La semana por delante

arte

Vilariño, melancolía y muerte en la fotografía

La fotografía de Manuel Vilariño (A Coruña, 1952, Premio Nacional 2007), tiene tales cargas de melancolía que su contemplación resulta inquietante. Los animales muertos, destripados o situados junto a objetos mortales para ellos, perturban tanto como sus paisajes de aguas oscuras o los bodegones que recuerdan a Zurbarán. La exposición titulada Seda de caballo, que se le dedica en el edificio de Tabacalera, es una retrospectiva comisariada por Fernando Castro Flórez en la que se muestra un centenar de sus obras esenciales. Acoge algunas de sus piezas más conocidas, como el políptico Paraíso Fragmentado que el artista presentó en la Bienal de Venecia.

Más que todos su temas, la exposición se centra en las fotografías más definitorias de su estética, por lo que la melancolía y la presencia de la muerte, son los temas esenciales.Una vela que se apaga, un resto de fruta, un pájaro ahorcado, le sirven para recrear esa sensación de final.

Además de las fotografías, se exhiben dos instalaciones. Una de ellas consiste en una gran esfera negra realizada con seda de caballo sobre estructura de cedro. La otra, situada en el acceso principal al edificio mezcla una montaña de pigmentos anaranjados visibles desde la semioscuridad, a la vez que se escuchan los aullidos de una ballena, un sonido que se puede oír desde el exterior del edificio y que fuerza a más de uno a asomarse a ver que es lo que ocurre.— ÁNGELES GARCÍA

cine

San Sebastián, en el barrio de Argüelles

Aunque San Sebastián y su festival de cine se desarrolle a más de 400 kilómetros de Madrid, los aficionados pueden disfrutar de su propio certamen con el ciclo con el que la Sala Berlanga (Andrés Mellado, 53) recupera algunos de los mejores trabajos que han pasado por la sección Perlas del certamen donostiarra, reservada a la crème de la crème de cada temporada cinematográfica.

Hasta el viernes 27 hay tiempo para revisar películas como, entre otras, Y ahora, ¿adónde vamos?, de Nadine Labaki; el documental ¿Cuánto pesa su edificio, señor Foster?, sobre el gran arquitecto británico; la sobrecogedora Precious; la divertidísima La parte de los ángeles, de Ken Loach; y obras maestras como La escafandra y la mariposa, de Julian Schnabel, La pequeña Lola, de Bertrand Tavernier, o Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera, del coreano Kim Ki-duk, una de esas películas que se clavan en el alma del público. No habrá playa de la Concha, pero al menos sí cine de calidad.— GREGORIO BELINCHÓN

teatro

La voz compartida

La voz humana (La Voix humaine), monólogo escrito en 1930 por Jean Cocteau es una de las más intensas y sobrecogedoras obras dramáticas sobre el amor. Sobre el desamor y la pérdida, el vacío y la desesperación ante la ausencia … Un maravilloso texto al que se han enfrentado las más grandes actrices: Ana Magnani, Ingrid Bergman, Simone Signoret, Sofía Loren, Amparo Rivelles, Cecilia Roth...

Y ahora renace una vez más (teatro Bellas Artes) de la mano de un hombre, un actor impresionante y por lo que se ve valiente, muy valiente, que ha querido darle la vuelta a este texto y reconocer “que el amor, su anhelo y su pérdida nos afectan a todos, hombres y mujeres”.— ROSANA TORRES

psicodelia

Matar al padre

Moon Duo nació hace un lustro como proyecto paralelo del guitarrista y vocalista de Wooden Shjips, Eric Ripley Johnson y su pareja sentimental Sanae Yamada. Capas de fuzz, voces en segundo plano, guitarras hipnóticas, para otra de las bandas surgidas de la escena de San Francisco que están reivindicando las letanías psicodélicas y el ahora tan en boga kraut alemán. Con su tercer disco Circles el que sirve de excusa para el concierto de mañana lunes en La Boite de Madrid. Están a punto de superar en fama a la banda de la que surgieron, y eso puede ser bueno o malo.— IÑIGO LÓPEZ PALACIOS

danza

Un ‘Lago’ (cubano) con orquesta

La temporada del Ballet Nacional de Cuba en los Teatros del Canal se completa con el clásico por excelencia del gran repertorio académico: El lago de los cisnes (del 25 al 29), en la reputada versión de Alicia Alonso sobre la original de Marius Petipa y Lev Ivanov y la partitura inmortal de Chaicovski. La compañía cubana y su renovado plantel de estrellas estarán respaldados por la Orquesta de la Comunidad de Madrid.

Esta versión llega a Madrid con unos nuevos decorados expresamente pintados para esta gira española por el diseñador Ricardo Reymena. Entre otras primeras bailarinas ya conocidas del público el doble papel de Odette (Cisne blanco) y Odille (Cisne negro) estará interpretado por Viengsay Valdés y Sadaise Arencibia.— ROGER SALAS

clásica

Heroico y fantástico

Hay sinfonías que llevan adosada una palabra que las ayuda a definirlas, y que suelen ser muy acertadas para lo que quieren decir. Son una pista del compositor para que nos dejemos llevar a un mundo que solo puede ser el que el creador tiene en la cabeza. Pasa con la Pastoral, de Beethoven, La Canción de la Tierra, de Mahler, la Italiana de Mendelssohn o la Júpiter de Mozart. Las dos que protagonizan el concierto de mañana lunes en el Auditorio Nacional tienen sendos nombres que les vienen como anillo al dedo. De un lado, la Heroica, tercera sinfonía de Beethoven, una odisea de gloria militar luego borrada a golpe de decepciones, cuando el maestro de Bonn vio que aquel Napoleón que admiraba no era el Mesíade Europa. Y por otra parte, la Fantástica de Berlioz, un derroche de instrumentación, grandes temas y soberbio dominio de la orquesta que la ha mantenido como una obra imprescindible. Y todo por la Philarmonia Orchestra con el finlandés Esa Pekka Salonen a la batuta. Prometedor.— MIGUEL PÉREZ MARTÍN