La gestión de Innova era un caos
La auditoría sobre el ‘holding’ municipal de Reus revela avales dudosos y contratos a dedo 20 directivos, entre ellos Josep Prat, cobraban incentivos no justificados El alcalde: “En época de vacas gordas, todo coló”
Contrataciones a dedo, pago de sueldos e incentivos a altos cargos de manera injustificada, concesiones de avales dudosos y facturaciones irregulares: en la veintena de empresas de Innova, el holding municipal de Reus (Baix Camp, Tarragona), se perpetraron todo tipo de irregularidades entre 2009 y 2011, según desvela una auditoría de gestión presentada ayer por el actual alcalde, Carles Pellicer (CiU). “En época de vacas gordas todo coló, pero ahora ya no”, aseguró Pellicer, quien se refirió en términos muy duros al pasado del grupo empresarial municipal.
Las malas prácticas de gestión recogidas en el documento se llevaron a cabo cuando Lluís Miquel Pérez (PSC) era alcalde de Reus y el expresidente del Instituto Catalán de la Salud Josep Prat, director general de Innova. La auditoría sobre el pasado mandato abarca 3.000 páginas y ha sido confeccionada por la empresa Faura-Casas, la misma que desde hace años trabaja con el Ayuntamiento de Reus. Pellicer presentó ayer un informe reducido firmado por el interventor municipal, quien solicitaba realizar un revisión de este tipo sobre la gestión de Innova desde hace tres años.
Pellicer dijo que en los pasados mandatos Innova era un “complejo entramado” y una “bestia” que actuaba sin ningún tipo de “control”. Según el informe, Prat, que controlaba todos los entresijos del holding, cobró el 30% de su sueldo, es decir, 68.000 euros anuales, en incentivos que no están justificados. El expresidente del ICS en los últimos ejercicios percibió del Consistorio 280.000 euros al año y tenía a su disposición un Audi A6, pero dejó su puesto en Reus el pasado enero tras una denuncia de la CUP por los cargos en empresas públicas y privadas del sector sanitario que acumulaba.
El cobro de incentivos no justificados de Innova abarca a casi una veintena de cargos. En ocasiones estas retribuciones variables eran superiores a las fijas, como en el caso del ex jefe de gabinete de la alcaldía, quien en 2011 cobró el 54% de su sueldo en la primera modalidad. Aunque las retribuciones variables se daban por objetivos, según el informe todos las cobraban igual pese a que no se determinaba qué objetivos debían alcanzar en cada ejercicio. La auditoría, como ya avanzó EL PAÍS, también refleja facturaciones de hasta 1,1 millones de euros por parte del exdirector del CatSalut Carles Manté y Jorge Batesteza, un arquitecto que también estuvo vinculado al CatSalut. Este último, aparte de cobrar por supuestos trabajos 387.000 euros, facturó 7.545 euros de gastos. Los pagos a Manté y Batesteza ya han sido llevados ante la justicia por la CUP y Ara Reus.
Pellicer aseguró ayer que el Ayuntamiento entregará a la fiscalía la parte del informe que aborda los cobros de Manté.
La auditoría también ha detectado irregularidades en el Grupo Salud, pilar de Innova, que controla el hospital de Sant Joan de Reus y una decena de ambulatorios, hospitales, residencias de ancianos y guarderías en toda la provincia de Tarragona. En concreto, se ha comprobado que la facturación realizada a las mutuas no se correspondía con lo que se cobraba realmente y también pagos “discrecionales” a trabajadores de Sagessa decididos por “la dirección general”.
La auditoría de Innova revela nuevas irregularidades del sucesor de Prat
En el caso del hospital de Sant Joan de Reus, en 2011 los gastos que no fueron sometidos a los debidos procesos de contratación supusieron el 79%, y en la filial Gestión Hospitalaria, el 94%. También hay un centenar de contratos en entredicho, que abarcan todas las áreas de poder, hasta los acuerdos por la gasolina, también adjudicada a dedo por valor de 148.754 euros. Tampoco la flota de autobuses se ha salvado en Reus: en el periodo analizado se adquirieron sin concurso público tres autobuses por casi 900.000 euros a Evobus Ibérica.
Cuando Prat dimitió del Ayuntamiento, Pellicer aupó como gerente de Innova a Joan Carles Ferrater, máximo ejecutivo hasta entonces de las cinco sociedades que forman el Grupo de Aguas. Sin embargo, la auditoría revela ahora irregularidades en las empresas a su cargo. Por ejemplo, se contrató en 1994 a un persona para un mes, pero aún sigue trabajando en Aigües de Reus. También se contrató a dedo a varias empresas, entre ellas a Cobra, eludiendo la Ley de Contratos del Sector Público. El pasado febrero, EL PAÍS publicó que Cobra gastó 18.000 euros en reformar un piso en la playa propiedad de Ferrater. Pellicer dijo que estudiará “caso por caso” y no descartó ayer destituir a Ferrater por estas irregularidades.
Las irregularidades de Innova
Josep Prat cobró el 30% de su sueldo en forma de variables sin justificar.
La empresa pagó 1,1 millones de euros de forma irregular a dos exdirectivos de CatSalut.
Una veintena de directivos cobraron por objetivos no aclarados o inexistentes.
E Una filial del grupo compró a dedo tres autobuses por 900.000 euros.
Las empresas de salud del grupo facturaban a las mutuas de seguros cantidades distintas a las cobradas realmente.
Cobra, una de les empresas beneficiadas por contratos a dedo, pagó unas obras en un piso del director de Innova.
El Ayuntamiento entregará la auditoría al Tribunal de Cuentas, acción que ya ha sido apoyada por Ara Reus y la CUP, y a la que el PSC no se ha opuesto. Los socialistas, aun así, dijeron ayer que todos los datos de la auditoría son “incidencias”, y no irregularidades.
El alcalde de Reus presentará el jueves medidas de control para la gestión futura de Innova. “Hemos acabado con el monstruo, estamos transformado Innova y con la auditoría se cierra la carpeta de las noticias adversas aparecidas durante todo este año”, afirmó Pellicer. Sin embargo, menos el PSC, la oposición no lo ve así. El portavoz de Ara Reus, Jordi Cervera, pide que se depuren todas las responsabilidades y asegura que la “herida sigue abierta”, y el regidor de la CUP David Vidal asegura que la auditoría es “superficial”. La oposición critica la falta de nombres concretos en la auditoría, como el de Ester Ventura, mano derecha de Prat en Innova y pareja del hombre fuerte de CiU en Tarragona, Josep Poblet, presidente de la Diputación.
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