El ex consejero delegado del Betis Luis Oliver recusa a la juez Alaya

El ex consejero delegado del Betis y empresario Luis Oliver ha recusado a la juez Mercedes Alaya por supuesta imparcialidad en el caso Betis, por el que está imputado junto al ex máximo accionista del club de fútbol Manuel Ruiz de Lopera. “Llega a conclusiones absurdas e irracionales (...) Muestra evidente de falta de imparcialidad y prejuicios, llevados al extremo incluso de establecer hipótesis sin lógica alguna ni fundamento fáctico que las sustente”, sostiene Oliver en su escrito de recusación, presentado hace tres semanas en el juzgado.

La recusación es relevante por varios motivos. En primer lugar porque paraliza —durante al menos un mes— una causa que se inició hace más de cuatro años y acumula un gran retraso, debido a su complejidad pero también por la saturación del juzgado de Alaya. Ahora las partes —en especial la fiscalía— deben pronunciarse para apoyar o rechazar la recusación, tras lo cual la juez aceptará la recusación para apartarse del caso, o trasladará el incidente de recusación a la Audiencia de Sevilla, que nombrará un instructor, que decidirá sobre si existen motivos de peso para que Alaya se aparte de la causa.

Es previsible que Alaya abandone el caso, pero solo mientras la Sección Primera de la Audiencia decide al respecto. Eso sí, lo hace en un momento crítico para el club sevillano, carente de un administrador judicial tras la salida de José Antonio Bosch, unida a la del entrenador Mel y el director deportivo Vlada Stosic. Además del sustituto de Bosch, Alaya tiene pendiente decidir sobre las medidas cautelares impuestas en su día por la venta de acciones de Lopera a Oliver, una compraventa que consideró fraudulenta.

En su escrito, este último reitera sus quejas por la actuación de Alaya: “El relato de sospechas y conjeturas demuestra la parcialidad de la instructora y su predisposición a enjuiciar negativamente a Bitton Sport SL [propiedad de Oliver] (...) Las declaraciones de la instructora muestran enemistad, animosidad y prejuicios”. Oliver critica que la juez haya tardado tres años y seis meses en imputarle por los mismos hechos (un posible delito societario o de insolvencia punible) que ya conoce desde julio de 2010.

Mientras que al comienzo de la instrucción Alaya pinchó el móvil de Oliver para localizarle, por lo que intervino diversas conversaciones con su abogado y amistades, el empresario le comparó con los nazis, afirmación por la que fue multado por una juez de lo Penal. 

Esta es la quinta recusación presentada contra Alaya. La primera se presentó hace ya tres años porque su marido había auditado Mercasevilla y ello podía perjudicar su imparcialidad para instruir la causa. A pesar de que la fiscalía apoyó recusar a la magistrada, la Audiencia de Sevilla desestimó la recusación. Más tarde, el exdirector y la ex directora económica de la empresa pública, Fernando Mellet y Pilar Giraldo, recusaron a Alaya también sin éxito, al igual que el ex director general de Trabajo Daniel Alberto Rivera, por un retraso en el caso de los ERE fraudulentos. Finalmente, Oliver ya recusó hace dos años a Alaya, pero el escrito fue desestimado por “extemporaneidad”. Ninguna de las cuatro se ha saldado con éxito.

Por otra parte, Mellet ha pedido a Alaya que impute a su marido como auditor de Mercasevilla en la investigación sobre el supuesto delito societario, según avanzó El Mundo, por haber ratificado los resultados económicos de la empresa pública.