Ir a comprar y quedarse
En la aparente atonía de un verano de crisis florecen pequeños proyectos que van más allá del concepto tradicional de tienda. Consultamos a siete figuras de diferentes campos sus favoritas
Participar en una cata de vinos en una librería. Acercarse a una galería donde (olvídese del prejuicio) se puede adquirir arte asequible. O degustar la fruta antes de comprarla mientras de paso le cuentan otra manera de cocinar esa verdura que han ido a buscar al último rincón de España. Un artista, un escritor, un músico, diseñadores... nos eligen esas tiendas en las que encuentran algo especial. El resultado es que se han desviado de los circuitos trillados del shoppingy se han dirigido a pequeños negocios alternativos, donde el público accede de diferentes formas, a veces solo a charlar. Apuestas muy personales que surgen de la mano de amigos, parejas, o de nuevas generaciones de una familia que, con visión cosmopolita, dignidad y a pie de calle, desafían todas las crisis demostrando que existen otras formas de relacionarse con los objetos y con los nuevos públicos.
» Diversificar y echarle picardía. Desde los grandes ventanales se atisba diseño puro, que es una de las cosas que venden Jesús Colao (Madrid, 1972) y su mujer, la suiza Ursula Schneider, en el Studio Schneider & Colao. La otra es lo que en EEUU, donde estos arquitectos han vivido 30 años, llaman Mom & Pop, fórmula que él traduce así: “Es algo con encanto, cariño, un estudio abierto al público y que con mucha experiencia asesora de manera muy cuidada y sin compromiso”. La diseñadora Helena Rohner eligió este lugar donde conviven nuevos valores con santones como Eames, Aalto, Cini Boeri o Mies van der Rohe. “Se aleja de las tiendas habituales de decoración, tiene un estilo muy marcado, mezcla vintage, pero sin ser el Rastro, con algo nuevo. Todo muy depurado”, dice Rohner. Mezcla muy bien la nueva lámpara de Gubbi con un mueble de los años sesenta, con una visión muy cosmopolita”. La pareja llegó a Madrid en 2008 desde el megaestudio de arquitectura Skidmore, Owings and Merrill (SOM). Hasta que el cuerpo les pidió dedicarse “a lo pequeño”. La primera venta ideal ya se ha cumplido: un coleccionista que entró a comprar una mesa danesa y al cabo del tiempo les encargó una casa en una parcela que tenía en Orfila. Pero, donde hacen su agosto es en Internet. “Tenemos una red de ojeadores por todo el mundo que nos encuentran auténticos tesoros”. Uno de ellos se lo llevó (lo dice bajando la voz) Norman Foster. La crisis no parece acogotarle. “Lo que hay que hacer es diversificar, innovar y echarle picardía”.
» Viaje iniciático a Valladolid. El autor de la valiente novela autobiográfica Tiempo de vida (Anagrama), Marcos Giralt Torrente, que le valió el Premio Nacional de Narrativa, decidió la librería casi al instante: Tipos Infames. “Tiene una atmósfera muy acogedora, agradable y donde hasta te puedes enrollar con el ordenador. Apetece ir y ojear libros, no te intimida como otras. Y sus libros no están enfocados al lector generalista, no te encuentras ni best sellers ni manuales de autoayuda, sino libros de editoriales muy especiales”.
Los tipos infames son tres amigos de la facultad, Alfonso Tordesillas, Gonzalo Queipo y Francisco Llorca, que después de hacer sus pinitos con la crítica en Soitu decidieron tras un viaje a Valladolid, en 2007, dejar sus trabajos y montar una librería “donde pasan cosas”, dicen. Presentaciones, catas de vinos... “¿Que si nos ganamos bien la vida? Hemos pasado de ser mileuristas a empresarios mileuristas. Pero trabajamos entre amigos en lo que nos gusta. Y el día que entró Jorge Herralde \[fundador de Anagrama\] se cumplió mi sueño”, dice Queipo.
» Crear adictos al arte. También son tres y amigos los que un día se lanzaron a abrir la galería Mad is Mad, un pequeño reducto de arte delicatessen sin dejarse las pestañas. Abrió en 2005 “con la intención de servir de plataforma a artistas emergentes”, cuenta María López Ribate, coordinadora de la galería. “En su filosofía está también afianzarse como espacio de formación en el que se intenta aficionar a los visitantes al arte contemporáneo en todos sus formatos. Y buscamos la mayor accesibilidad en los precios, con dibujos originales desde 20 euros”. Creada por los periodistas Rafael Ruiz, Andrés F. Rubio y Manuel Cuéllar, por Mad is Mad han pasado más de 120 artistas de todo el mundo, entre otros, Aitor Saraiba, Cristina Busto o Luis Úrculo. La apuesta para otoño se centra en trabajos realizados por mujeres, como la suiza Frederique Bangerter, que reivindica las labores de costura como expresión artística.
