El desamparo del valenciano
El Consell de Cultura da la voz de alarma ante el peligro de arrinconar la lengua Se suma así a los avisos del Síndic de Greuges, la Acadèmia y Escola Valenciana
La lengua es, probablemente, el patrimonio cultural más democrático. Porque es un hecho de todos, construido por todo un pueblo a través de los siglos. Es un bien patrimonial vivo que, sin embargo, no se escapa de los efectos de la crisis ni de las políticas desarrolladas por las administraciones. Sobre todo si se trata de una lengua minoritaria y minorizada como el valenciano, que convive con el castellano, hablado por 400 millones de personas.
De hecho, el valenciano, “la lengua propia de la Comunidad Valenciana”, según figura en el Estatut d’Autonomia, está en peligro de desaparición. Así lo certificó el Consell Valencià de Cultura el 24 de junio pasado. “La falta de inversión en determinados instrumentos culturales puede implicar la desaparición de un bien cultural patrimonial como es el valenciano”, señalaba la resolución del máximo órgano consultivo de la Generalitat.
El mayor peligro para una lengua es que se vaya arrinconando paulatinamente en su uso social, quedándose, definitivamente, circunscrita al ámbito doméstico. En este sentido, la declaración del organismo añade: “Sin medios de comunicación, editoriales y textos escritos en esta lengua se mantendrá únicamente como un hecho familiar y popular”.
Las cifras
Escola Valenciana denuncia que de los 138.626 niños que estudian Primaria en valenciano solo 58.626 lo hacen en Secundaria. Por el camino se quedan 80.000 alumnos.
La Consejería de Educación eleva a 148.403 los alumnos de Primaria que estudian en valenciano en 765 colegios. Y en Secundaria hubo en el curso 2009-2010 un total de 63.033 alumnos.
El Consell contesta al Síndic que “no se puede comparar las cifras absolutas porque Infantil y Primaria abarcan nueve cursos y Secundaria solo cuatro”.
Escola Valenciana calcula que 70.000 familias el curso pasados pidieron estudiar valenciano, y cada año lo hacen unos 200.000.
El Síndic insta a Educación a “adoptar cuantas medidas sean necesarias, incluidas las presupuestarias, para garantizar el derecho a estudiar en valenciano en su etapa formativa”.
Esta voz de alarma del Consell Valencià de Cultura se suma a las que han expresado otras instituciones o entidades. Incluso el Síndic de Greuges, el exdiputado del PP José Cholbi, ha manifestado que la enseñanza del valenciano y en valenciano, a pesar de que es un derecho recogido por el Estatut, “no está garantizada en su totalidad”.
También la Acadèmia Valenciana de la Llengua ha alertado en diversas ocasiones sobre las consecuencias de no promover el uso social de la lengua y ha reclamado una mayor atención. “En la actualidad es necesario trabajar para mejorar la autoestima de los valencianos en su identificación como pueblo a través de una seña de identidad como es la lengua, intensificando sus esfuerzos por que el valenciano esté presente en más ámbitos”, dice uno de sus pronunciamientos.
En el ámbito educativo se plantea ahora la batalla del decreto del trilingüismo, una cuestión que reunió en la Consejería de Educación la pasada semana a Escola Valenciana y a la propia Acadèmia.
El objeto del encuentro fue el análisis del segundo borrador del decreto del trilingüismo. Al parecer no hubo avances significativos en la negociación, más bien se constataron las diferencias entre la consejería y Escola. No obstante, la presencia de la Acadèmia se interpreta desde el ámbito educativo como una muestra de buena voluntad por parte de Educación, que podría quedar en un mero acto formal.
Tampoco ha pasado desapercibida la coincidencia de la declaración oficial del Consell Valencià de Cultura (CVC) con la conmemoración esta semana de los 30 años de la aprobación de la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià. Se trata de una norma de mínimos que todavía no se cumple en su totalidad, y que, además, en los últimos años, ha sufrido un serio retroceso debido a la falta de inversión y a cierto desinterés por parte de la Administración autonómica.
La Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià sigue sin cumplirse en su totalidad
Sin embargo, lo peor está por venir, de acuerdo con la opinión de varios docentes consultados. Según ellos, la bandera que enarbola el Gobierno autonómico del trilingüismo esconde un “plan perfecto” para minorizar, todavía más, la lengua autóctona.
