“Somos trabajadores, no saboteadores”
Los piquetes de los trabajadores de Metro recorren las estaciones informando a los usuarios
A las siete y media de esta mañana, en el segundo día de paros parciales en Metro de Madrid —que coinciden hoy con los de los autobuses de la EMT—, los convoyes circulan abarrotados. Las frecuencias en la línea 1 y 5 oscilan entre los cinco y los 10 minutos, aunque de cuando en cuando pasan dos metros seguidos para alivio de los andenes, donde conforme se acercan las 8 de la mañana no cabe ni un alfiler. En la estación de Sol, una de las más concurridas, un piquete de unos 50 trabajadores monta jaleo entre los viajeros y recorre las principales estaciones para informar a los usuarios de las razones de su protesta.. Algunos los miran con indiferencia, otros con curiosidad, los menos les espetan: "¡Qué vergüenza!". Si normalmente viajar en transporte público en hora punta es, cuando menos, incómodo, hoy era casi una odisea.
Encabezados por el secretario general de UGT de Metro Madrid, Teodoro Piñuela, y su homólogo de CC OO, Ignacio Arribas, los trabajadores parten de la estación de Sol y recorren los andenes de Callao, Embajadores y Gran Vía. Se montan en los últimos vagones del metro y provocan que en ocasiones se cerrasen y abriesen las puertas hasta seis veces antes de que el metro se pusiese en marcha. En su periplo por la red del suburbano, corean: "Yo quiero un metro que sea de verdad donde la gente sea lo importante y no González y el Partido Popular", "Somos trabajadores, no saboteadores" y "Nos roban en el sueldo y a vosotros en el precio". A estos eslóganes se suman otros más explícitos contra el Gobierno regional y central.
Al llegar a un anden concurrido, Ignacio Arribas explica a los viajeros, megáfono en mano, los motivos que les llevan a convocar los paros: "En el mes de mayo han subido las tarifas un 11% y en el mes de septiembre un 2% más. A cambio de eso están cerrando vestíbulos nuevos, recién remodelados, están recortando en la calidad de la seguridad y en puestos de vigilancia. Y desde el 2 de octubre se ha reducido el número de trenes en toda la red, con 18 menos a las 7.30 de la mañana, 52 menos a las dos de la tarde y a las 11 de la noche se han quedado en la mitad de los que había en mayo". "Las consecuencias las están sufriendo ustedes", dice, en referencia a los usuarios, "y de ustedes depende revertir la situación con reclamaciones y denuncias oficiales".
Rosa Baena, una de las trabajadoras que participa en el piquete, matiza que "no es una cuestión de sueldo". Esta jefa de sector, que asegura que desde agosto le han reducido el salario en 500 euros al mes, critica que "lo sangrante" es que "se estén cargando la negociación colectiva y lo hagan todo por decretazo". Otra trabajadora, Alicia Portillo, destaca que los viajeros, "en su gran mayoría", están demostrando "comprensión y apoyo". Reconoce que algunos que se ponen "groseros", como el caso de un hombre que "casi rompe un cristal de la cabina de un metro que estaba averiado". En esos casos, explica, intentan "pasar y no entrar al trapo". "No estamos aquí para discutir con los viajeros sino para explicarles que estos recortes van en detrimento suyo y ese malestar lo sufrimos nosotros cada día".
La mayoría de usuarios obedece al patrón explicado por Alicia Portillo. En la estación de Sol, tras el discurso del líder de CC OO ante un andén donde no cabe un alfiler, muchos viajeros prorrumpen en aplausos. "Ya sabíamos que había paro y te resignas o, si te molesta, no usas el metro, pero está claro que no lo hacen por gusto sino para defender lo de todos", dice un joven. "Yo vengo notando un descenso de la calidad desde el verano, menos trenes y mucho más llenos, y el billete que ha subido una exageración", puntualiza otro usuario, que señala los carteles promocionales de la película El Hobbit, que empapelan varias estaciones, con cierta sorna: "Y manda narices que lo quieran arreglar a base de publicidad".
Teodoro Piñuela asegura que seguirán secundando "todas las movilizaciones previstas", especialmente la del día 27, en la que se manifestarán conjuntamente con EMT. A los usuarios del servicio público que no acaben de entender sus reivindicaciones les lanza un mensaje: "Que tengan paciencia, que no solamente estamos luchando por lo nuestro sino por lo que es de todos, porque a ellos también les están recortando y minando a impuestos sin darles el servicio de calidad que se merecen".
Por su parte, Ignacio Arribas dice que los actos de boicot ocurridos ayer en cinco trenes de tres líneas de metro le recuerdan "a aquella manifestación en Neptuno donde salió uno diciendo '¡soy compañero, soy compañero!", y ha recordado que ya en 2007 Esperanza Aguirre les acusó de "saboteadores". Por último, emplaza al consejero de Transportes a "tener la voluntad política de sentarse a negociar". "Estoy convencido de que lo arreglamos y la ciudadanía de Madrid no tendrá que sufrir ni un día más los efectos de esta huelga", sentencia.
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