Sandokán trata de salpicar a Aguilar en sus infracciones urbanísticas
El edil dice que la exalcaldesa le permitió las obras y prometió rebajar las multas
Cuando Rafael Gómez, Sandokán, se convirtió hace dos años en el jefe del principal partido de la oposición en el Ayuntamiento de Córdoba, muchos esperaban que el líder de Unión Cordobesa hablase abiertamente de sus contactos con la anterior alcaldesa de la ciudad, Rosa Aguilar. Comenzó a hacerlo este miércoles. Gómez afirmó que mantuvo “reuniones clandestinas” con la regidora, que le prometió rebajas de multas y que le dio luz verde para la construcción del complejo residencial Carrera del Caballo, urbanización sancionada posteriormente.
Aguilar respondió de inmediato: “Quiero poner de manifiesto que mientras yo estaba al frente del Ayuntamiento de Córdoba se ha cumplido con la legalidad y eso se demuestra con todos y cada uno de los expedientes que se han sustanciado a lo largo de todos esos años y que están en el Ayuntamiento. Se han tratado a todos los ciudadanos por igual y los procedimientos que se han seguido los han hecho en el desarrollo legal que la propia ley prevé”.
La respuesta de la exalcaldesa se produjo después de que Gómez anunciara que iba a “levantar las alfombras”. Sin aportar documentos ni concretar fechas, Sandokán dijo que los encuentros se realizaron en “en casas de concejales” y en otros lugares, como el hotel del Castillo de la Albaida donde, según su versión, se encontró con Rosa Aguilar, el entonces presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Andrés Ocaña, y el ex gerente de este organismo municipal, Antonio Jiménez. Allí afirma que le dijeron “tira para adelante” en la construcción de la urbanización de Carrera del Caballo, levantada sin licencia de ningún tipo y que posteriormente fue sancionada. “Me dieron permiso y de buenas a primeras empezaron a ponerme millonarias multas”, denunció ayer el concejal y empresario de Arenal 2000.
“[Los encuentros] Se hacían en casa de concejales, en mi casa y hasta de mi prima la pelá”, afirmó. En una de las reuniones, Sandokán aseguró que le dijeron que no se preocupara por las sanciones porque al final “eso se iba a quedar en nada”.
Sandokán afirma que Aguilar, siendo alcaldesa, le visitó en su casa particular. “No paró [su esposa] de sacarle platos con los que se puso morada, afirmó. Le dijo entonces, según el constructor, que el Ayuntamiento le había impuesto la multa de 24,6 millones de euros por la construcción de 40.000 metros cuadrados de naves industriales sin licencia municipal en la antigua fábrica de Colecor. Justo donde hoy Gómez tiene las oficinas centrales de Unión Cordobesa, pero que no se preocupara porque esa sanción “se iba a quedar solo en 6.000 euros”.
Gómez también respondió al concejal de Hacienda, José María Bellido, que el martes consideró “triste” que “un ciudadano con esa deuda en el Ayuntamiento sea votado y tenga esa representación en el pleno”. A esto, Sandokán respondió ayer en su línea: “A mí no tiene nadie cojones de darme clases de honestidad porque yo soy el más honesto del mundo”. También afirmó que no debe “ni una peseta” al Ayuntamiento.
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