Un centenar de jornaleros del SAT ocupa el palacio de Moratalla
La marcha de Córdoba evita la acción de los agentes y entran en un antiguo palacio Los responsables del sindicato ordenan mantenerse en el lugar hasta que reciban una orden judicial
Con media sonrisa, Juan Manuel Sánchez Gordillo llama “sorpresas” a las acciones que está protagonizando este verano. Tras la tradicional toma de tierras, el Sindicato de Trabajadores de Andalucía (SAT) que dirige, optó por la mediática confiscación de productos de primera necesidad en supermercados antes de concentrarse en una larga marcha de protesta jornalera por Andalucía. La manifestación hizo ayer un alto con otra “sorpresa”: la ocupación del palacio de Moratalla, futuro hotel de cinco estrellas de Hornachuelos (Córdoba).
“Con esta acción estamos señalando a una clase social, la más inútil de toda Europa: la burguesía terrateniente. Esta ocupación simbólica es para denunciar a una clase social que históricamente ha sido responsable del atraso que Andalucía padece con respecto a otras zonas”, afirmó el diputado de IU y alcalde de Marinaleda.
Hiperactivo, con el móvil siempre sonando, tocado con un sombrero de paja y vistiendo pantalón gris y camisa rosa a medio abrochar, Sánchez Gordillo, no dejaba ayer de organizar a los suyos con una mano y atender a los medios de comunicación con la otra.
El nuevo foco de atención se encendió hacia las 12.30, cuando un centenar de hombres y mujeres del SAT consiguió burlar la vigilancia de los 60 efectivos de la Guardia Civil y colarse por la valla perimetral de la finca, presidida por una impresionante puerta de hierro con motivos cinegéticos. Ya dentro, Sánchez Gordillo pedía calma a los ocupantes. “No nos iremos hasta que nos presenten una denuncia o vengan con una orden judicial de desalojo”, dijo megáfono en mano.
Los dueños del palacio no tenían intención de presentar la denuncia que permita actuar al juez y a la Guardia Civil, informó Europa Press.
En el pasado, el palacio de Moratalla ha estado vinculado a la Familia Real y la nobleza. Construido en tiempos de Alfonso XIII, su primer propietario fueron los marqueses de Viana. Actualmente, se encuentra en proceso de reforma. Dos de las fincas agrícolas que originalmente formaban parte del latifundio original se vendieron. Actualmente, el palacio es propiedad de la cadena de hoteles de lujo Casas y Palacios de España. El inmueble no está abierto a los clientes aunque sí se han celebrado banquetes y bodas. También se han rodado anuncios de importantes firmas. Sus ocho hectáreas de jardines de estilo Versallesco se encuentran protegidos por su alto valor.
Antes de la toma, los sindicalistas ya habían anunciado que efectuarían una acción en su camino a la capital cordobesa, donde tienen planeada una concentración de protesta frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno. Su titular, Juan José Primo Jurado, ha advertido a los participantes de las marchas que no permitirá que se incumpla la ley ni se alteren, como ocurrió ayer, los itinerarios previamente autorizados.
La ocupación se desarrolló sin altercados. A las tres de la tarde, los organizadores consiguieron colar unos cuantos peroles de comida del exterior. Los jardines sirvieron de improvisado merendero. Varios miembros del SAT pasaban con bolsas para recoger la basura. Un par de guardas de la propiedad observaban estoicos cómo los jornaleros buscaban la sombra en los muros del palacio o en los jardines. Los jornaleros anunciaron que abandonarán el establecimiento a las ocho de esta mañana, cuando se pondrán de nuevo en marcha a pie con rumbo a Córdoba
El calor ayer era sofocante. La provincia de Córdoba permanecía en alerta naranja por temperaturas superiores a los 40 grados. Por eso, cuando varios ocupantes encontraron la piscina de la propiedad no lo dudaron: el chapuzón fue inmediato.
Tras una asamblea celebrada por la tarde para redefinir la marcha, el portavoz del SAT, Diego Cañamero, informó a EFE que los jornaleros han decidido pasar la noche en el palacio y reanudar mañana su marcha a pie con destino a Córdoba. Así, unas 150 personas pasarán la noche frente a las verjas del palacio, y el resto, en el interior.
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