Jerez se enfunda el traje de cuero

En los navegadores, Jerez es uno de los destinos más tecleados este fin de semana. La ciudad se ha enfundado el traje de cuero para recibir la avalancha motera de cada mayo. Hasta 250.000 desplazamientos en solo tres días y 50.000 vehículos a dos ruedas son solo algunas de las cifras de una de las mayores concentraciones de motos de Europa. En el circuito de velocidad andaluz ha arrancado el Gran Premio de España de GP, la tercera parada del campeonato mundial.

Jerez (214.000 habitantes) duplica su población. Los aficionados llegan desde cualquier esquina del país o del continente. El gran flujo de moteros lleva ya días en la zona tras contabilizar uno de los arranques de campeonato más populoso de los últimos años. Atraídos por el puente del Primero de Mayo y la buena climatología, en los accesos del circuito la llegada de personas es permanente desde primera hora del viernes. Con neveras, gorras y grandes mochilas, familias enteras e incontables grupos de amigos y parejas cruzan en las jornadas de entrenamiento previas a las carreras alguna de las puertas de entrada del trazado andaluz para seguir a sus pilotos.

“Llevo 18 años seguidos viniendo a Jerez”, anunciaba a su llegada una sevillana de Coria del Río, acompañada por 13 miembros de una peña que viaja de ciudad en ciudad por buena parte del calendario del mundial. “El ambiente de este circuito es especial”, apostillaba un acompañante desde la montura de una Harley-Davidson con el depósito de gasolina pintado con las fauces de un tiburón.

Algunos de estos seguidores llegan a Jerez con las entradas en el bolsillo y las habitaciones de hotel reservadas. Otros, como los catalanes Ferrán y Pepe, pasean hacia el trazado sin localidades, ni lugar para dormir. Solo portan un par de mochilas con barras de pan que asoman por detrás de sus cabezas. “Ya veremos donde dormimos. O buscamos en la zona de acampada o en el coche o, directamente, no dormimos”, sonríen aún frescos a primera hora de la mañana.

El reto de este año pasa por superar las cifras de la edición de 2012. La meta no es fácil. Entonces entraron en el circuito 184.000 personas, 103.000 de ellas el domingo de Gran Premio.

La llegada masiva de aficionados se traduce en dinero. Jerez, una ciudad con una tasa de paro que supera el 40%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), toma oxígeno ante el fin de semana más rentable del año. Según el consejero andaluz de Turismo, Rafael Rodríguez, sólo el gasto directo del visitante deja en Andalucía 43,5 millones de euros.

Este importante retorno ha llevado a la Junta a repetir su apuesta por el evento, con una inversión de casi tres millones de euros que permite sufragar el coste de la prueba. A cambio, y al margen del gasto turístico mencionado, la comunidad se beneficia de un impacto en difusión mediática que cifra en 38 millones de euros.

La marca Andalucía estará por primera vez dentro y fuera del circuito y sus anuncios se emitirán en 120 canales de televisión con una audiencia potencial de 300 millones de espectadores en el mundo.

La seguridad es otra pata importante del Gran Premio. Más de 3.000 personas integran el dispositivo del Estado. Durante el fin de semana, 1.600 agentes de la Guardia Civil vigilan las carreteras, ayudados de helicópteros, radares fijos y móviles, además de cámaras cuyas imágenes se siguen con lupa en 200 pantallas del centro de control de tráfico. A estas cifras se le añaden otras 800 personas que conforman el dispositivo sanitario y de emergencia del servicio 112 desplegado por la Junta. El objetivo es repetir el éxito cosechado en el Gran Premio de 2012, que se cerró sin víctimas mortales en las carreteras.