Un paréntesis a la crisis

Gritos de asombro y de ilusión acompañaron a los Reyes Magos y sus boatos por las calles de las poblaciones valencianas. Miles de personas disfrutaron este domingo de las carrozas, bailes y música de las cabalgatas pese al frío. “¡No llego a los caramelos!”, se quejaba Bernat, de seis años, al ver cómo volaban los dulces desde una de las carrozas en Valencia. “Es que hemos llegado un poco tarde”, se disculpaba su madre mientras desfilaba ante ellos una comitiva variopinta de vehículos con figurantes que recreaban escenas bíblicas, de cuentos o películas infantiles.

Una estampa ya tan clásica como la de los padres con los críos subidos a los hombros para intentar ver a sus majestades de Oriente. En la plaza del Ayuntamiento, Gema, de 10 años, logró subirse a la plataforma de la estatua de Francesc de Vinatea para otear el horizonte. “Viene una especie de barco con piratas”, anunciaba. A los Reyes les había pedido una muñeca. ¿Y los padres? “Yo un microondas y trabajo para mi marido”, contestó su madre, Ascensión Arenas. La crisis aprieta, pero la familia se va “apañando”.

Las caras de alegría de los niños pudieron por unas horas con la crisis. Fueron muy aplaudidos el camión de los bomberos y los vehículos del Levante y del Valencia, especialmente porque se saltaron las instrucciones del Ayuntamiento de no tirar regalos al público —“por si rebotan en el suelo”, argumentó el Consistorio— y lanzaron balones a diestro y siniestro. La llegada de los coches de los cuerpos de seguridad resultó algo inquietante porque se oían las sirenas desde lejos —“¿habrá pasado algo?”, se preguntó más de uno—, pero los pequeños estaban encantados. Hasta 40 carrozas desfilaron por Valencia con 5.000 figurantes y animadores, además de los 200 bailarines del Ballet Master de Ontinyent que abrieron el boato de los Reyes Magos.

Unos reyes que recibieron todo tipo de encargos. Juguetes, trabajo, salud... Los colectivos de discapacitados y dependientes, además, les pidieron expresamente que la Generalitat elimine el copago en residencias y centros ocupacionales. “Parece mentira que se metan con los más débiles. Nos están asfixiando y les escribo para que se entere toda España”, decía la carta que Elena Sánchez, de 33 años y usuaria del centro ocupacional para discapacitados intelectuales de Quart de Poblet (Valencia), entregó por la mañana a un paje de Baltasar en un acto en los jardines del Parterre.

El rey Baltasar fue precisamente el protagonista de un accidente sin consecuencias en Alicante. Su coche, al parecer, se quedó sin frenos y tuvo que chocar intencionadamente para poder detenerlo. Mientras, Alcoi vive, como si fuera la primera, su gran cabalgata, que cumplió 129 años. La comitiva real estrena atrezzo y los acompañantes de los reyes lucieron los diseños del artista fallecido Alejandro Soler. El bando real ha hecho referencia al cierre de Canal 9, que solía retransmitir el desfile.