Sin nada que echar a los fogones
La cocina de la Escuela de Hostelería La Cónsula cierra por retrasos en los pagos de la Junta
Del prestigio y la proyección que tiene la Escuela de Hostelería La Cónsula, en Málaga, es ilustrativo el hecho de que este martes iniciaran la prueba de selección para ingresar en el centro cerca de 650 personas. Solo 44 lograrán una plaza y el proceso transcurre ajeno a los problemas de liquidez que tienen las instalaciones por el retraso en la inyección de fondos por parte de la Junta. Esta demora obligó el lunes a adelantar un mes el cierre de la cocina, donde ya falta género porque no se ha pagado a los proveedores. A los 25 trabajadores en plantilla se les debe la nómina de los últimos cuatro meses. La situación de la escuela ha derivado en un rifirrafe político entre el Ayuntamiento de la capital y la Junta. La Consejería de Educación, que achaca la situación al traspaso desde el área de Empleo de los 14 consorcios andaluces, ha anunciado una primera transferencia de 662.000 euros. El dinero previsiblemente se recibirá mañana.
“El problema se va a solucionar en breve”, asegura el director de La Cónsula, Miguel Ferrer, quien ha mostrado su confianza en que los fogones vuelvan a funcionar en pocos días. El efecto inmediato del cierre de la cocina es que los alumnos se quedan sin prácticas. El restaurante coge vacaciones en agosto, pero debería estar operativo durante todo julio. La escuela ofrece almuerzos de lunes a viernes, a precios “competitivos y de una calidad incuestionable”. El nombre de La Cónsula aparece en todas las guías gastronómicas de nivel. Antes de que hubiera una merma en el servicio hemos optado por cerrar”, argumenta Ferrer.
Los problemas de liquidez del centro se arrastran desde hace meses y la situación se volvió crítica en mayo, cuando no se pudo hacer frente a los recibos de luz, agua y teléfono. La Consejería de Educación anunció entonces una inyección de dinero que nunca llegó y el pasado viernes volvieron a saltar las alarmas con la previsión de cierre de la cocina en una semana. Las instalaciones ni siquiera han aguantado tanto tiempo y se clausuraron el lunes.
Está previsto que mañana mismo la Junta transfiera 662.000 euros, que suponen un 50% de esa asignación
Según el secretario general de Formación Profesional de la Consejería de Educación, Jorge Cara, Hacienda ha dado este martes la orden de pago para abonar el primer anticipo que le corresponde a la escuela de la subvención aprobada en diciembre. Está previsto que mañana mismo se transfieran 662.000 euros, que suponen un 50% de esa asignación. Más adelante se cubrirá otro 25% hasta llegar al millón de euros. En opinión de Cara, este dinero será suficiente para que La Cónsula pueda hacer frente a su deuda y vuelva a la normalidad. El secretario de Formación Profesional ha achacado el retraso a la resolución de expedientes después del traspaso de los consorcios escuela a Educación y al hecho de que la convocatoria de subvenciones para 2013 se realizara muy tarde. “Las del año que viene las haremos en septiembre u octubre”, adelanta.
Los alumnos de la escuela han protagonizado una protesta por los impagos y La Cónsula se ha convertido en los últimos días en un arma arrojadiza entre las Administraciones. Nada más conocerse que la cocina del centro corría el riesgo de cerrar, el presidente de la Diputación Provincial, Elías Bendodo, se ofreció para suministrar alimentos y llenar la despensa del centro. La Delegación de la Junta contraatacó entonces reprochando al Ayuntamiento de Málaga que en dos décadas no ha asumido el 20% que le corresponde para mantener las instalaciones, según rezan los estatutos del consorcio. El alcalde, Francisco de la Torre, replicó que la aportación municipal se materializa “en especie” con la cesión del edificio y del suelo y la conservación de los jardines. También se mostró dispuesto a adelantar dinero en caso de que fuera necesario.
La Escuela de Hostelería La Cónsula, creada en 1991, es un referente del sector turístico a nivel europeo y ha sido la responsable de poner a la cocina andaluza en la órbita de la alta gastronomía. En ella se han formado cocineros como Dani García (su restaurante Calima de Marbella tiene dos estrellas Michelin y antes la consiguió para el Tragabuches, de Ronda); José Carlos García, que logró este distintivo culinario para el Café de París y recientemente lo recuperó para su restaurante Muelle Uno ubicado en el Puerto de Málaga; y Paco García y Celia Jiménez, que consiguieron una estrella Michelin para El Lago de Marbella. Jiménez, además, fue la primera mujer andaluza en conseguir este galardón.
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