Turismo reconoce que no puede mantener el Palacio de Congresos
El recinto, cerrado desde hace 17 meses por unas obras que no han empezado, gasta en mantenimiento dos millones y deja de ingresar cinco por eventos.
La sombra del abandono planea sobre el emblemático Palacio de Congresos de la Castellana. El edificio, decorado con mosaicos de Joan Miró, alojó hasta diciembre de 2012 al Instituto de Turismo de España (Turespaña). Supuestamente, en aquellas fechas iba a ser sometido a unas obras de rehabilitación que durarían solo tres meses. Pero han pasado dos años y la edificación sigue cerrada. Y sin fecha de apertura porque el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio asegura no contar con el dinero suficiente para la restauración del inmueble, de 1970, con el fin de adecuarlo a la normativa municipal. “No se trata de unas obras que supongan un coste mínimo, sino de una cuantiosa inversión que, en estos momentos, no es posible abordar”, contesta por escrito el Gobierno a una pregunta de UPyD en el Congreso de los Diputados.
Como el edificio —que sufrió un incendio en 1995— está amortizado, las tarifas que ofertaba eran muy competitivas hasta su cierre. La idea de Industria era reabrirlo y hacer “actuaciones puntuales” para mejorar su seguridad. Tenía un presupuesto de entre 100.000 y 200.000 euros. Pero se topó, al pedir la licencia de obras a la Junta de Distrito de Tetuán, con que el papeleo y las exigencias municipales eran muchas más de las esperadas. El nuevo Código Técnico de Edificación (CTE) les obligaba a pasar unos requerimientos inimaginables cuando se construyó el edificio hace 44 años. Ello suponía mejorar la seguridad en caso de incendio y su accesibilidad, la climatización, la fontanería, los ascensores, el sistema eléctrico y la protección del medioambiente. “No es fácil el cumplimiento, sin más, de los requisitos contenidos en el Código Técnico de Edificación”, asegura Industria. Según los cálculos de UGT, el presupuesto de las nuevas obras que hay que acometer no baja de los 40 millones. El ministerio, sin embargo, no ofrece cifras.
El ministerio ha destituido al director del edificio de la Castellana
Industria replica que “está trabajando con determinación en las nuevas posibilidades de gestión del palacio”. El pasado octubre fuentes de la Secretaría de Estado de Turismo reconocían a EL PAÍS que se planteaban incluir en el palacio un centro comercial de tiendas de lujo y empresas de servicios, justo enfrente del que pretende construir Florentino Pérez en el estadio Santiago Bernabeu y al lado del centro Moda Shopping. El ministerio reconoció otra vez ayer que entre las opciones baraja la de la privatización del inmueble.
El mantenimiento del edificio de la Castellana cuesta dos millones de euros anuales y se dejan de ingresar por eventos otros cinco cada año. En noviembre de 2012, tras la tragedia del Madrid Arena, la alcaldesa Ana Botella clausuró el Palacio de Congresos y el Palacio de Cristal de la Casa de Campo por deficiencias en su seguridad. Ello obligó a trasladar la ceremonia de la Lotería de Navidad al Teatro Real.
“La respuesta a nuestra pregunta en el Congreso es la típica de la Administración que no aclara nada: no dan ninguna fecha”, se lamenta Luis de Velasco, portavoz de UPyD en la Asamblea. “Si el Código de Edificación es de 2006, ¿en qué estaban pensando cuando pidieron licencia en 2012? Es un ejemplo más de mala gestión”, se cuestiona De Velasco. De hecho, una inspección en 2010 detectó fallos de seguridad y de conservación y el Ayuntamiento decidió entonces prohibir determinados eventos con mucho público, pero no cerrarlo. Lo mismo ocurrió con el Palacio Municipal de Congresos, en el Ifema, pese a haberse encontrado 70 fallos de seguridad, subsanados en 2013. La gestión de este inmueble se ha privatizado por ocho años.
UPyD critica “la mala gestión” de una infraestructura pública importante
A De Velasco le preocupa más el “despilfarro” de dinero público que suponer que los congresos dejen de ser un polo de atracción de extranjeros a Madrid. El lunes se anunció que Madrid alcanzó en 2013 la segunda posición del ranking mundial de ciudades congresuales elaborado por la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones, sólo por detrás de París. Hace cinco años ocupaba el puesto 22º.
UPyD preguntó también al Gobierno por qué destituyó en marzo al director del Palacio de Congresos, José María Bethencourt, cuando los plazos de reapertura se habían sobrepasado hace meses. Industria explica que “supone una adaptación de los recursos humanos a las necesidades de la organización”.
37 trabajadores llevan 20 mensualidades sin cobrar
A los 37 trabajadores de la cafetería del Palacio de Congresos, el Grupo Husa les adeuda 20 mensualidades. Ni esta empresa, que tenía la concesión del bar, ni el Instituto de Turismo de España (Turespaña) los reconocen como empleados suyos, aunque el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictaminó el pasado septiembre que Husa es la responsable del pago.
“Es ilógico. Yo he estado en el palacio 25 años —hay compañeros que 40 años— y Husa llegó los últimos cuatro años. Tendría que ser de Turespaña”, cuenta Manuel Zapata, empleado y portavoz de Comisiones Obreras. El concurso de la cafetería quedó desierto en las dos últimas ocasiones y Husa dice no estaba interesada si el palacio no funcionaba.
Y al embrollo se une que la empresa de Joan Gaspart, vicepresidente de la CEOE, está desde el pasado febrero en concurso de acreedores tras adeudar 200 millones de euros y tener unos activos de 150. Además, el pasado abril presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para dos tercios de su plantilla.
Como Husa no les abona lo adeudado, los trabajadores van a recurrir al Supremo para que dictamine de quién dependen. Desde septiembre, tras la sentencia, los empleados al menos pueden cobrar en paro. Ninguno está trabajando a la espera de que se resuelva su caso.
Respecto a los 28 empleados del Palacio de Congresos, Industria informa de que “hace meses que se encuentran prestando sus servicios en sus nuevos destinos en la Administración”. Zapata explica que la concesionaria de limpieza (10 personas) ha renovado el contrato, así como la de seguridad (otros cinco empleados). “Desde el 1 de abril los 28 funcionarios están en ministerios, en la cárcel de Soto del Real...”, precisa el sindicalista.
La Fundación Joan Miró dice no tener constancia de los cambios acaecidos en el palacio que decoró en 1980 con un mosaico el pintor, ni las condiciones pactadas para la conservación o permanencia de la obra de 10.000 placas cerámicas. En el caso del mural del aeropuerto de Barcelona, Miró dejó escrito que se le debía consultar a él o a los herederos de sus derechos de autor cualquier traslado o modificación.
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