Ellas sufren solas
Ricardo III, una de las piezas más exitosas de Shakespeare, centrada en las mujeres de la obra
Las componentes de Q-Ars Teatre y Rafel Duran han querido darle la vuelta a Ricardo III, una de las piezas más exitosas de Shakespeare, gracias básicamente a la fuerza de su persuasivo protagonista, para centrarse exclusivamente en las mujeres de la obra. La tarea se las trae porque ningún otro protagonista shakesperiano tiene tanta responsabilidad dramática como Ricardo III, hasta el punto que hay quien opina que es más fácil imaginar Hamlet sin el príncipe danés que Ricardo III sin su malformado y villano rey. Por si fuera poco, ningún personaje femenino tiene suficiente envergadura en la obra. Harold Bloom va incluso más lejos y afirma que esta es una pesadilla para cualquier actriz pues ninguno de los papeles femeninos es representable.
A Margaret, la viuda de Enrique VI, la tacha de horrenda por lo mucho que maldice; a las tres restantes —la reina Elisabeth, la duquesa de York y lady Anne— las medio disculpa diciendo que no fue hasta el personaje de Julieta que Shakespeare superaría a sus precursores en la representación de las mujeres. Lo único que el bardo permite a las féminas de Ricardo III, siempre según Bloom, es declamar. Y eso es lo que hacen Mercè Anglès y Anna Güell.
A partir de un pequeño ritual, la invocación del título, las dos actrices se desdoblan en las cuatro mujeres de Ricardo III y nos ofrecen la pieza sazonada con otras versiones de la misma (la del canadiense Normand Chaurette, Les Reines) más algún dato de la historia real del personaje protagonista, como fue la noticia sobre el hallazgo de sus restos en un aparcamiento de Leicester el pasado mes de febrero.
INVOCACIÓ
Dirección y dramaturgia: Rafel Duran.
Intérpretes: Mercè Anglès, Anna Güell.
Sala Atrium. Barcelona, 25 de septiembre.
Mientras Mercè Anglès asume los personajes de lady Anne, la viuda de Eduardo, príncipe de Gales, y Elisabeth, la esposa del rey Eduardo IV; Anna Güell se encarga de personificar a Margaret, con todos sus improperios, y a la duquesa de York, la madre de Ricardo y de algunas de sus víctimas. El resultado es un ir y venir de un personaje a otro con eficaces recursos de caracterización, pero sin apenas contexto. La voz en off de Pere Arquillué haciendo de Ricardo III parece devolvernos por un momento, la intervención es corta, al montaje de la obra que hizo Àlex Rigola y que Arquillué protagonizó. Estos pequeños añadidos, como los temas musicales, crean un cierto envoltorio a los personajes en el que las actrices pueden apoyarse.
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