Ejecutiva de consenso de IU con el objetivo de superar al PSOE

A falta de las típicas tiranteces internas por resolver, Izquierda Unida ya tiene diseñada la Ejecutiva regional con que afrontará las elecciones autonómicas y municipales de 2015. Unos comicios que se antojan decisivos, ya que pueden alterar el orden establecido en 1995, año desde el que el Partido Popular gobierna de forma ininterrumpida la región. Eddy Sánchez, el coordinador general de la formación, encabezará un equipo de 18 o 20 miembros que mantendrá, en parte como leitmotiv y en parte forzado por los equilibrios entre las distintas corrientes, el espíritu de consenso del cónclave en que el activista de base resultó elegido a finales de 2012.

Sus aspiraciones se resumen en dos principios fundamentales: gobernar en coalición con el PSOE, para lo que habrían de sumar más votos juntos que el PP y esperar la abstención de UPyD... Y subir el listón más allá de las fronteras conocidas, igualando o superando el granero de votos socialistas. El sorpasso dibujaría un escenario inesperado hace unos años y obligaría a un reparto de carteras más equilibrado que el realizado, por ejemplo, en la Junta de Andalucía tras las últimas elecciones. “Queremos situar a IU Madrid en pie de igualdad con los grandes partidos, con lo que esto puede suponer en el conjunto del Estado”, reza el ideario de la formación.

Sánchez obtuvo el respaldo del 51% de los delegados (404) acreditados en la IX Asamblea General de 2012, por delante de Esther Gómez, con el 36% (290 papeletas) pese a que la apadrinaba Miguel Reneses, secretario de Organización federal de IU, y de la diputada regional Tania Sánchez Melero, con el 12% de los votos (97).

Partiendo de ese resultado, la composición de la Ejecutiva contaría con nueve representantes del 51% —diez contando al coordinador general, con el respaldo de la parlamentaria regional Libertad Martínez o de Lidia Fernández, secretaria de Comunicación de IU Madrid— frente a los siete componentes del grupo que englobaría el 49% de apoyos restantes. Entre ellos figuran Jorge García, concejal en el Ayuntamiento de Madrid; Teresa Fernández, vicealcaldesa en Fuenlabrada y pareja de Reneses; y Pedro del Cura, coordinador municipal en Rivas Vaciamadrid. La localidad, la más importante que IU gobierna en toda España, estuvo paralizada cinco meses por la bronca política que enfrentó entre sí a las distintas corrientes de la formación. “Esperamos haber aprendido de situaciones así. Tenemos una Ejecutiva donde entramos todos y que ante todo tiene que ser paritaria, dado que queremos un acuerdo basado en los consensos, para que así sea estable, se consolide y dure más. Este modelo nos permitirá centrarnos en las elecciones, en lo realmente prioritario”, observan desde IU.

La Ejecutiva de 20 miembros la completarían, si aceptan el reparto, que hoy por hoy se les queda corto, el grupo de los vizcaínos, así llamados porque les lidera Julián Sánchez Vizcaíno. Este sector crítico con Sánchez cuenta además con la presencia del portavoz en la Asamblea de Madrid y anterior coordinador autonómico, Gregorio Gordo, y del diputado regional Antero Ruiz. En caso de que no dieran su visto bueno, los 20 integrantes de la Ejecutiva pasarían a 18, de los que diez serían de la corriente mayoritaria, y se sumaría un puesto más al equipo que representa al 49%.

Una vez resuelto el pulso interno y pacificado el partido, IU se centraría en un programa con unos objetivos irrenunciables, como revertir, “de ser posible”, algunos de los servicios públicos privatizados por el PP. Otro eje sería una reforma fiscal progresiva con la que IU estima que recaudaría 3.960 millones de euros. Y apostaría por una “revolución ecológica” con la que se impulsaría el sector industrial —la producción disminuyó en febrero en la comunidad un 2,5% respecto al mismo mes de 2013, el mayor descenso tras Asturias (8,6%) y Baleares (3,3%)— abriéndolo a las energías renovables.