Mucho más que el ‘Diccionari’
La Acadèmia ha destinado 1,4 millones de euros a promover el valenciano
La aprobación del Diccionari Normatiu Valencià ha vuelto a poner a la Acadèmia Valenciana de la Llengua en el disparadero político. Al Gobierno de la Generalitat y al partido que la sustenta, el PP, no le gustó nada la definición de valenciano, aunque luego la consejera de Educación, María José Català, tuvo que emplearse a fondo para intentar adormecer una polémica generada por el Consell y que pasó factura al propio partido. Aunque el ente normativo sancionaba de manera oficial la denominación de lengua valenciana, la referencia a que este idioma se llama catalán en otras zonas geográficas desató una minicrisis el pasado mes de enero.
Ahora, la tempestad política ha remitido sin que la Acadèmia haya cedido a las presiones. Al fin y al cabo, no ha hecho más que repetir una obviedad en la romanística internacional y lo que ya había sancionado en otros dictámenes y pronunciamientos oficiales sin que se levantara apenas una leve borrasca.
La polémica ha servido, al menos, para popularizar la obra publicada en la web del ente, como comentó con ironía un académico. Ya ha recibido más de 270.000 visitas en apenas mes y medio. Y se han planteado en la página de Internet más de 350 consultas de los usuarios e instituciones, que o bien alertan de alguna errata o bien advierten del uso particular de una expresión en un pueblo determinado y realizan una propuesta.
El Ayuntamiento de Algemesí, por ejemplo, ha solicitado un cambio en la denominación de muixeranga porque considera más apropiado el uso del término torres que el de castells, como publica la Acadèmia, que ha aceptado analizar la propuesta. Al igual que otras que serán estudiadas para su posible incorporación en el Diccionari en su versión digital.
De momento, se desconoce cuándo saldrá la edición en papel de una obra que recoge 93.349 voces y que también ha recibido críticas desde algunos ámbitos universitarios y filológicos por dar cabida a demasiados coloquialismos (si bien son referidos como tales). Es, en cualquier caso, la obra más importante que ha elaborado hasta ahora la Acadèmia, que ya ha publicado la Gramàtica Normativa Valenciana, el Diccionari ortogràfic i de pronunciació del valencià, o vocabularios de lenguajes específicos (como el jurídico o el musical).
El Diccionari centra la atención, pero la Acadèmia desarrolla otras tareas y funciones que pasan normalmente desapercibidas, una docena de años después de su creación para apartar del debate político el conflicto lingüístico. Uno de sus principales ámbitos de proyección exterior es el universitario. La institución, que cuenta con unos 40 profesionales trabajando, ha invertido en este tiempo 1,4 millones en trabajos, publicaciones, cursos o jornadas universitarias. Las universidades de València y Alicante son las que han recibido más fondos de un programa que se ha ido ampliando a universidades privadas y también del ámbito lingüístico catalán y del exterior. También se han firmado convenios para la promoción exterior de la lengua, la literatura y la cultura valenciana con el Institut Virtual Internacional de Traducció (Ivitra) de Alicante y otras instituciones.
La Acadèmia aporta fondos para los lectorados de valenciano en universidades extranjeras en Amiens, Cambridge y Turín a través de convenios universitarios. Al cortarse la línea de financiación de la Consejería de Cultura, el ente normativo firmó un convenio con el Institut Ramon Llull, gracias al cual se pueden mantener los lectorados. En 2011 se inició la colaboración con la alemana Universidad de Leipzig para la celebración de cursos sobre lengua y cultura valenciana. A estas tareas se suman la organización de jornadas lingüísticas y cursos y la firma de convenios con instituciones académicas, además de la promoción de exposiciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.