Un río de coches y colchones
Los márgenes del río Guadarrama a su paso por Móstoles se han convertido en un vertedero de coches, neveras y ventiladores
La escena se antoja irreal. El río Gudarrama corre en medio de una naturaleza desbordante, a pocos kilómetros de Móstoles. El ramaje de álamos, chopos, tarays ... apenas deja ver un cauce antaño de aguas cristalinas. ¿Un paisaje idílico? Quizá en otro tiempo. Al borde de la orilla ha ido creciendo un impresionante basurero. Neveras, parachoques de vehículos, ventiladores, colchones y todo tipo de basura se agolpan en un barranco que llega hasta el pie del río. Como colofón, dentro del cauce, asoman dos furgonetas a modo de monumento a la contaminación y suciedad del entorno.
La protección de la que goza el espacio por estar enclavado dentro del del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama no le ha servido de gran cosa. El inmenso vertedero, de una longitud de unos 100 metros, crece a escasos metros del poblado de las Sabinas, un núcleo de infraviviendas ubicado a la altura del kilómetro 25 de la carretera de Extremadura, dirección Badajoz. En él hay empadronadas 786 personas.
“Es increíble la cantidad de basura que hay aquí, en un paraje protegido, sin que nadie lo limpie”, critica David Lucas, portavoz del grupo municipal socialista de la localidad. El PSOE, en la oposición, presentó una moción en el pleno de abril para instar a su erradicación. Las diferentes administraciones públicas se sacuden la responsabilidad. El Ayuntamiento, gobernado por el PP, y la Comunidad de Madrid apuntan a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), como organismo responsable de la limpieza del cauce.
Un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente recuerda que se “trata del cauce de un río, y todo el dominio público hidraúlico es de la CHT a la que se ha comunicado en varias ocasiones el estado en el que se encuentra este entorno”. El Consistorio sitúa al poblado de las Sabinas en el centro del problema. “Es una prioridad para el Ayuntamiento limpiar el área, pero la solución pasa por erradicar el poblado”, informa un portavoz municipal.
En noviembre del año pasado se firmó un convenio para el realojo del núcleo chabolista Río Guadarrama-Las Sabinas. En el entretanto, las mismas fuentes municipales sostienen que se realizan limpiezas periódicas del río por parte de la CHT y del Gobierno regional. La contemplación de los vehículos sumergidos en el río, y de la basura del vertedero, deja cierta sensación de que el servicio de limpieza actual no es muy efectivo.
“En Móstoles hemos ido para atrás. Lejos de haberse conservado o regenerado el espacio que debería haberse protegido se está deteriorando de forma constante”, opina el portavoz socialista. El Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama, situado en el oeste de la región, engloba un total de 22.116 hectáreas de las que 596 hectáreas pertenecen a Móstoles.
El presidente de la asociación vecinal de Las Sabinas, Jacinto Soriano, corrobora que la CHT limpió hará unos tres años la zona del arroyo del Soto de San Marcos. “Pero no se actuó en la zona donde está el vertedero porque, según me comentaron los técnicos, era costosísimo de limpiar”, explica. Aún así, él no ha cejado en el empeño y ha continuado enviando fotos.
Lo que no admite es que la responsabilidad sea de los vecinos del poblado. “Son personas que saben que aquí existe ese punto y vienen a tirar todo y si no lo quitas se va haciendo cada vez mayor”, explica. Porque, aunque las viviendas que hay en Las Sabinas son muy modestas, “a nadie le gusta vivir con la basura a la puerta de su casa”.
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