo líder gaditano.

Pero lo relevante de lo vivido ayer es la constatación de que las elecciones del 25 de marzo han funcionado como un verdadero reconstituyente del predicamento del Griñán en su partido. Si antes de los comicios —con la previsión de la victoria aplastante de Javier Arenas— muchos de los suyos buscaban un relevo, ahora su figura orgánica se afianza apuntala por el respaldo de las urnas. El caso más simbólico es el de Málaga, donde el también presidente de la Junta comprometió su apoyo al secretario provincial de Málaga, Miguel Ángel Heredia, que aspirará a ser reelegido en el congreso provincial del próximo 14 de julio, frente a la corriente crítica Socialistas Hoy, que encabeza el abogado Josele Aguilar. Heredia obtuvo ayer el 77,57% de los votos, mientras que su rival se situó en el 22,42%.

La figura de Griñán crece, apuntalada por el resultado de las autonómicas

También es significativo el resultado de Almería, donde concurrieron tres listas, y la oficial, por la que se inclinó Griñán, ha dejado fuera a las otras dos, que se han quedado muy lejos del 20% de los votos necesarios para llevar al congreso regional una delegación propia. El secretario general almeriense, José Luis Sánchez Teruel, ha aglutinado el 73,34% de los sufragios.

El portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, batió marcas con una aclamación del 100% en Huelva, agrupación de la que es secretario general. Jiménez, uno de los puntales del círculo del líder del PSOE andaluz, no tuvo ni que someter la lista al dictamen de los militantes. En Granada, la lista única de Teresa Jiménez, registró igualmente un más que alto 92% con una candidatura única que Griñán respaldó, anulando un conato alternativo que supuestamente había auspiciado la ejecutiva regional. El cónclave de Córdoba se celebra mañana, en la que se batirán Juan Pablo Durán, el hombre de Griñán y secretario general, y el crítico Joaquín Dobladez.

Sevilla, la agrupación que aporta más delegados al congreso regional (127), ha arrojado un resultado que es necesario mirar con detenimiento. Los críticos de Francisco Toscano han rebasado sus expectativas al arrancar el 35% de los votos, después de unos tensos preliminares en los que fracasaron todos los intentos de acercamiento. La lectura que hace este sector —más interesado en disputar el control del PSOE sevillano a Susana Díaz, número dos de la ejecutiva regional, que en el cónclave regional— es que están en condiciones de plantar batalla en el congreso provincial. La dirección está ahora mismo en manos de una gestora, tras estallar por los aires justo antes de las elecciones autonómicas.