“Es un modelo muy interesante de los que te encuentras en capitales como Ámsterdam pero no aquí. Ofrecen cultura, propuestas muy innovadoras y frescas”, aprecia el artista José Manuel Ballester, premio Nacional de Fotografía y buen conocedor de las galerías. “Responde muy bien a la pretensión de apoyar arte emergente haciéndolo con mucha dignidad y profesionalidad, lo cual es importante”.
» Cambio hacia lo pequeño. En Conde Duque está una tienda pionera en ofrecer al aún desentrenado hombre español de los ochenta en estas lides, moda que arrasaba en Londres. Goyo Otero montó Sportivo hace 11 años. Ya se había curtido con otras tiendas tras conocer la movida de la moda con algunos de sus mitos como Alvarado o Montesinos. Acaba de empezar a reformar la tienda y, como le gusta renovarse cada cierto tiempo, quizás cambie hasta el nombre. “Soy muy ecléctico y cuando lo que vendo se pone muy comercial me desvío. Ahora estoy en la onda de marcas pequeñitas muy interesantes centradas en el mercado europeo. Americano no more”, avisa. El diseñador David Delfín, que trabajó de dependiente en una de sus tiendas, confiesa que con él aprendió mucho. “Yo llegué a la moda no de forma habitual, sino a través de la pintura, y con él aprendí a saber lo que la gente demanda. Encarna el tipo de negocio que me gusta con ropa y detalles para el día a día, con buen corte y rollo”.
» Moda española 100%. Esa misma moda bien hecha, “nada pretenciosa y bonita”, son las bondades, según la diseñadora Ana Paula Carrasco (Malababa), de la firma Masscob, montada por la pareja gallega formada por Marga Massanet y Jacobo Cobián, que acaba de abrir en Madrid. “Encaja muy bien en la ropa que me pongo a diario, especial y muy depurada. Y me gusta que sea española 100%, porque tenemos que apoyarnos”, reivindica Carrasco. “Muchos llegamos fuera y somos sólidos, pero tenemos que acabar de creérnoslo”.
» Militancia y música. A Juan Aguirre (Amaral) le gusta, antes de ir al cine, pasarse por Escridiscos y llevarse algo. “Aquí casi siempre descubres novedades”, anima el músico. “Descubrí un grupo americano, Drive-By Truckers, y me compré todos los discos que tenían. La gente que lo lleva es encantadora y, como normalmente estas tiendas están regentadas por entusiastas, hay que dejarse aconsejar”. Lo de entusiasta es quedarse corto. Más bien son unos militantes, según lo que cuenta Inés Ureña que, junto a su marido José Escribano, lleva al pie del cañón desde 1977 cuando debutaron al calor del punk y la nueva ola inglesa en unos bajos de Argüelles. “Los cds tienen los días contados, lo que nos mantiene es la venta de vinilos. Por eso, en septiembre ampliaremos la oferta con mucho jazz, soul...”, precisa Ureña. “Pero ha sido un negocio maravilloso y lo hemos pasado muy bien y, mientras podamos, aquí seguiremos”.
» Generación tras generación. Ahí están los fundadores de Gold Gourmet. “Uno de los pocos que quedan de venta al público que apuesta por los vegetales sostenibles, que tiene todo de temporada y producto nacional. Trabaja con pequeños productores que cultivan lo mejor, desde pochas de Navarra a tomates de Murcia transportados en una pequeña furgoneta. Es lo mejor de Madrid, una pyme que lo hace muy bien, gente muy maja y que se lo curra un montón”, valora el chef David Muñoz (DiverXo). ¿Y precios? “Algo menos que El Corte Inglés, algo más que Caprabo”, precisa. La familia Pacheco empezó con una carnicería en Villaconejos y llegó a Madrid en los sesenta para vender melones puerta a puerta. Se diversificaron y Luis Pacheco, tras pasar por el departamento de compras de fruta de El Corte Inglés, montó esta frutería, en la que también trabajan su mujer y sus dos hijos. Su lema: “Respeto al cliente, calidad en el producto y asesoramiento”, resume Daniel Pacheco, que anuncia una novedad: “Acabamos de inaugurar la Mesa Gourmet para que la gente deguste los productos mientras compra, desayuna o se toma un vinito”.
Quiénes han elegido qué
• La diseñadora Helena Rhoner eligió Studio Schneider & Colao, dedicada al diseño del siglo XX. (Belén, 2).
• El escritor Marcos Giralt Torrente se decantó por la librería Tipos Infames. (San Joaquín, 3)
• El artista José Manuel Ballester optó por la galería Mad is Mad, centrada en artistas emergentes. (Pelayo, 48)
• El diseñador David Delfín eligió la tienda Sportivo, que vende ropa de hombre. (Conde Duque, 20)
• La diseñadora Ana Carrasco (Malababa) quiso destacar la tienda de mujer Masscob. (Callejón de Puigcerdá, 2)
• El músico Juan Aguirre (Amaral) optó por la tienda de discos Escridiscos. (Navas de Tolosa, 4)
• El chef David Muñoz (DiverXo) eligió la frutería Gold Gourmet. (Ortega y Gasset, 85)
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