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Beiras achaca a una “operación insidiosa” el cambio de dirección en la Academia

El nuevo presidente de la institución, Xesús Alonso Montero, espera tener una buena relación con la Xunta

El portavoz de Alternativa Galega de Esquerda y líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, defendió ayer la figura del dimitido presidente de la Real Academia Galega, Xosé Luis Méndez Ferrín, justo al día siguiente de la elección como sustituo en el cargo de Xesús Alonso Montero. Beiras afirmó que “cualquier alternativa a Ferrín” al frente de la institución “nace de una operación insidiosa”, aunque añadió que “eso no descalifica a quien lo sustituye”, en alusión a Alonso Montero, según recoge Europa Press. Beiras considera que tras la dimisión de Ferrín hubo una “operación de asedio”, en alusión a las informaciones que desvelaron casos de nepotismo en la Academia, que “olía a hedor por todas partes”. Para el portavoz de AGE, la dimisión de Ferrín es “un síntoma de los estropicios que hace este franquismo sin Franco”.

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El nuevo presidente de la Academia, Alonso Montero, afirmó ayer que será “exigente” con el Gobierno gallego aunque añadió que cree que puede tener una buena relación con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. “Imagínese que yo fuera presidente con una Xunta de Galicia que presidiera un heredero de Lenin. Pues yo tendría muy buena relación con ese presidente, pero no la voy a tener menor con el señor Feijóo, por una razón, porque yo no soy presidente por mi condición de marxista, yo soy presidente por mi condición de filólogo, de estudioso de la filología gallega, comprometido con mi punto de vista, con la causa de la lengua gallega”, se extendió Alonso Montero en una entrevista a la Radio Galega que recoge Europa Press. “Vamos a tratar de ser exigentes” y “pedichones” para “echar un pulso en el buen sentido, tratando con respeto al Gobierno y recibiendo respeto”, señaló el presidente de la RAG.

Después de que la dimisión de Ferrín se produjera tras la publicación de casos de nepotismo en la institución, Alonso Montero promete que en su mandato las contrataciones de personal se harán con un “criterio objetivo, imparcial e igualitario”. Y añade que no piensa usar el “justamente polémico” Audi que cedió la Xunta a la Academia —por cuyo uso también fue criticado su antecesor en el cargo— y que se moverá “en tren o taxi” porque, a su juicio, le sale “más económico” a la institución: “Tengo conciencia clara de lo que es ser austero porque soy hijo de gente humilde”.

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