Ecodiseño de luz en Ordizia

A la subestación eléctrica de Iberdrola en Ordizia, una de las más antiguas de España, le tocó el año pasado un buen lavado de cara. Las instalaciones se habían quedado anticuadas y necesitaban una remodelación para atender a las necesidades originadas por el incremento del consumo eléctrico en la localidad guipuzcoana. Ha pasado de estar a la intemperie, con los transformadores y los cables a la vista en la superficie, a convertirse en un modelo de subestación compactada con los tres transformadores fuera pero el resto del equipamiento en el interior de un edificio. Ubicada junto a un cementerio, se colocó además, una pantalla delante de los transformadores de forma que el impacto visual fuera mínimo.

Pero había que introducir una variable más, la medioambiental. Iberdrola ha convertido la subestación de Ordizia, una de las 158 que tiene en Euskadi cuya misión es cambiar la alta tensión en media y baja para que ésta llegue a los usuarios a 220 voltios a sus casas, en un proyecto piloto dentro de la compañía eléctrica para mejorar las condiciones medioambientales. “Es un proyecto de innovación. Hemos escogido una subestación porque el mensaje que queremos dar a la sociedad es que no todo lo verde tiene que ser un parque eólico”, explica Inés Gallego, directora de Calidad y Medio Ambiente de Iberdrola Ingeniería y Construcción.

Con el objetivo no solo de ser más competitivos, sino además innovadores y sostenibles, Iberdrola ha tomado la senda del ecodiseño; un enfoque impulsado por Ihobe, sociedad de gestión ambiental del Gobierno vasco, que integra criterios ambientales en todas las etapas del diseño de productos para lograr que generen el mínimo impacto ecológico a lo largo de la vida.

En la subestación de Ordizia se ha procurado que el diseño y la construcción respeten el medio ambiente pero con el ecodiseño se quiere dar un paso más y buscar el análisis de todo el ciclo de vida de la subestación. “Se conoce como de la cuna a la tumba; desde la extracción de los materiales hasta el desmantelamiento de las cosa, dónde van a terminar si en un vertedero o se va a reutilizar”, explica Gallego.

Se mide el impacto ecológico en todas las fases para hacer un diagnóstico

En Ordizia se están analizando todas las fases implicadas en la subestación. Se trata de medir cuál es el impacto ambiental de cada una de las partes; desde el transformador, la obra civil, los condensadores, la ingeniería, los suministradores, etcétera. A través de una herramienta de cálculo se obtiene un diagnóstico ambiental. Por ejemplo, se pretende cuantificar el coste ecológico que tiene traer unas piedras de una cantera que han tenido que ser transportadas en un camión a una distancia determinada. “No se trata de filosofías, todos somos muy ecológicos pero necesitamos tener una referencia. Vamos a ver con datos reales qué es lo que impacta más y menos”, opina Gallego.

“No todo lo verde

Iberdrola es consciente que dar el paso al ecodiseño requiere de una implicación absoluta por parte de todos los agentes que operan en una subestación. “Solos no lo podemos hacer. Tenemos colaboradores que están poniendo a trabajar a sus equipos para calcular su huella ambiental”, añade Gallego.

De momento, Iberdrola está haciendo un análisis de viabilidad para saber cuáles van a ser las estrategias de ecodiseño necesarias y ver si son viables. “Estamos cuantificando, hemos pasado de la filosofía a la práctica”, asegura Gallego.

La dirección que ha tomado Ordizia es fruto del polo de innovación creado en noviembre de 2011 que se materializó a través del Basque Ecodesign Centre. Está integrado por las empresas CIE Automotive, Fagor, Gamesa, Iberdrola, Ormazabal, Vicinay Cadenas y Euskaltel junto al Gobierno vasco, representado por Ihobe. Colabora con la Escuela de Ingeniería de la UPV y ha establecido alianzas estratégicas con el Centro de Análisis de Ciclo de Vida de Suecia, una de las instituciones internacionales más relevantes en ecodiseño.

El Departamento de Medio Ambiente cree que aplicar las metodologías más avanzadas en ecodiseño permitirá a las empresas adoptar decisiones estratégicas que refuercen su competitividad.