El registro para impulsar que se rehabilite en Ciutat Vella se atasca
Los socialistas critican que no funciona y el PP achaca el parón a la crisis
La rehabilitación de edificios y construcción en solares abandonados en Ciutat Vella no avanza, y la crisis no es la única explicación. Al menos para el grupo municipal socialista, que denunció este viernes que la “desidia” del Ayuntamiento de Valencia en la gestión urbanística “está haciendo mucho daño” al centro histórico y a otros conjuntos protegidos de la ciudad. Según el concejal Vicent Sarrià, el registro de solares y edificios a rehabilitar, creado hace 15 años, no funciona, lo que mantiene Ciutat Vella salpicada de solares y edificios cubiertos de mallas protectoras para evitar la caída de cascotes de las fachadas.
El registro se creó en 1997 para evitar que los propietarios retuvieran solares sin edificar o inmuebles vacíos y en mal estado durante años. Una vez avisados oficialmente por el Ayuntamiento de la obligación de actuar en sus propiedades, los afectados tienen un año para pedir licencia de obra. En caso de no hacerlo son incluidos forzosamente en el registro, momento a partir del cual cualquier empresa puede presentar un proyecto pagando a los propietarios por el suelo o sus viviendas al precio de una expropiación. También puede asumir la actuación urbanística la empresa municipal Aumsa.
Pero la amenaza de perder el control de sus solares al entrar en el registro no ha surtido efecto entre sus dueños y el grupo socialista lo ha denunciado en numerosas ocasiones. Sarrià aseguró este viernes que en 15 años “todavía no se ha edificado ningún solar incluido en el registro ni se ha rehabilitado ningún edificio”. Además, las pocas actuaciones encargadas a Aumsa en 2007 están paralizadas, como es el caso del número 2 y 3 de la plaza del Doctor Collado, junto a la Lonja, donde el restado ruinoso de las fachadas llama la atención. Tampoco se ha movido nada en un solar de la calle de Torno del Hospital para el que se llegó a aprobar un programa de actuación aislada en 2005. No se ha construido.
El concejal delegado de Urbanismo, Jorge Bellver, respondió airado al grupo municipal socialista, al que acusó de “caradura” y de “ignorancia orgullosa y prepotente” por “atreverse” a criticar el funcionamiento de un registro “que tan efectivo ha sido para forzar la petición de licencias de obra”. Según Bellver, la advertencia a los propietarios de que podían perder el control de sus bienes al entrar en el registro ha propiciado la petición de licencias para más de 900 viviendas en toda la ciudad, 325 de ellas en Ciutat Vella, y el resto en Russafa, Natzaret y Beniferri.
Las actuaciones de Aumsa están paralizadas, según Vicent Sarrià
En el caso de Ciutat Vella son apenas 25 más que las que se habían pedido hasta julio de 2009, cuando Bellver presumió en una comparecencia de prensa del “éxito” del registro, cuya virtud, a su juicio, era que los propietarios intentaran esquivarlo pidiendo licencias de obra. Según el concejal, esta vía había propiciado la solicitud de licencias para unas 300 viviendas en una cincuentena de solares, y solo siete terrenos figuraban en el registro porque no se había logrado mover a los dueños a construir. Sin embargo, en muchos de esos solares no se había puesto un ladrillo en esas fechas.
Fuentes de Urbanismo reconocieron este viernes que existe un parón en las órdenes de edificación debido a la crisis, pero insisten en que el registro no es un fracaso, como alega Sarrià. La concejalía no considera oportuno dictar ahora órdenes de edificación porque obliga a pedir licencia en el plazo de un año y es un momento complicado para obtener financiación y la demanda de viviendas ha bajado.
Sarrià insiste: “La Delegación de Urbanismo, cada vez que se plantea el tema contesta con evasivas, hablando de las miles de notificaciones que realizan y que el propietario suele con el tiempo pedir licencia. Pero la cuestión es que el expediente queda atascado en esa fase y si el propietario no cumple, no se acaba incluyendo en el registro para que otros actúen”.
Tampoco avanzan las actuaciones que se han dejado en manos de Aumsa. La empresa municipal lleva la gestión directa de alrededor de una decena de proyectos en los que el Ayuntamiento ha considerado que debía intervenir. La concejalía que dirige Bellver alega que “la tramitación es muy compleja, puesto que existen propietarios que han sido incluidos en el registro de manera voluntaria y otros de manera forzosa”.
El PSPV destacó que en Valencia hay un millar de edificios protegidos, de ellos unos 300 en Ciutat Vella, que están vacíos o tienen una baja ocupación. Y en este contexto achacó al Ayuntamiento el escaso cumplimiento de la llamada Inspección Periódica de Construcciones, que exige la revisión de todos los edificios protegidos y aquellos de más de 50 años de antigüedad.
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