No en vano, la pretensión de la Consejería de Educación de aprobar un nuevo decreto de plurilingüismo ha encendido todas las alarmas, ya que pretende introducir el inglés desde los tres años y eliminar de un plumazo los programas actuales lingüísticos aprobados en 1983 por consenso de todos los grupos políticos.
La consejería quiere suprimir los programas de incorporación progresiva, en los que se imparte Lengua y Literatura en valenciano y un mínimo de otra asignatura (Coneiximent del Medi) en esta lengua. Además, la consejera, María José Català, continúa sin autorizar a una decena de colegios la implantación del valenciano como lengua vehicular, una reivindicación que reclaman desde hace años. A todo ello se une que el decreto permite a las familias elegir el idioma en el que se examinarán sus hijos: castellano, valenciano o inglés.
El Estatut d’Autonomia, en cualquier caso, recoge que todos los valencianos tienen derecho a recibir la enseñanza del valenciano y en valenciano, algo que según el Síndic de Greuges, José Cholbi, “no está garantizado en su totalidad” en estos momentos.
La consejería quiere suprimir los programas de incorporación progresiva al valenciano
El defensor del pueblo valenciano ha recibido quejas colectivas, presentadas por Escola Valenciana y Esquerra Unida, y de padres y madres, que denunciaban precisamente que sus hijos en educación primaria habían elegido programas en valenciano. Principalmente el PEV (Programa d’Ensenyament en Valencià) o el PIL (Programa d’Immersió Lingüística). Sin embargo, no pueden continuar sus estudios en valenciano en la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) porque los centros públicos no ofrecen el número suficiente de plazas. Según Escola Valenciana, de los 138.233 alumnos que estudian Primaria en valenciano, solo 58.626 lo pueden hacer en Secundaria. Hay 80.000 alumnos que se pierden por el camino.
Los afectados, según un informe del Síndic del pasado 19 de junio, denuncian que la Administración “no ofrece ni planifica adecuadamente la organización del personal ni de recursos suficientes” para posibilitar que estos alumnos sigan estudiando en valenciano.
Los afectados denuncian que no hay personal ni recursos suficientes
La consejería rebate las cifras de Escola Valenciana y con datos oficiales, correspondientes al curso 2009-2010, eleva a 148.403 los alumnos que estudian en valenciano en Infantil y Primaria distribuidos en 765 colegios. Y en Secundaria había 63.033 alumnos en 301 institutos. La consejería asegura al Síndic que es “errónea” la cifra de que 79.697 alumnos no pueden estudiar Secundaria en valenciano, y argumenta que “no se pueden comparar las cifras absolutas porque Infantil y Primaria abarcan nueve cursos y la Secundaria solo cuatro”.
Otro de los problemas que denuncian los padres es que la normativa legal vigente no contempla la catalogación lingüística de los docentes de Secundaria, a diferencia de lo que ocurre en Primaria. Lo que provoca que, en algunos casos, el alumno en el instituto se matricule en valenciano y reciba las clases en castellano. Sin embargo, la consejería recuerda que desde el año 1997 todas las plazas se “catalogan como bilingües, lo que garantiza la demanda del alumnado”.
El Síndic “sugiere” a la consejería que “adopte cuantas medidas sean necesarias, incluidas las presupuestarias, para garantizar el derecho de los alumnos a estudiar en valenciano durante toda su etapa formativa obligatoria”. Además, insta a la consejera a realizar un estudio de “la demanda real y efectiva” que permita ofertar en ESO tantas plazas en valenciano como alumnos matriculados en 6º de Educación Primaria en valenciano.
La consejería afirma que todas las plazas se catalogan bilingües desde 1997
Cholbi recuerda a la consejería que la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià determina la “obligatoriedad” de que las dos lenguas oficiales, valenciano y castellano, sean enseñadas en “todos los niveles, modalidades y grados de la educación no universitaria, y en todos los centros públicos y privados”.
Según los datos de Escola Valenciana, el curso pasado unas 70.000 familias solicitaron en primera opción matricularse en valenciano en las etapas de Infantil y Primaria. Y son cerca de 200.000 los alumnos que cada día estudian en valenciano.
El Síndic de Greuges recibió en 2010, además, otras 2.045 quejas de ciudadanos que denunciaban, fundamentalmente, la discriminación del valenciano en las páginas web institucionales. Los alcaldes, sobre todo de pueblos, esgrimen que con la actual coyuntura económica no pueden sufragar una web bilingüe.
También algunos ciudadanos se quejaron de que cuando se dirigen al funcionario público en valenciano se les contesta en castellano o con “malas maneras”.
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