El BNG acusa a Louzán de pagar favores a un tránsfuga de Gondomar
El hijo del tránsfuga de Gondomar, único aspirante que superó el examen del organismo provincial
No bajan de tono los cruces de declaraciones entre el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, y los integrantes del Gobierno local bipartito a cuenta del cambio de estructura del Museo de Pontevedra, que ha perdido su carácter autónomo a instancias de la Diputación.
Si el pasado lunes el concejal de Patrimonio Histórico, el nacionalista Luís Bará, apuntó a que la contratación de una exposición de motos históricas del museo fue resultado de una gestión personal de Louzán para pagar favores políticos al dueño de las máquinas —el concejal tránsfuga de Gondomar Manuel Gómez— ayer añadió que el hijo de Gómez fue contratado por la Diputación un mes después de que se confirmase la moción de censura de 2009, y que recientemente aprobó oposiciones en el ente provincial.
"Se puede establecer una relación de causa y efecto, pero puede ser casualidad", ironizó Bará, dos días después de que Louzán le tachase de "mamporrero" por sus primeras acusaciones del lunes. La contratación de la que sospecha el edil está referida al llamado Programa Diagnósticos Comerciais e Asesoramento Individualizado en Visual Merchandising, en el que el vástago de Gómez figura como programador del Servizo de Novas Tecnoloxías de la Diputación. La oposición a la que hizo referencia, en la que obtuvo un puesto de programador informático, es del pasado otoño. Gómez hijo fue el único en superar el primer ejercicio. Sobre su progenitor, recordó Bará que fue tránsfuga del PSOE y ahora es el único edil de Iniciativa por Gondomar, un grupo "clave para la mayoría del PP". Llamó la atención sobre una foto, tomada en la inauguración de la muestra, en la que Louzán posó a lomos de una motocicleta de la II Guerra Mundial junto a los dos Gómez, acompañados de la diputada provincial del PP Ana Isabel Vázquez a la metralleta en un sidecar.
Justo antes había vuelto a instar el edil a Louzán a dar marcha atrás en sus planes para el Museo, que el presidente provincial justifica por el ahorro. “Se mueve en los sumideros desde sus inicios en Ribadumia con Nené Barral”, reiteró, y criticó la alusión de Louzán a una supuesta malversación de fondos por los mojitos de la feria del Libro de la Habana, celebrada durante el bipartito cuando Bará era cargo de la Consellería de Cultura. “Podía ser constitutiva de un delito de calumnias”, apuntó.
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