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Las asambleas locales tensionan al PSdeG en vísperas de las autonómicas

Malestar en el partido por la sucesión de congresos en plena precampaña

Abel Caballero, de pie, entre Modesto Pose y Carmela Silva, en el congreso de Pontevedra
Abel Caballero, de pie, entre Modesto Pose y Carmela Silva, en el congreso de PontevedraCARLOS PUGA

Escrupuloso con los plazos que marcan sus estatutos, el partido socialista comienza a acusar el desgaste de medio año de congresos, congresillos y asambleas locales, aderezado en Galicia por una carrera por la candidatura a la presidencia de la Xunta que puede poner la guinda en forma de primarias. La batalla por la secretaría general entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón marcó el pistoletazo de salida de una sucesión de enredos que han enturbiado el ambiente en un año que se presume electoral, al que aún le restan episodios como la renovación de los secretarios locales.

En el entorno del secretario general creen que el calendario de congresos ha reforzado el liderazgo de Vázquez, después de resistir los embates de sus opositores no solo en el cónclave gallego, pero admiten que el PSdeG se ha desgastado en la disputa orgánica. Entre sus detractores también cunde la sensación de que se han malgastado fuerzas sin aclarar lo más importante: la candidatura a la presidencia de la Xunta. “En algo nos hemos equivocado, porque llegamos a las autonómicas y Vázquez tiene toda la ventaja para competir con Feijóo”, se lamenta un destacado militante del sector crítico.

Mientras el PP de Galicia optó por retrasar su congreso hasta después de las autonómicas, el PSdeG se metió de lleno en un carrusel que sigue dando vueltas. La comparación con los populares sirve a los socialistas para alardear de democracia interna, pero apenas oculta el hartazgo que se ha instalado en las filas del partido ante la sucesión de disputas orgánicas en vísperas electorales.

La proximidad de las elecciones es precisamente el factor que diferencia a Galicia y al País Vasco del resto de federaciones del PSOE, todas ellas sometidas a idéntico calendario. La serie se agrava en esta ocasión por la reciente incorporación de las estructuras provinciales, con dos consecuencias no menores: la elección de delegados para el congreso federal de Sevilla en los denominados congresillos, en los que se libraron batallas que nada tenían que ver con el pulso entre Rubalcaba y Chacón, y los recientes congresos provinciales, especialmente duros en A Coruña y Pontevedra.

A los congresos federal, gallego y provinciales le suceden ahora las asambleas para la renovación de las ejecutivas locales, que se prevén tensas en ciudades como A Coruña, Santiago y Ourense. Para atajar el ruido orgánico, la ejecutiva gallega ha puesto como límite el 10 de julio para la celebración de todas las asambleas, lo que permitirá despejar también cuanto antes otra de las incógnitas pendientes: el cartel de las elecciones autonómicas. Vázquez no puede lanzar su candidatura en el comité nacional hasta que este órgano no se renueve con los miembros elegidos por las asambleas locales, pero está decidido a hacerlo en cuanto se constituya, el 21 de julio. Será el pistoletazo de salida de las primarias, siempre y cuando haya contrincantes dispuestos a discutirle a Pachi Vázquez el cartel electoral.

Ciudades con futuro incierto

Las agrupaciones locales, donde el contacto entre militantes y facciones es más directo, son el escenario perfecto para la tensión interna, en el PSOE como en cualquier otro partido. Y la renovación de los secretarios y sus ejecutivas, el momento indicado para que afloren. A menor escala, se reproducirá en los muchos ayuntamientos la división que presidió por ejemplo el congreso de los socialistas gallegos celebrado en Santiago, aunque será en las ciudades donde traspase las barreras del ámbito local. Especialmente, en las de A Coruña, Santiago y Ourense, en las que la incertidumbre es mayor.

A Coruña afrontará finalmente el aplazado relevo del exalcalde Javier Losada. Será el capítulo definitivo de la pugna entre la portavoz del grupo municipal socialista, Mar Barcón, y del diputado José Luis Méndez Romeu, herederos respectivamente de Losada y del vazquismo. En medio, una tercera vía de no adscritos puede resultar decisiva pese a su carácter minoritario. José Sánchez Bugallo no tiene intención de abandonar la dirección del partido en Santiago, después de mantenerse al frente de la oposición municipal tras perder la alcaldía y de integrarse en la ejecutiva provincial de Francisco Caamaño. Y en Ourense, el regidor municipal, Francisco Rodríguez, no podrá cumplir su intención de optar a la reelección, debido a una disposición de los estatutos federales y del reglamento de las asambleas que impide encadenar más de tres mandatos consecutivos.

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